¡Por fin de vacaciones!
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Pedro PicónLas vacaciones son sagradas en Europa, como el origen de las palabras que la designan… aunque no salte a la vista.
‘Vamos a la playa’. El éxito veraniego de Rigueira data de 1983. Pero las canciones del verano perduran en nuestra memoria a pesar del poco tiempo que se necesita para escribirlas. Nos recuerdan en cualquier caso que ‘ya somos grandes para tomar ir de vacaciones’, como sostiene la expresión alemana.
La palabra alemana urlaud , que designa a los descansos, no hace ninguna referencia a los veraneantes que se pasean por el bosque (como la palabra laub, que significa las hojas muertas, podría darnos a entender). Se refiere en realidad a la necesidad de los empleados del siglo IX, de pedir a sus superiores permiso para coger vacaciones… que se llamaban por aquel entonces urlub, una palabra muy próxima lingüísticamente al vervo erlauben (autorizar).
Conforme nos acercamos al sur, el viajero se encuentra con una avalancha de palabras con raíces latinas: vacances en Francia, vacaciones en España, vacanze en Italia… Incluso vakantie en Holanda. A diferencia del antiguo sentido dado a las vacaciones por los alemanes, sometidos a sus superiores, la palabra latina vacans no significa nada más y nada menos que tener tiempo libre. El español además, eriquece este término con un toque estival, al transformar la palabra verano en verbo para las vacaciones en este periodo (veranear).
El Italia y Alemania, también hablamos de ferie o de ferien. Los pueblos latinos también nos han dejado como herencia una alianza perfecta entre las palabras festus (festivo) y anum (santuario). Las dos juntos describen la fase de descanso durante la cual, en origen, se mezclaba la tradición religiosa y los días no laborables, cuando las tiendas cierran sus puertas y se sacaban a santos y vírgenes de paseo.
Los ingleses celebraban ya en el siglo XIV fiestas religiosas, holy days (días sagrados) hoy unidos en una sola palabra (holiday). También todavía las grandes fiestas populares en el sur de Francia en España se llaman Feria. Una cosa está clara: los europeos se han adaptado todos al placer de las actividades estivales. Sweet idleness, dicen los anglófonos cuando no quieren mover ni un dedo. Il dolce far niente de los italianos.
Translated from Europa heilig Urlaubland