Oriente Medio: Los bombardeos destruyen las esperanzas de paz
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susana sánchezIsrael ha declarado la guerra al Líbano, provocando además un aumento de la violencia en los territorios palestinos. La comunidad internacional lo contempla impotente la escalada.
Tanto israelíes como palestinos han entrado en la dinámica de intercambio de fuego a la que se suman diariamente, en ambos bandos, nuevas víctimas: Israel estaciona tanques en la frontera con Gaza y machaca su única central eléctrica. En Ramala, aparecen los restos de un israelí muerto. Las milicias israelíes detienen a dirigentes palestinos electos, mientras militantes palestinos lanzan cohetes Kassam sobre territorio israelí.
Por la noche llueven bombas
La violencia se ha desatado en un periodo muy inoportuno. Hace tres semanas, todo parecía indicar que los palestinos se desplazarían a Israel: tras semanas de negociaciones, el gobierno extremista de Hamás y el partido Al Fatal del presidente Mahmud Abbas sentaron las bases para una andadura en común. Ambos partidos firmaron el llamado “Documento de los presos”, que reconoce la creación del Estado Palestino respetando las fronteras de 1967 e, implícitamente, reconoce el Estado de Israel.
La Unión Europea se ha comprometido, por primera vez tras la victoria de Hamás en enero pasado, a facilitar apoyo económico a la población. Compromiso motivado, sin duda, por el serio recrudecimiento de las condiciones de vida en Palestina en los últimos meses. En los últimos días la UE se ha limitado a criticar era la situación en Gaza. Desde el bombardeo de la central eléctrica a manos de los israelíes, esta fuente energética se distribuye de forma racionada en la franja de Gaza. Por ese motivo, la labor de los hospitales se ha visto muy mermada. El suministro de agua, además, funciona sólo si funciona el eléctrico. Por la noche, las bombas retumban. El miedo a que familiares o amigos se sumen a las víctimas es omnipresente.
105 millones de euros para los palestinos
La comunidad internacional observa con impotencia cómo Oriente Medio se acerca irremediablemente al abismo de la guerra. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condena la intervención militar de Israel, en contra del derecho internacional. Por otra parte, los europeos no terminan de definir una línea de acción clara. Estados tradicionalmente críticos con Israel –como Suecia, Finlandia o Irlanda- revlaman una condena contra el Estado hebreo. Otros, como Francia, Alemania o Reino Unido, buscan una postura más mesurada.
La Unión Europea sólo ha alcanzado el consenso en un punto: la población civil precisa de ayuda urgente. Los hospitales de Gaza necesitan combustible que garantice el suministro eléctrico. “Estas son las primeras medidas”, afirma la comisaria de exteriores Benita Ferreo-Waldner. En total se han empleado ya 105 millones de euros en hospitales, escuelas e infraestructura. No resulta suficiente pero es un comienzo. El fin del conflicto interestatal no se vislumbra. Cuanta más fuerza ejerza Israel, mayor será el número de soldados que los grupos radicales palestinos secuestren. Por el momento, la paz en Oriente Medio lejos de conformar una esperanza realista, continúa siendo una utopía.
Translated from Nahost: Die Bomben zerstören die Hoffnung auf Frieden