¿Por qué triunfan los populistas en Europa?
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Belén Burgos HernándezMás que el apego a los valores tradicionales, el principal factor que explica el auge del populismo es el miedo a la globalización. Es lo que dice un estudio reciente llevado a cabo por la Fundación Bertelsmann. ¿Qué podemos hacer ante el éxito de demagogos de derecha en (ya) demasiados países europeos y en Estados Unidos?
Rumanía - Revista 22 : una contrarrevolución en la Europa liberal
Revista 22 advierte que Europa podría dar un giro completo en los próximos meses: «Populistas y extremistas ya no son un fenómeno marginal de la política europea, empiezan a convertirse en la norma. Después del Brexit y de la elección de Trump, nos encontramos con un panorama muy diferente al del año pasado. (...) En las próximas elecciones, los populistas alinearán sus posiciones con las de sus camaradas húngaros y polacos - Fidesz y PiS -. (...) Tanto Orbán como Kaczyński han prometido una contrarrevolución cultural en la Europa liberal. (...) Los próximos meses serán cruciales, y no solo a nivel nacional. La construcción de Europa se pondría seriamente en tela de juicio si los europeos decidiesen en las urnas que el populismo es la solución que les conviene». (29/11/2016)
Hungría - Magyar Narancs : buenas élites políticas para nada
Teniendo en cuenta el grado de sinrazón y cobardía de los políticos, no es casualidad si, a nivel europeo, a los populistas de derecha les va viento en popa. Esto es lo que opina con rabia el filósofo Gáspár Miklós Tamás en Magyar Narancs: «En toda Europa, los dirigentes políticos son irresponsables, inconscientes, conformistas, ignorantes, con pocas luces y miopes. (…) Ni en Francia ni en Gran Bretaña ha habido nunca un gobierno de mentalidad tan cerrada como el que dirige actualmente esos países. En este valle de lágrimas, sobresalen charlatanes que nada tienen que ver con el primer ministro italiano Matteo Renzi. (…) Esos gobiernos consideran al pueblo como un enemigo potencial que debe ser corrompido y manipulado. Sí, hay que amordazar al pueblo e idiotizarlo, hasta que se asemeje a los responsables del país. (…) Nuestros líderes liberales cada vez más antidemocráticos temen al 'populismo', es decir, al pueblo». (25/11/2016)
Polonia - Gazeta Polska Codziennie: la democracia está enferma
Las democracias occidentales están intentando por todos los medios preservar su poder. Esto es lo que escribe el periodista francés de extrema derecha Olivier Bault en la Gazeta Polska Codziennie: «En Polonia y en los otros tres países del Visegrád [Hungría, República Checa y Eslovaquia, Ed], la democracia todavía está viva, mientras que en Europa Occidental está gravemente enferma. Tal como ocurre en Estados Unidos, los medios informan de los acontecimientos de una manera sesgada, desde el punto de vista de la izquierda y de los liberales. Los supuestos populistas que no hacen más que expresar la opinión de la gente de a pie están siendo atacados de muchas maneras. Citemos el ejemplo de los Países Bajos, país liberal en el que el líder del Partido por la Libertad, Geert Wilders, comparecía ante la justicia este mismo mes de noviembre - el veredicto se dará a conocer el 9 de diciembre. Wilders, cuyo partido caracolea en los sondeos y podría ganar las elecciones del año que viene, preguntó públicamente en marzo del 2014: "¿Queréis más o menos marroquís en el país?" Su posible condena podría tener un efecto disuasorio sobre todos los que tienen el coraje de cuestionar la política migratoria del país». (30/11/2016)
Alemania - Berliner Zeitung: ¿dónde está la izquierda?
Una buena política de izquierdas puede derrotar a los populistas, afirma el Berliner Zeitung: «Todo lo que caracteriza al populismo es diametralmente opuesto a una política democrática de izquierdas, ya que esta pretende ser inclusiva y no etnonacionalista. Es una política para los débiles, las minorías y los desfavorecidos. Un partido de izquierdas se desacredita presentando un programa basado en resentimientos. En su lugar, alentará la libertad del individuo y la igualdad de derechos, la justicia social y la solidaridad. (…) [La izquierda] no debería intentar competir con los populistas adoptando consignas de derecha, sino proponer una verdadera política de izquierdas. De hecho, no podrá convencer al grueso de su electorado si, además de tomar en serio sus inquietudes, no aborda el problema fundamental: el hecho de que en un mundo cada vez más complejo, las élites sean las únicas en sacar provecho de una economía que sigue un proceso de globalización inexorable. La fórmula podrá parecer anticuada pero, frente a la realidad del populismo, el único remedio es la redistribución de la riqueza - de arriba hacia abajo -». (30/11/2016)
Hungría - Kettos Merce: construyamos un populismo progresista
Solo se puede responder al populismo de derechas con otro populismo. Esto es lo que considera la filósofa de izquierdas Chantal Mouffe en el periódico digital Kettős Mérce: «En muchos países europeos, los populistas de derechas se arrogan la sed de soberanía del pueblo. Esos movimientos han logrado engatusar a su "pueblo" con discursos xenófobos que acusan a los inmigrantes de frenar el desarrollo nacional. Los partidos populistas de derecha están creando pueblos que quieren una democracia en la que el nacionalismo étnico es la prioridad suprema. La única manera de actuar contra este tipo de partidos es apoyar a movimientos populistas progresistas, impulsados por una voluntad democrática, que establecen una definición alternativa del pueblo. (…) Si no hay un discurso alternativo progresista, los populistas de derecha aumentarán el número de seguidores». (28/11/2016)
Estonia - Postimees: el pueblo no siempre tiene razón
El auge de los populistas en el mundo tiene respuesta, según explica el historiador David Vseviov en el periódico Postimees: «El populismo cautiva fácilmente a las masas desde hace siglos, incluso milenios. (...) E incluso hoy en día también lo hace: nuestro presidente, por ejemplo, dió la bienvenida al nuevo gobierno diciendo: el pueblo siempre tiene razón. Sin especificar que sería más exacto decir que el pueblo también puede equivocarse. (...) No podemos acabar con los populistas, pero podemos hacerles la vida más difícil. Es muy simple, basta con tratar los problemas en función de su prioridad». (29/11/2016)
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Este artículo se ha publicado en colaboración con euro|topics
Translated from Pourquoi les populistes cartonnent ?