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Ricos en Europa, ¡coge el dinero y corre!

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¿Es Europa una máquina de exprimir millonarios? Para los que tienen que dejarse la mitad de sus ganancias en impuestos, así es.

El 7 de mayo, el comisario de Economía, Joaquín Almunia, presenta las perspectivas económicas de primavera. La Unión Europea se cuestiona si puede mantener su ritmo de crecimiento mientras el peso de los impuestos consume casi el 45% del PIB comunitario. Al mismo tiempo, Irlanda baja sus tipos a las empresas y el Reino Unido hace lo propio con el impuesto de sociedades. ¿Por qué no refrescar la memoria con algunos de esos famosos que han huido de su patria para evitar desangrarse a base de tasas? Lo que sigue son algunos ejemplos de esos exilios de lujo.

Johny Hallyday: Ha sido el último y el más sonado de los desertores de los impuestos. Hace apenas un mes, en plena campaña de las elecciones presidenciales francesas, el Elvis Presley galo pedía la nacionalidad belga (país de procedencia de su padre) y trasladaba su residencia a Gstaad, Suiza. La primera era una decisión que duele a los franceses en lo sentimental; la segunda afecta a sus bolsillos. La estrella de rock ha cambiado su residencia porque en este cantón suizo se paga un máximo de impuestos sobre la renta personal del 21%, cuando a día de hoy el Estado francés se llevaba el 70% de sus ingresos. La cifra es de vértigo: cada día, el cantante paga 15.000 euros a las arcas públicas entre tributación directa y patrimonio. “Estoy cansado de que me atraquen todos los días nada más levantarme”, confesó a la prensa. Su jugada sirvió al conservador Nicolas Sarkozy para defender en su campaña una bajada urgente de los impuestos sobre las grandes fortunas. Hallyday echaba así un cable a uno de sus mejores amigos.

Montserrat Caballé: la soprano más internacional que ha dado España también dijo adiós a su tierra natal para evitar el pago “desorbitado” a que la sometían. En este caso, la gran señora de la ópera optó a mediados de los años noventa por tomar el camino más corto: ubicar su residencia en Andorra, ese pequeño principado pirenaico que dista menos de 200 kilómetros de su ciudad, Barcelona. La reducción media de los impuestos sobre la renta de las personas físicas es de un 50% en Andorra, según datos del Banco de España.

La tenista catalana Arancha Sánchez Vicario también tomó el camino del principado. Su caso fue muy polémico, pues la Hacienda española le exigió que pagara unos dos millones y medio de euros por el IRPF e IVA de los años 89 al 93. El Gobierno entendió que no vivía en Andorra, pues pasaba allí menos de los seis meses exigidos por ley para beneficiarse de la rebaja de impuestos. El caso se cerró tras un acuerdo. Hoy juega en dos campos: mantiene su piso en Andorra y desde 2000 tiene casa en Barcelona.

Los deportistas son muy propensos a escapar de las garras de Hacienda en cuanto les aprietan la soga más de lo conveniente. Alemania tiene en casa dos casos muy llamativos: los de Boris Becker y Steffi Graf. El primero evitó ir a prisión en 2002, tras ser condenado por evasión de capitales. El tenista vivía de hecho en Alemania, cuando legalmente se suponía que vivía en Montecarlo, uno de los grandes paraísos fiscales del continente. Becker tuvo que confesar su mentira ante la justicia, y eso hizo que eludiera la cárcel. Por último, recibió la libertad condicional y tuvo que abonar una multa cercana a los 500.000 euros. Eso sí, tras el susto decidió que no viviría más en su país y se mudó a Suiza. Allí, en el cantón de Zurich, apenas paga un 6,6% de impuestos. Su compañera de pista, Graf, fue acusada en 1995 de evasión de impuestos, referida a las ganancias que cosechó al inicio de su exitosa carrera. Sin embargo, fue su padre, Peter, quien pagó por las irregularidades de su pequeña, pues fue él quien le llevaba las cuentas. Hasta cuatro años se pasó entre rejas. A su hija le levantaron los cargos tras pagar 1,3 millones de marcos. Hoy mantiene cuentas millonarias en Suiza junto a su esposo, el también tenista Andre Agassi.

En el mundo empresarial son cientos las firmas que buscan de forma clara beneficios fiscales en paraísos menos recaudadores. Suiza y Mónaco son sus destinos de preferencia, aunque por lo general no se trasladan las cabeceras de las grandes empresas, sobre todo por las presiones de sus países de origen, sino que a estos paraísos se llevan partes del negocio, fondos de inversión con los que ir saneando sus cuentas. En ese caso se encuentran el inglés Terry Burns y el español Emilio Botín, presidentes de los bancos Abbey y Santander, que cuentan con fondos de este tipo en Bahamas, Jersey, la Isla de Man, las islas Caimán y las Antillas Holandesas. Y es que, como decía la hotelera estadounidense Leona Helmsley, “sólo la gente insignificante paga impuestos”. Por eso a ella la condenaron por evasión.

Fotos: ; 2 Montserrat Caballé (UNESCO); 3 Arancha Sánchez Vicario (Depth Fish/Flickr); 4 Boris Becker (Andi Knap); 5 Isla de Curaçao, la más grande de las Antillas Holandesas, paraíso fiscal (Juan Nosé/Flickr)