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Píos y xenófobos en la onda corta polaca

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Default profile picture inés gutiérrez

Cultura

“Radio Maryja” -la cadena de radio polaca más escuchada- no sólo explica la Biblia sino también el mundo, tachando de enemigos a judíos, extranjeros y a la UE. Iglesia y Estado parecen indefensos frente a este “Vocero de Dios”.

El hombre sabe cómo caldear el ambiente: “Desde que el holocausto se incluyó en los planes de estudio, todos creen que Ausschwitz fue un campo de exterminación y no un campo de trabajo normal”. Comienza la discusión. Voces de protesta se hacen oír en la mesa de debate. Dariusz Ratajczak “Mientras que en un Estado católico como Polonia la mayoría de los ministros sean judíos y apesten a cebolla, Polonia nunca será polaca”, anuncia un ya polémico historiador. Gran aceptación por parte de los ilustres participantes en el debate y gritos de júbilo de oyentes conectados por teléfono. “¡Rescatad nuestra patria y expulsad a los judíos de una vez por todas!” Semejantes pruebas de propaganda antisemita pueden oírse en directo por todo el país. Radio Maryja, “La voz católica en tu casa”, emite en onda corta y cuenta con una audiencia fija de cuatro a seis millones en todo el país. Desde hace más de diez años, la emisora ultrarreligiosa del padre Taduesz Rydzyk ofrece a sus oyentes una mezcla de oración, canciones de misa y manipulación política. Su sede se encuentra en Torun, ciudad de provincia al Norte de Polonia. Bajo la tapadera del catolicismo, este bastión hace un llamamiento a boicotear el referéndum para la entrada en la UE. Otras veces, recomienda afeitar las cabezas de los diputados que están a favor de la legalización del aborto, tal y como hacían muy frecuentemente los colaboradores polacos del régimen nazi.

Un imperio similar a una secta

El padre Rydzyk pudo montarse su pequeño imperio a través de grandes donaciones que en un principio estaban destinadas a la Iglesia católica. Sólo en 2002 recolectó una suma de 16 Millionen Zloty (3,4 millones de euros). Junto con 47 emisoras locales católicas, controla el diario „Nasz Dziennik“ con una tirada de 250.000 ejemplares, tres fundaciones y una Escuela Superior para Cultura Social y Mediática, que incluye un instituto para periodismo. La “Rodzina Radio Maryja” (Familia de Radio María) supone un movimiento peculiar con sus cinco a seis millones de oyentes capaces de realizar cualquier cosa por la emisora. Ya desde pequeños se les instruye en la sección infantil y juvenil. El clérigo, con sus dos móviles bajo la sotana es tan venerado, que algunos críticos califican la “Familia Radio Maryja” como un movimiento sectario. Desde toda Polonia llegan grupos religiosos a la central de emisión en Torun con el fin de rezar en la capilla de la cadena junto al “Padre Director”. La influencia de Radio Maryja sobre la opinión pública polaca es mínima, si bien no hay que desestimar que los partidos políticos apoyados por la emisora consiguieron un 33% del sufragio en las últimas elecciones locales, resultado que superó el número de votos obtenido por los socialistas, partido del actual presidente.

El Estado también paga

En Polonia apenas hay legislación que impida la propaganda de la derecha radical a través de los medios de comunicación; no hay leyes que prohíban la expulsión de etnias y la animadversión frente a lo extranjero. Cuarenta años de censura comunista dejan al país sin códigos reguladores de los medios de comunicación de masas. Este fenómeno se da desde 1989 en la mayoría de los países del este de Europa. Tras las acusaciones injustificadas de fraude en los impuestos y del conflicto con la conferencia episcopal, Radio Maryja salió ganando y ya nadie se atreve a oponerse públicamente a la emisora. Aún así, el presidente Kwasniewski ha tenido que responder en el extranjero a preguntas incómodas acerca del tema. No obstante, desde el año pasado -y a raíz de protestas de diputados de derechas- Radio Maryja tiene un estatus similar al de la radio estatal y se financia en parte a través del erario público. Radio Maryja cuenta incluso con una licencia para emitir en televisión desde principios de año. Así pues, también la cadena de televisión “TV Trwam” (que traducido significa “mantengo mi opinión”) podrá proceder a la educación en materia de antisemitismo y xenofobia. Una triste perspectiva para un país democrático en el que sus vecinos europeos habían depositado tantas esperanzas.

Translated from Fromm und fremdenfeindlich auf Polens Kurzwelle