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Papá Noel en el fogón

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¡Comensales europeos, preparad vuestras papilas! Para los amantes de la diversidad culinaria, este menú virtual pero de intensos sabores y tradiciones.

Una media de 250 euros se gastan los europeos en ágapes navideños. A este precio, los franceses se regalan el paladar con champán y foie gras, los noruegos con salmón y los portugueses con bacalao a bras. En todo el continente, la cena del 24 de diciembre es la ocasión de darse un festín en familia, alrededor de una buena mesa. ¿Por qué no probar un menú que realce la variedad de gustos de esta “Vieja Europa”? Un plato, un país, une historia...

Vino caliente sueco

El Glögg (o Gløgg) es un vino especiado servido por lo general en toda suecia durante el periodo navideño. Se suele acompañar con pan de higos o de especias, y es muy fácil de producir: una semana antes del día D para que concentre todas sus propiedades gustativas. Uvas y almendras van muy bien con esta bebida para cuya fabricación necesitará: una botella de vino tinto, de 5 a 20 clavos, entre dos y cuatro ramas de canela, uno o dos trozos de jengibre, una cáscara de limón, de 125 a 250 mililitros de azúcar, azúcar avainillado y granos de cardamomo. Se machacan la canela y el cardamomo juntos a la vez que se echan las especias y el limón en un frasco con vodka. Se deja reposar durante una noche y al día siguiente se vierte todo en una olla junto con el azúcar y el vino. Se calienta a fuego alto sin que hierva, dosificando el azúcar y el vino al gusto de cada cual y ¡God Jul!.

Ración de angulas

Llegando a alcanzar los 100 euros por kilo durante la época de navidad, las angulas –o anguilas jóvenes- constituyen uno de los platos más codiciados en España en estas fechas y en fin de año. Se pescan preferentemente por la noche, después de las 21.00h, entre octubre y febrero, y deben su precio exorbitante al método pesquero empleado: a la antigua, a la luz de una linterna con finas redecillas. Las angulas se degustan fritas en un poco de aceite de oliva y sazonada con ajo y perejil. El todo se extiende sobre finas tostadas de pan caliente y… ¡Feliz Navidad!

Pavo inglés

¿Qué sería de la navidad sin su toque británico? ¿Y sin su tradicional pavo con coles de Bruselas acompañado de salsa de arándanos? Las coles, menospreciadas el resto del año, son la estrella de los escaparates británicos desde principios de diciebre. Vamos a prepararlo con 175 gramos de mantequilla, 900 gramos de carne para salchicha, 200 gramos de beicon, un ramillete de salvia, cuatro migas de pan, un huevo batido, una cebolla bien grande, sal y pimienta. Se mezcla todo y se rellena con ello las entrañas del animal. Luego, se mete en el horno durante 40 a 50 minutos por cada kilo que pese la preparación y se obtiene el mejor cordon bleu imaginable venido del otro lado del Canal de la Mancha. ¡Merry Christmas!

Dulzuras germanas

¡¿Comerse los “pañales de cristo”?! Más conocidos por el nombre de Christstollen, se trata de un bizcocho preparado en Alemania desde hace más de 500 años, y en teoría su forma debe parecerse a la los pañales de Jesús en el pesebre. 500 gramos de harina, 200 gramos de azúcar blanquilla, un sobre de azúcar avainillado, una pizca de sal, cuatro gotas de concentrado de almendras amargas, cinco centilitros de ron, una cáscara de limón rallada, otra pizca de cardamomo, otra más de nuez moscada en polvo, tres huevos enteros, 175 gramos de mantequilla, 250 gramos de queso blanco, 125 gramos pasas de corinto, 200 gramos de uvas, 100 gramos limón escarchado y 100 gramos de almendras o de avellanas. ¡Ni más ni menos! Para la receta es muy sencillo: pinche aquí. Si sobrara, podría conservarse hasta durante un mes enlatado. ¡Fröhliche Weihnachten!

Atmósferas

Por último, puesto que todos comemos primero con los ojos, piensen en disponer de una hermosa mesa de navidad. Inspírense, por ejemplo, de la tradición sureña de Francia: tres manteles de distinto color –a ser posible blanco, oro y rojo– superpuestos y decorados con tres candelabros que simbolicen la trinidad. Se colocará el blanco encima de todos en Nochebuena y se remplazará a la mañana siguiente por el rojo. Si tras la misa de medianoche le queda aún un huequito en el estómago, sucumba a la tradición provenzal de los “13 postres”. Uno por cada comensal de la última cena de Cristo, con frutos secos, frutas escarchadas, almendras, turrón, nueces, dátiles o pan de hogaza. ¡Joyeux Noël!

Esta ronda de sabores sólo es un botón de muestra de las riquezas de la cocina europea. Coman sin reparos en año nuevo uniendo especialidades y buenos propósitos para 2006. Un consejo: ¡olvide la palabra “régimen”!

Translated from Le père Noël aux fourneaux