Osos marchosos en Berlín
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Pedro PicónSin duda, Berlín tiene un cariño especial por los osos, símbolo de la ciudad. Tras el fenómeno de la ‘knutmania’ por el nacimiento de un osezno polar en el zoo, los ositos de peluche tendrás su propio turoperador para visitar la capital alemana.
“La idea surgió por azar. Uno de nuestros amigos tenía la costumbre de ir de compras con su oso de peluche en la mano. Quizá para no sentirse solo… No sabíamos que regalarle por su cumpleaños. Secuestramos a su acompañante e hicimos un tour por Berlín. Desde la puerta de Brandenburgo hasta el Reichstag, pasando por la torre de televisión, le eché fotos como si se tratara de una estrella de Hollywood. Una escapada inmortalizada en un álbum de fotos que le regalé”. Así explican Karsten Morschett y Thomas Vetsch, treintañeros afirmados y creadores del Teddy tour berlinés en 2005, el nacimiento del proyecto, que lleva de viaje por Berlín a cientos de peluches.
Peluches de Mozambique
Recordándonos un poco al enano tratamundos del padre de Amélie Pulain, el tour operador berlinés ha tenido un gran éxito. Karsten, directora de escena en el teatro de Giessen, se ha dado cuenta de que “Berlín y sus numerosos monumentos simbólicos era perfectos para el proyecto. Incluso si Quebec o Madrid tienen también al oso como símbolo, ninguna otra ciudad del mundo contiene la palabra ‘oso’ (Bär) en su primera sílaba”.
Una epopeya insólita en una megalópolis. Sin ninguna campaña publicitaria de envergadura, el organizador se sorprende del éxito: “Un peluche mozambiqueño y otro de Tanzania han llegado a buen puerto. ¿Cómo han conocido el Teddy tour? Ni idea”, exclama Karsten. La reciente nominación de este circuito turístico para peluches como embajador de Berlín (dentro de la campaña be-berlin) ha servido para propagar el rumor.
Los hombres y sus pequeños tesoros
¿Quiénes son los tutores legales de estos muñecos viajeros? “De 7 a 77 años, todos coinciden en decir que no han visto jamás una idea tan loca”. Cada padre confía su ‘ser’ querido a los organizadores tras rellenar el formulario de inscripción y precisar si su mascota es vegetariana o si bebe alcohol. Karsten nos recuerda: “todos los peluches son bienvenidos, sea cual sea su raza, nacionalidad, religión, orientación sexual o deficiencia”.
El Teddy tour tiene en general más clientas mujeres que hombres. Muchas esposas envían a los pequeños tesoros de sus maridos a Berlín, quizá esperando librarse de un duro adversario por algunos días. “Mucha gente enferma o muy mayor recurren al Teddy tour para enviar a sus acompañantes de toda una vida en expedición. Una de las historias que más me ha conmovido es la de un osito enviado en recuerdo de un difunto”, recuerda un monitor, emocionado.
Aunque muchos sucumben a la idea de enviar a sus peluches de viaje, el paseo no es precisamente barato. Las tarifas varían de los 39 euros para los peluches autóctonos, hasta los 139 euros. Karsten justifica la relación calidad-precio: “Una guinda sobre el pastel, un pic-nic, un masaje personalizado… son algunos de los servicios ofrecidos a nuestros estresados ositos para que se sientan como en casa”.
Se aceptan barbies
Otras variedades de amigos inanimados son también bienvenidos a este tour, 100% respetuoso con el medioambiente. Incluso una barbie finlandesa realizó una vez la excursión... “A veces tenemos que adaptarnos a los diferentes juguetes que el interesado quiere mimar. En China, por ejemplo, los niños no tienen costumbre de tener osos de peluche”.
Léa, mi mini-yo franco-alemán, ha sido embalada para su tour berlinés. Este peluche de siete años, recordará durante mucho tiempo los buenos ratos vividos allí. A su vuelta Francia, le escribirá a su amigo pokemon, Léon, que está un poco deprimido: “Si estás triste, ya sabes que existe un tour de Berlín. Peluches amables, simpáticos y mimosos, en metro o bicicleta, podrás hacer amigos”.
Translated from Des nounours en vadrouille