Route 28: todos los caminos conducen a Viena
Published on
Translation by:
Laura Sánchez Ríos"Nuestra meta es un sentimiento", declara el equipo de Route 28. Esta iniciativa provocó que más de ochocientos visitantes viajaran por toda Europa durante un día en mayo, pero sin llegar a salir de Viena. Katharina Moser, su fundadora, nos explica cómo funciona este viaje para descubrir Europa dentro de una única ciudad.
cafébabel: Katharina, ¿quién o qué es la Route 28?
Katharina Moser: La Route 28 está inspirada en la Ruta 66. Todo el mundo la conoce en Estados Unidos y queríamos hacer algo similar en Europa, donde es posible viajar para conocer el continente. Pero mucha gente ni sabe de dónde viene el nombre. Mejor así. Habíamos pensado en organizar un evento con un nombre pegadizo, algo que pudiera usarse también como marca y cuya asociación inmediata no fuese Europa. Intentamos acercar Europa a la gente sin que resulte tan obvio. Como es lógico, veintiocho alude a los veintiocho Estados miembros, pero dos meses más tarde llegó el Brexit...
cafébabel: ¿Os toca ahora cambiarle el nombre por Route 27?
Katharina Moser: Lo único que nos vino a la cabeza: "¿¡Y qué hacemos ahora con el nombre!?" Pero no lo cambiamos. Hemos organizado este evento por segunda vez y la gente conoce nuestro nombre. Esto se debe a que no nos consideramos un proyecto de la UE, sino un proyecto europeo. Este año no solo han participado estados de las UE. El número veintiocho no fue nunca nuestra condición, sino que incluso habríamos preferido tener treinta o cuarenta estaciones para representar a Europa en su totalidad. Aun así, vamos a ver si mantenemos el nombre. Todavía tenemos tiempo hasta 2019.
cafébabel: ¿De dónde surgió la idea de traer Europa a Viena?
Katharina Moser: Mi sentimiento europeo surgió a raíz de los viajes que he emprendido. El otro cofundador Stefan Apfl y yo nos dimos cuenta de que era importante acercar a la gente a estos viajes. Sobre todo a aquellas personas que no pueden permitirse irse de vacaciones constantemente. Pese a ello, la pertenencia a Europa nos afecta a todos.
cafébabel: Sentirse europeo es clave en vuestro proyecto. ¿Cómo se entiende este concepto?
Katharina Moser: El sentimiento de pertenencia está ligado al individuo. Al concebir la idea con Stefan, nos preguntamos: ¿Por qué nos sentimos europeos? ¿Por qué es algo positivo? Estuve un año en España y viví con gente proveniente de siete países. Las diferencias entre nosotros me parecieron muy positivas. Stefan y yo también hicimos interrail y nos dimos cuenta de que esta experiencia nos enriqueció como personas. Todos tenemos nuestros propios sentimientos y eso es lo que toca demostrar. Hay que transmitirles a las personas este sentimiento. Es imposible comunicárselo a una nación entera.
cafébabel: El interrail gratuito sería una buena manera de transmitir este sentimiento.
Katharina Moser: Sí, también soy embajadora del Free Interrail y soy amiga de sus fundadores Herr und Speer. La parte bonita de esta historia es que dos jóvenes de Berlín tuviesen una simple idea: los jóvenes europeos tienen que vivir experiencias en Europa para sentirse europeos. Y precisamente esta era la idea que se perseguía con Route 28. Es un buen ejemplo de cómo unas pocas personas pueden poner cosas en marcha, lo cual hay que difundir y fomentar. Debemos ayudarnos mutuamente.
El sentimiento surge al vivir distintas realidades y se basa en pequeños detalles, como las bromas entre amigos, las personas famosas y los rumores. Son cosas que conocemos de nuestros viajes y que nos llaman la atención. Aquello que es distinto en nuestro país. También he escrito un libro con jóvenes europeos que estaban en Austria. Se mencionó por ejemplo que les parecía absurdo que en Austria todos los domingos hubiese bolsas con periódicos. En Italia las robarían al instante. O que, cuando comemos, decimos Mahlzeit ("hora de la comida"), como si tuviéramos que recordarnos que es hora de comer. Se dieron cuenta de cosas que nosotros no percibimos. Ambas perspectivas no tienen por qué suponer una contradicción.
cafébabel: ¿Hace cuánto que está en marcha Route 28?
Katharina Moser: Probamos la idea por primera vez en 2016. Con cinco países y doscientas personas; lo que ocurría en las estaciones fue más bien fruto de la improvisación. Como es lógico, la asociación inmediata es que hay que trabajar con gente originaria del país. En el caso de Polonia, nos topamos con una cocinera de Pierogi [plato similar a la empanadilla muy consumido en Polonia, ndlr], por lo que estaba claro que en Polonia se iba a cocinar. De España conocía a la cantante Clara Blume, quien tocó canciones de su nuevo álbum. Fue muy divertido.
En 2017 pensamos: vale, ahora lo hacemos a lo grande. Acudieron en torno a ochocientas personas y hubo quince estaciones. Por supuesto, nos tocó lidiar con el problema de hasta qué punto admitíamos estereotipos en nuestro programa. Aun así, siempre hay hueco para las tradiciones actuales en las que la gente se involucra. Jugamos con clichés, pero también los utilizamos como puente para despertar la curiosidad de la gente y que analicen todo con mayor detalle.
cafébabel: ¿Hacia dónde nos llevará Route 28 en el futuro?
Katharina Moser: Aún estoy pensando en ello. No es cuestión de que haya motivación para hacerlo, sino de si es factible. Además de la iniciativa, hay que plantearse si encontraremos colaboradores que quieran ayudarnos. Tengo en mente organizar la Route 28 no solo en Viena, sino de hacer un recorrido por Europa. ¡Llevar Europa a Europa!
cafébabel: ¿Celebrar la 2019 en Gran Bretaña, por ejemplo?
Claro, ¿por qué no? Allí hay gente de sobra que se identifica con Europa y el resto debe conocerla también, aunque ya no formen parte de la UE, porque no por ello dejará de ser importante.
cafébabel: Europa está en estos momentos bastante dividida. ¿De qué manera pueden ayudar iniciativas como la vuestra?
Todos los proyectos deben tener consecuencias a largo plazo. Nuestro objetivo es el sentimiento de pertenencia, que solo puede surgir tras un largo periodo de tiempo. Perseguimos que sea incuestionable poder celebrar el hecho de pertenecer a Europa. El continente ha sufrido una llamada de atención y queremos contribuir a que se reaccione. Si Life Ball [principal evento europeo en defensa de apoyo a las personas afectadas por VIH, ndlr] presentó a Viena como una ciudad abierta, la Route 28 pretende definirla como una ciudad europea. Sería magnífico si se lograse. Actualmente hay muchos proyectos europeos donde se ha puesto gran entusiasmo, mientras que los políticos abordan el tema de la UE con precaución y suelen decir que la "narrativa europea" se ha perdido. Considero crucial que la gente se atreva a ser creativa y poco convencional. No creo que la visión se haya perdido. Hay muchas narrativas y mucha gente entusiasta en Europa. ¡Solo hay que atreverse!
__
Sitio web oficial de Route 28
Translated from Route 28: Alle Wege führen nach Wien