Pasando de Facebook (o intentándolo)
Published on
Más de 250 millones de personas (100 de ellas europeas), ya se han rendido a los encantos de Facebook, una cifra espectacular que pronto quedará muy atrás teniendo en cuenta que la red social crece a un ritmo de 5 millones de usuarios semanales, sin embargo, sus críticos se multiplican y no son pocos los que deciden poner punto y final a su relación con el gigante de Palo Alto… O lo intentan
“No soporto las fotos supuestamente divertidas acompañadas de comentarios como ‘hey’ ‘cool’ o ‘lol’, ese tipo de comunicación con abreviaturas que va de la mano de la pérdida generalizada de la capacidad de expresarse con un mínimo de complejidad”. Quien así habla es Carolin, estudiante alemana de musicología que cursó el pasado año su Erasmus en París.
Ni contigo ni sin sin ti
Carolin borró su cuenta de Facebook un día después de abrirla, sin embargo no tardó en volver. “Pese a que no me gusta que mis datos circulen por internet, no quería perder la posibilidad de comunicarme de forma fácil y rápida con amigos de otros países, pero intento no malgastar mi tiempo enganchada a Facebook”. El caso de Carolin no es aislado, en los foros de internet son muchos los que rechazan participar en Facebook, la mayoría basándose en la falta de protección a la intimidad existente en las redes sociales.
El escritor y periodista francés afincado en San Francisco, Francis Pisani, experto en tecnologías de la información y que desde hace más de cinco años publica en el diario Le Monde el blog Transnets, cuenta para cafebabel.com su desencuentro inicial con Facebook. “Creo que no protege la intimidad lo suficiente y por eso dejé de usarlo durante un tiempo, quiero más control sobre quién me lee o no, sobre mi información”. Una adecuada selección de los contenidos que vertimos en la red puede ser la clave. “Creo que vamos a tener una relación diferente con nuestras vidas privadas en 20 años. En Estados Unidos si saben que te has emborrachado, sido infiel o consumido alguna droga puedes perder la presidencia”.
Redes sociales ¿responsables de traumas?
No solo preocupa la falta de intimidad. A lo largo de una reciente entrevista concedida a The Daily Telegraph, el arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, aseguró que las redes sociales “deshumanizan” e hizo saltar la polémica al relacionar la participación en redes como Facebook o Twitter con el suicidio juvenil, debido a lo que calificó de “trauma causado por las relaciones transitorias”. La respuesta no se hizo esperar, Even Williams, máximo responsable de Twitter arremetió contra las palabras de Nichols asegurando que era “el tipo de estupideces de alguien que no está familiarizado con las redes sociales”. Junto a la iglesia, el ejército, eso sí, por razones bien distintas. En el Pentágono, símbolo de la mayor potencia militar del mundo, tampoco quieren ver a Facebook ni en pintura, y desde comienzos de este mes sus trabajadores y los miembros del cuerpo de marines tienen prohibido el acceso a redes sociales por razones de seguridad.
Para los que ni siguen los preceptos de Nichols, ni forman parte del ejército americano, las razones para rechazar Facebook son más simples, el responsable del blog español Ponzonha así lo ve. “Si quiero saber algo sobre un amigo, le llamo y me lo cuenta. No me gusta eso de enterarme de las cosas por una red social. Sobre todo porque las cosas que se cuentan son las ‘pijadillas’ y chismes que menos me interesan. Supongo que por eso han creado jueguecitos y pasatiempos, porque debe ser un coñazo. Tampoco me mola la idea de reencontrarme con el gilipollas del instituto, del cole o de la carrera”.
Psicólogos de pacotilla para fenómenos complejos
Entre esos jueguecillos están la infinidad de test con los que tratamos de averiguar a qué personaje de Los Simpson nos parecemos más o qué tipo de persona somos. Para Carolin “test creados por psicólogos de pacotilla que ofrecen soluciones simples para fenómenos complejos”.
El problema es que Facebook es una realidad de la que es difícil escapar, y pese a las críticas, tanto Carolin como el bloguero de Ponzonha cayeron de nuevo en sus redes: “No soy un integrista, puedo rectificar”, justificaba. Su potencial de crecimiento, con la expansión de internet en China (que ya es el país con más internautas del mundo), India, Brasil o México, sigue intacto, no en vano Facebook es “el cuarto o quinto país del mundo en tamaño, pero todo tiene vida y muerte. Abrió un espacio importante y está por crecer, pero los imperios caen”. Pisani dixit.
Por lo pronto, Bill Gates, creador de otro imperio que no pasa por su mejor momento, ya ha anunciado su marcha de la red social. La dificultad de reconocer a sus conocidos entre las diez mil peticiones de amistad con que le avasallaron tienen la culpa. Un problema que, seguramente, no tenemos el resto de mortales.