Pavlos Georgiadis: De las aceitunas a la conciencia climática
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Pavlos Gergiadis, etnobiólogo y activista griego, miembro de Climate Tracker, autor de libros sobre alimentación, cultivador de aceitunas y emprendedor social. También es el fundador de Calypso y We Deliver Taste, y el productor del premiado documental "Farming on Crisis?". Le entrevistamos en París.
Una semana después de haber participado en la recogida anual de aceitunas en su pueblo en Makri, cerca de Alexandroupoli en Grecia, encontramos a Pavlos Georgiadis en Place to B, un encuentro alternativo sobre el clima en París. Está aquí como observador de las negociaciones de la COP21. Tal como él mismo explica, se ha decidido a trabajar cada vez más "desde dentro" para promover la conciencia climática. "Nuestro objetivo es doble: Por una parte, queremos mostrar que estamos aquí y que estamos pendientes de las negociaciones, y por otra queremos comunicar a todo el mundo, de una forma simple, qué es lo que está pasando en la COP21", nos cuenta.
Pavlos es graduado en Biología por la Universidad de Edimburgo y tiene un máster en Biodiversidad y Taxonomía de las Plantas, obtenido en el Real Jardín Botánico de Edimburgo. Más tarde se trasladó a la Universidad de Hohenheim en Stuttgart para un segundo máter en Protección del Medio Ambiente y Producción Alimentaria, además de un doctorado en Comunicación Rural.
Afirma que sus elecciones son una consecuencia directa de su contacto con la naturaleza. "Mis padres son los dueños de uno de los olivares más antiguos del Mediterráneo. El contacto con la naturaleza siempre estuvo presente en mi vida, es una relación que forma parte de mí, de quién soy", declara.
Pavlos ha trabajado como investigador en varios países de Europa y Asia, y regresó a Grecia en 2011, cuando su país atravesaba una dura crisis financiera. Aunque la situación nunca le impidió alcanzar sus objetivos, sino que por el contrario contribuyó activamente en asuntos sociales. Sin embargo, se muestra decepcionado por la contribución de Grecia en las negociaciones: "En mi país somos socialmente vulnerables, así que nuestra participación no es la apropiada. Desafortunadamente, el cambio climático no forma parte de nuestro diálogo, no existe el activismo, y no me sorprende que estemos realmente ausentes de las negociaciones".
Aunque al principio había gente en Grecia asustada ante el cambio, él sabía que actuar era la única solución posible, y por eso él mismo se convirtió en ese cambio. "Cuando estaba en nuestro olivar, pensé que la agroecología y la agricultura regenerativa eran una gran forma de reducir el CO2 en la atmósfera, y ese es al fin y al cabo el objetivo de las negociaciones. Nuestro trabajo como activistas y productores es intentar encontrar más espacio que pueda ser destinado a este tipo de agricultura. Así es como conseguiremos la adaptación. Como miembro de Climate Trackers, espero poder utilizar mis conocimientos para que se produzca un cambio y alcanzar la justicia climática".
Pavlos espera que París se convierta en un hito que haga llegar la conciencia climática a todo el mundo, incluida Grecia. "Nuestra generación tiene la oportunidad de reconectar con la Tierra. Porque si continuamos como hasta ahora, necesitaremos tres planetas, y debemos asumir que sólo tenemos uno. La unión de la sociedad civil y de las acciones inviduales son probablemente la única solución posible a los problemas actuales".
Cuando terminó la entrevista, hizo un llamamiento a que todos en sus casas, en sus ciudades, en sus barrios, en sus países, encuentren una forma de pensar en soluciones simples que nos llevarán a la recuperación económica y también humanitaria. La cuestión del cambio climático ha cruzado fronteras, es una misión compartida por toda la humanidad. "Usemos nuestros privilegios evolutivos, el poder de compartir, de escuchar. Aprendamos los unos de los otros y todo empezará a mejorar", sentencia Pavlos.
Entrevista realizada por Despoina Kiltsopoulou
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