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Polonia: ¿El Dorado de Europa?

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SociedadPolítica

En una Europa hundida por la crisis económica, Polonia destaca por ser el único país que no sufrió una recesión. En menos de veinte años, ha pasado de ser comunista a ser la sexta potencia económica de la Unión Europea. Los expertos dicen que Polonia se encuentra ahora en el mejor momento de su historia. Pero, ¿es oro todo lo que reluce?

Este país situado en Europa Central es el mismo que en los últimos 200 años desapareció del mapa, fue ocupado por los nazis y vivió el comunismo de la Unión Soviética. Pero las cosas han cambiado, y mucho. La transición de una economía planificada a una economía de mercado ha permitido un cambio espectacular.

El 80% de los polacos, felices

Olga cree que la mejora se debe “sobre todo gracias a la mejora de las infraestructuras y a la creación de nuevas empresas"Si comparamos los años 90 con 2011, los sueldos han subido cuatro veces. Nunca el país había sido tan rico, organizado o seguro como ahora. Una encuesta realizada en 2011 reveló que el 80% de los polacos están felices con sus vidas. Olga (30), profesora en la Universidad Stendhal de Grenoble, Francia y Małgorzata (23), estudiante de un máster en la universidad de Varsovia, nos cuentan sus impresiones sobre la “prosperidad polaca”. “Desde luego, ahora Polonia va mucho mejor que hace diez años”, dice Olga, “sobre todo gracias a la mejora de las infraestructuras y a la creación de nuevas empresas. La tasa deparoha disminuido considerablemente y los créditos bancarios son más accesibles para todos.” 

Miembro desde 2004, Polonia fue el único país de la Unión cuyo PIB experimentó un crecimiento positivo en 2010 (3,8%). Esto fue en gran parte gracias a las subvenciones europeas (con 67. 000 millones de euros durante el período 2007-2013, es el país más subvencionado hasta 2013). La mayor parte de estas ayudas fueron destinadas a mejorar las infraestructuras, todavía muy atrasadas comparadas con el resto de Europa. 

La clave, la actualización del país 

La reforma de ferrocarriles, carreteras, o aeropuertos generó muchos puestos de trabajo en el sector de la construcción, una de las claves para mantener la economía creciente. Esta estabilidad económica, junto con la solidez del sistema bancario, la mano de obra cualificada y barata y los fondos europeos formaban un terreno abonado que empezó a llamar la atención de inversores de todo el continente, quienes ven ahora en Polonia la principal plataforma de construcción en Europa. “Creo que lo que más les gusta a los extranjeros de Polonia es lo barato que es todo aquí para ellos”, comenta Małgorzata. Al preguntarles si animarían a otros europeos a vivir en Polonia, la profesora responde que “por supuesto que sí. Aparte del auge económico, los polacos somos muy hospitalarios, y la experiencia de vivir en un país extranjero es siempre muy enriquecedora”. Małgorzata añade: “Si estás preparado para enfrentarte a toda la burocracia y todavía estás soltero y buscas novia entonces sí”.

Olga comenta que le gustaría volver a trabajar a Polonia “si el sueldo fuera el mismo que en Europa occidental”. Małgorzata también preferiría buscar trabajo en Polonia porque “alguien tiene que quedarse aquí para ayudar a mejorar la situación” aunque afirma que no le importaría trabajar en el extranjero por un tiempo, siempre y cuando no sea un trabajo “para el cual esté sobre cualificada”.  El hecho de que Polonia no pertenezca aún a la zona euro y de que tenga su propia moneda, el zloty, ha permitido que las exportaciones no dejen de crecer y aumente así su competitividad. En pleno debate sobre la continuidad del euro, cabe recalcar este dato, más aún cuando se especula con la posibilidad de que Grecia tenga que volver a su moneda propia para poder superar la crisis.

Prosperidad, hasta cierto punto

“Polonia no es un país con poder suficiente para afrontar la crisis por sí mismo. Nuestra prosperidad depende de la prosperidad de otros países”

Pese a todo, Polonia es aún un país pobre comparado con la media europea. El salario medio bruto a mediados de 2010 era de 3224 PLN (unos 800 euros), del cual una gran parte se destina a la Seguridad Social y a pagar la retención del impuesto sobre la renta.“Comparado con otros países, los sueldos son muy bajos pero los precios siguen subiendo, incluso los productos básicos están por las nubes” nos cuenta Małgorzata “y eso debería cambiar”. También el precio de la vivienda se ha triplicado, a pesar de que las viviendas polacas son de media de las más pequeñas en Europa. Quizá por eso, Olga y Małgorzata no son tan optimistas ante la llamada “prosperidad polaca”. Según la profesora, “Polonia no es un país con poder suficiente para afrontar la crisis por sí mismo. Nuestra prosperidad depende de la prosperidad de otros países. La crisis y la deuda podrían afectarnos mucho más en unos años”. Para la estudiante, se trata simplemente de un término inventado por el gobierno para “alardear de algo que en realidad no han hecho”.

Finalmente, Olga añade que “Polonia no es un país ideal y siempre hay cosas que hace falta cambiar. Hay que mejorar la red de carreteras, erradicar la pobreza y reducir la tasa de desempleo”. Małgorzata está de acuerdo: “tenemos que invertir más en infraestructuras y educación. Darle a la gente joven más oportunidades, ayudarles a encontrar trabajo”. Polonia va por buen camino, pero está claro que aún queda mucho por hacer.

Fotos: portada (cc) piotrpawlowski/flickr); texto, (cc) perke/flickr; vídeo: euronews/youtube