Patoso
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elena villanueva gonzález“Lo mismo que uno se hace la cama, yace acostado en ella”, reza de forma lacónica La ópera de tres centavos de Bertold Brecht. Por eso no esperamos dormir en ninguna cama con dosel cuando nos acostamos dans de beaux draps (literalmente: “en hermosas sábanas”). Quien alguna vez por causa de su vida privada excesivamente liberal sólo pudo ir a la feria en beaux draps blancs (ataviado de “hermosas ropas blancas”), se encontró en una situación bastante incómoda: este presunto “chaleco blanco” tiene por objeto en Francia hacer visible el lado oscuro de su estilo de vida.
Aún hoy entre los vecinos galos, uno mete “la pata” cuando se ve dans de beaux draps. Suena a asunto sucio, pero se refiere sólo a una circunstancia delicada: cuando en la vida no le sonríe a uno la fortuna.
A quien ande por mal camino le puede pasar que de repente en Inglaterra se encuentre caught in a quagmire (“empantanado”). También en el territorio lingüístico holandés se puede ver a la gente in het moeras zitten (“sentada en un pantano”).
Por lo general, las sustancias pastosas ofrecen un cierto peligro –no sólo para los chalecos blancos-. Mientras el alemán, cuando tiene mala suerte, in der Tinte sitzt (“se sienta en la tinta”), en Francia sucede algo más apetitoso: el pobrecito francés se sienta dans la panade (“en la sopa”) u opcionalmente dans la purée. En Inglaterra también encontramos the soup (to be in the soup), y de postre a jam (to be in a jam, “estar en la mermelada”). Los italianos ofrecen incluso pasteles: quien nei pasticci se halla, no está lejos de il casino (essere in un casino, literalmente, encontrarse metido “en un lío” o “en un burdel”).
Debería ser allí, en una atmósfera permisiva, pero a la vez estrecha, donde uno estuviera in die Klemme geraten (“en un aprieto”, Klemme, “pinzas” en alemán). Esto le pasa también al polaco, a quien le aprietan por ambas partes: by w tarapatach (tarapatach significando “pinzas”).
Bajo tales circunstancias uno aterriza pronto in der Patsche (“en el charco”) que ensucia el chaleco blanco: straszenkot. Esto también lo conoce el inglés, que de vez en cuando se encuentra in a mess (“en una mierda”). Además, para eso no debe ser uno un Tollpatsch (“patoso” en alemán), que como el húngaro Tolpaz se tropieza con sus grandes pies. Pero cuando a los soldados húngaros se les llamaba así en el siglo XVII debido a sus amplias suelas, se ofendían todos sintiéndose ridiculizados. ¡Guerra ridícula y patosa!
Translated from Schlamassel