Petro Poroshenko y la fábrica de chocolate
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Eztizen Sánchez MontesEs multimillonario, amigo de Putin y dueño de Roshen, la 18º empresa de golosinas más grande del mundo. ¿Pero es capaz Petro Poroshenko, el nuevo presidente de Ucrania, de suavizar el conflicto con Rusia y engatusar a la UE con palabras dulces?
Ucrania está pasando por momentos muy duros. El 2013 terminó con protestas y altercados contra el ex presidente Viktor Yanukovich, al que le achacaban la mala gestión de las frágiles relaciones de Ucrania con Rusia y la Unión Europea. Desde entonces Yanukovich ha sido destituido y la situación ha empeorado ininterrumpidamente con el aumento de las tensiones económicas, la anexión de Crimea y el conflicto a gran escala. En un país en el que el sueldo medio es de 177€ al mes, los lazos económicos con las superpotencias vecinas como Rusia y la UE son de importancia máxima. Petro Poroshenko, que anteriormente fue el segundo Ministro de Comercio y Desarrollo Económico, fue declarado Presidente el 7 de junio, rodeado de grandes esperanzas para el futuro del país. Prometió terminar con la lucha y arreglar las relaciones con las dos zonas, lo cual le ha dejado en un punto muerto: su alto el fuego se ha quedado en nada y empieza a parecer que la situación no está tan controlada como le habría gustado.
El 27 de junio Poroshenko firmará un acuerdo de asociación con le UE pero ¿cómo va a conseguir el empresario y político endulzar las relaciones con todos y a la vez meter mano en todas las tartas?
VERSATILIDAD, ¿LA MARCA DE POROSHENKO?
Poroshenko, que fue elegido democráticamente, sorprendió a Occidente al ganar en popularidad cuando los disturbios acababan de expulsar del gobierno a otro político rico y con influencias. Poroshenko, que tiene un imperio valorado en 1,3 mil millones de dólares y una mansión a las afueras de Kiev, no parecía la opción ideal cuando los ucranianos de a pie sufren la crisis económica. Sin embargo, el electorado es impredecible, y su aplastante victoria pareció tener potencial para ayudar al cambio.
Sus relaciones con Rusia son complicadas. Acepta sin problemas el uso continuado del idioma ruso en el este del país, pero siempre ha dejado claro que se niega a relacionarse con separatistas. Sin embargo, en 2009, mientras ocupaba el cargo de Ministro de Exterior, explicó que le parecía que ser miembro de la OTAN era lo mejor para el futuro de Ucrania. Curiosamente, esto no formó parte de su campaña electoral.
¿Es esta versatilidad la que ha conseguido gran parte del éxito de Poroshenko? Ha aprendido bien a hacer malabares en política: en 2000 fundó el Partido de las Regiones, que le catapultó a la fama. En tan solo un año ya era el mayor apoyo del partido Nuestra Ucrania, de Yushchenko (presidente de Ucrania entre 2005 y 2010). Además, haber sido Ministro de Exterior también le habrá ayudado a saber gestionar el juego del gato y el ratón que Ucrania tiene que jugar con el resto del mundo.
LA RECETA DEL ÉXITO: ESPECTÁCULOS ACUÁTICOS
Parte de su éxito se debe a su propia cadena de televisión, a la que le invitan regularmente para entrevistarle. Este puede ser parte del secreto de la sorprendente popularidad de Poroshenko, al igual que en otros países los políticos acuden a debates televisivos para asentar su marca personal.
Ivan Lozowy, un analista político independiente, afirmó antes de las elecciones: "No ha hecho nada a corto ni medio plazo que haya destacado ni un poco". Al parecer, pagar para subir en los ránquines de las encuestas es común en Ucrania, y Lozowy cree que Poroshenko ha usado esta estrategia, ya que antes de estas encuestas nadie le conocía.
Puede que los habitantes de Vinnytsia sean los únicos que entienden el verdadero atractivo de Poroshenko. Sus dos fábricas de golosinas han creado 5.000 puestos de trabajo para los residentes locales, y todos ellos cobran más que la media. A esto hay que añadirle el regalo de Poroshenko a la ciudad: el mayor espectáculo acuático de Europa, considerado uno de los más impresionantes del mundo y equipado con láseres y música incorporada. En un discurso que pronunció en la localidad afirmó que durante su presidencia "lo que hemos conseguido en Vinnytsia lo lograremos también en todo el país". Una promesa increíble, teniendo en cuenta que la ciudad es famosa por su infraestructura y limpieza.
Pero seguro que Poroshenko no puede dejar de pensar en su éxito previo, tanto político como comercial. El 40% de sus ingresos vienen de Rusia, así que su situación es cada vez más precaria económicamente. Sin embargo, esto le ha hecho ganar cierta compasión por parte del público: cuando la guerra comercial con Rusia provocó que embargasen su empresa, Roshen, en el país vecino, el negocio de Poroshenko sufrió.
Las expectativas de Poroshenko están a la baja desde que ganó las elecciones, lo que deja el futuro de Ucrania rodeado de incertidumbre. Pero una cosa está clara, y es que el futuro de Ucrania está ahora estrechamente ligado al enigmático carisma de un político.
Translated from Petro Poroshenko and the Chocolate Factory