¿Por qué la ley de medios húngara no sorprende a Europa?
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luciabpVarias manifestaciones han tenido lugar en Budapest y otras ciudades húngaras contra la "Ley de medios de comunicación", un texto que, pese a tener madera de polémica, no ha dado mucho que hablar. ¿Por qué? Cafebabel.com analiza los pormenores de esta ley, considerada por algunos otro escalón más en un declive general de la libertad informativa en Europa.
El pasado 1 de enero Hungría tomó de Bélgica la presidencia rotativa del Consejo de la UE. Sin embargo, mientras que Bélgica tuvo éxito manteniendo durante seis meses su política doméstica fuera del punto de mira, Hungría se enfrenta a críticas y ha caído en desgracia por una nueva ley de medios de comunicación llamada "Sobre los servicios de medios de comunicación y los medios de masas". Quienes la critican dicen que restringirá en gran medida la libertad de prensa y que constituye una amenaza directa a la democracia. La Comisión Europea está investigando si la polémica ley es compatible con el derecho comunitario. Actualmente está examinando una traducción de 194 páginas, un "asunto extremadamente complejo y delicado desde el punto de vista legal"; el análisis podría llevar varias semanas o incluso meses.
La ley y la reacción
El 21 de diciembre la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), declaraba que "la nueva ley de medios de comunicación húngara viola los estándares de libertad informativa y pone en peligro la independencia editorial y la pluralidad de los medios". El mismo día el partido de centro-derecha que gobierna en Hungría, el FIDESZ, había aprobado dicha ley para reforzar el control sobre los medios. Nace así una nueva autoridad que puede imponer multas de hasta 700.000 euros a emisoras y periódicos y de 89.000 a medios online por violar "el interés, la moral o el orden públicos". A organizaciones internacionales como Reporteros Sin Fronteras, la Asociación Internacional de Prensa y la Federación Europea de Periodistas les preocupa que Hungría pueda violar la Carta de los Derechos Fundamentales y el artículo de la UE sobre libertad y pluralidad de prensa. "El tiempo de Pravda [el principal periódico soviético -nde.] ya ha terminado", clamaron algunos grupos políticos del Parlamento Europeo; mientras, otros realizaron comunicados de prensa ardientes como "Esta ley de medios draconiana es un eco del pasado no democrático de Europa". El 23 de diciembre Neelie Kroes, comisaria para la Agenda Digital de la UE y ex representante de la OSCE por la libertad de prensa, envió una carta al vicepresidente del Gobierno húngaro para expresar su preocupación. Sin embargo, prevalece una actitud de "esperar y ver"; no parece haber intención de empezar un análisis jurídico oficial de la ley.
No fue hasta el 5 de enero (el día antes de la ceremonia oficial en la que Bélgica pasó la bandera presidencial a Hungría) cuando el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, defendió que "la libertad de prensa es un principio sagrado en la Unión Europea", y pretendió enlazar esta idea con su propia visita oficial a Budapest en enero. La presión internacional ha obtenido algunos resultados; aunque el primer ministro, Viktor Orbán, dijera en un principio que la ley no se enmendaría sólo por las críticas, un miembro del partido húngaro en el Gobierno declaró que estaba dispuesto a cambiar la ley "si esta se aplicaba de forma incorrecta, o si había problemas". Sin embargo, un comunicado oficial del ministro de Asuntos Exteriores húngaro dijo que "Hungría se compromete firmemente a cumplir el programa de la presidencia rotativa de la UE, pero rechaza rotundamente cualquier duda acerca de la capacidad de actuación de la presidencia húngara, así como las propuestas de limitar la responsabilidad". El portavoz del primer ministro añadió que la "ley de medios de comunicación es europea de principio a fin y que no se plantearían modificarla".
Tijeras en Europa
Tendremos que esperar un tiempo para obtener una opinión jurídica en Europa. El llamado "índice de libertad de prensa", un estudio anual de la independencia de medios de comunicación en 196 países realizado por la ONG Freedom House, situó a naciones como Italia, Bulgaria y Rumanía en el nivel de "parcialmente libres", junto a países como Nigeria, Colombia y Sierra Leona. En 2009 los eurodiputados rechazaron una propuesta de la Comisión para proteger la pluralidad de los medios de comunicación en la Unión Europea. El Parlamento Europeo votó contra la libertad de prensa en Italia (338 votos en contra, 335 a favor), permitiendo a Silvio Berlusconi mantener su actual influencia en aproximadamente el 90% de la audiencia televisiva de Italia. Varios diputados del europarlamento lamentaron este "día negro para la libertad de prensa en Europa". En el mismo año, una nueva ley en la República Checa prohibía el acceso de los medios de comunicación a información obtenida mediante escuchas telefónicas. Esta ley fue cuestionada más adelante en el tribunal constitucional del país.
Aunque un análisis jurídico sustantivo demostrara que la ley de medios de comunicación de Hungría es compatible con el derecho europeo, una posible directiva de pluralidad o libertad de medios de comunicación es (y siempre será) muy susceptible a los conflictos políticos del Parlamento Europeo. Las opiniones varían, desde "Europa no debería interferir en decisiones domésticas que no dependen de los tratados" a "este tipo de situación es una anomalía para la democracia europea y habría que enfrentarse a ella antes de que se exporte a otros países". Será difícil mejorar y asegurar la diversiad y pluralidad de los medios de comunicación, porque al final es cuestión de ética y valores. Pero, por favor: no se sorprendan la próxima vez que un país de la UE apruebe una ley de medios de comunicación cuestionable. Nadie puede negar que Europa tiene un problema con la libertad de prensa.
Imagen: main (cc) bubbo-tubbo/ Flickr
Translated from Hungary's new media law no surprise for Europe