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Paul Lewis, príncipe de The Guardian: “El periodismo vive su edad de oro”

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Lía

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Paul Lewis tiene tan solo 30 años y ya ha conseguido el premio al mejor periodista británico del año. En el periódico The Guardian desempeña el papel de director de proyecto: todo aquello que es innovación pasa por sus manos y por su twitter. Gracias a su trabajo en la red social, se consiguió resolver un homicidio. Normal que diga que “vivimos la edad de oro del periodismo”. Él, seguro.

Paul Lewis es mitad español. “Cada verano de mi vida lo he pasado en España”. Parece que nunca pierde el bronceado. No le gusta el fútbol, pero compara a Pep Guardiola con José Mourinho, cosa que casi vuelve locos a los hinchas del Chelsea. Por éstas -entre otras- razones, los jóvenes periodistas participantes en la primera conferencia YoungPress organizada por StampMedia en Amberes, revolotean como abejas a su alrededor y cuelgan prácticamente de sus labios. Una persona que tiene carisma y al mismo tiempo timidez, que ha realizado sus sueños y que ha llegado a entender el significado del periodismo. “La única diferencia entre nosotros es que vosotros tenéis un problema de recursos económicos. Soy afortunado, no podría tener un puesto mejor”.

Foto © StampMedia

Una capucha y una blackberry

Tiene un estilo británico compuesto por un jersey marrón y unos pantalones beige de pinzas, zapatos de gamuza y calcetines muy coloridos que pasan del verde claro hasta el azul eléctrico. Cruza las piernas y antes de nada, te avisa: “No quiero que sobrevaloréis mi trabajo en The Guardian, no soy un jefe de redacción, hay personas cuyo trabajo es mucho más importante que el mío”. En agosto, recorría las calles de Londres camuflado de anárquico encapuchado, necesitaba informar sobre los motines, y para ello, le bastó una blackberry. “Sí, los 140 caracteres del Twitter son periodismo y puede que incluso más, pero solo eran la primera parte de mi trabajo. Publicaba foto instantáneas y audio, después pasaba a la segunda parte: escribía en el blog informando en directo, artículos de 60 palabras para la web, que aportaban 2.500 latidos al periódico. Estaba inmerso en llamadas telefónicas: CNN, Al Jazzera, BBC, todos me pedían que les contara lo que estaba sucediendo”.

Sus 50.000 suscriptores son 50.000 colaboradores. Uno de ellos le permitió alzarse con el premio British Press Awards 2010 como periodista del año. El colaborador era un jefe financiero de Nueva York que se encontraba en Londres durante el G20 y filmo la agresión repentina del quiosquero Ian Tomlinson antes de que cayera al suelo. “Las personas son fundamentalmente buenas, pocas buscan dinero a cambio de vender la primicia. Aquel jefe ni siquiera compartía las razones de las manifestaciones del G20, pero escogió a un periodista de confianza con el cual estaba seguro de que el vídeo estaría en buenas manos. Le estamos muy agradecidos por ello”.

“Es un momento fascinante para hacer periodismo”

El papel de Paul Lewis en The Guardian es “innovar, experimentar nuevas técnicas periodísticas a través del traspaso de información”, donde la fuente de información principal es la sociedad civil que actúa a través de internet y las redes sociales. Aquí comienza “la edad de oro” según Lewis. Basta con pensar en los grandes eventos del 2011:“Wikileaks, la muerte de Gadafi y Bin Laden, las estafas de los políticos, es una cuestión de expedientes digitales”. Los ciudadanos participan en la información, sustituyen a los periodistas y estos últimos deben saber aprovecharlo. “Somos menos, pero de esta manera podemos acceder a una fuente interminable de noticias. Es un momento fascinante para hacer periodismo”.

También es importante el sitio donde ejercer este oficio y The Guardian no es cualquier sitio. Después de haber finalizado sus estudios de Ciencias Sociales en la Universidad de Cambridge, Lewis llega al periódico en el año 2005 gracias a un programa de prácticas (traineeship), que actualmente ya no existe, por falta de recursos económicos. La revolución digital la ha visto desde dentro: Cuando he llegado, la redacción web se quedaba en segundo plano y se consideraba de poca importancia. Poco después se produjo una situación de igualdad: es la web la que decide la línea editorial; la cobertura multimedia viene antes que las otras y entre los periodistas no hay mas distinciones”. El viejo escriba ha cambiado totalmente de idea: se da cuenta de que nunca antes habían conseguido 3-4 millones de lectores al día?”.

La cobertura multimedia viene antes que las otras y entre los periodistas no hay mas distinciones”

Volviendo a esa frase, los jóvenes periodistas sufren problemas económicos pero Lewis no tiene una varita mágica: "No he dicho que este nuevo tipo de periodismo sea la solución a los tiempos de crisis". Su propuesta es radical y socialista: como los médicos o los profesores, se debe reconocer que los periodistas ejercen un papel de utilidad social. Se debería conseguir un periodismo financiado por el Estado, por las fundaciones y la sociedad civil. Así el beneficio pasara a segundo plano”. Lo que cuentan ahora, son solo ideas. Su último proyecto consiste en una investigación empírica sobre los motines del verano 2011, con centenares de entrevistas y 2,5 millones de tweets analizados. “Cada vez hay menos redactores, hay muchos cabos sueltos que atar: todos tienen acceso a las fuentes de información, eso se nota”. Éste es el consejo de Lewis... a sus coetáneos.

Todas las fotos: © StampMedia/flickr

Translated from Paul Lewis, principe del Guardian: "Il giornalismo vive la sua età dell'oro"