Operación de Europa para ayudar a Obama con Guantánamo
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La UE prepara un paraguas jurídico y político para que los Estados comunitarios puedan importar presos de Guantánamo. Portugal lanzó a todos en esta competición. Holanda y Austria son los más reticentes. Estrategias electorales, mala conciencia y oportunismo se mezclan en este caso
Está en juego quién será el interlocutor europeo de Obama: el Partido Popular europeo o los Socialistas europeos. Se trata de acoger a presos de Guantánamo para ayudar a Obama a cerrar esta cárcel ilegal en territorio cubano, pero siempre que sobre esos presos no pesen cargos. Queda por resolver si esos presos podrán hacer uso del espacio Schengen para pasar de un país a otro de la UE.
Portugal necesitaba un lifting diplomático
El ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Luís Amado, fue el primero en tomar la iniciativa en la UE. Quería ayudar a OObama in washington DCbama a cerrar el capítulo negro de los Derechos Humanos que ha constituido Guantánamo. En un gesto, quizá, para tener la conciencia tranquila y lavar su imagen internacional.
Hay que recordar que fue el antiguo primer ministro conservador portugués, José Manuel Durão Barroso –hoy Presidente de la Comisión Europea-, quien metió a Portugal en la lista negra de la reunión de las Azores en donde Bush, Blair y Aznar decidieron ir a la guerra en Irak, en contra de la opinión de los expertos de la ONU y de la voluntad de la misma organización de Naciones Unidas, provocando una división en el seno de la Unión Europea sin precedentes históricos.
No es casual que los siguientes países que se han sumado a la iniciativa hayan sido España y el Reino Unido.
Todos quieren ser el interlocutor de Obama en Europa
No obstante esta jugada diplomática puede también tener una lectura en clave política europea. Se sabe que el Partido Popular europeo, con su jefe de filas en el Parlamento al frente, Joseph Daul, llevan meses manteniendo intensas relaciones con los equipos de trabajo de Barack Obama para convencerles de que, a escala política euroatlántica, el interlocutor de confianza del demócrata norteamericano es el Partido Popular europeo y no liberales y socialistas, como de entrada hubiera parecido más natural.
La estrategia de Gordon Brown
De hecho, el principal aliado de los Populares europeos en esta estrategia es ni más ni menos que el Premier británico, el laborista Gordon Brown, cuyo interés inmediato a escala europea no es que los socialistas ganen las próximas elecciones europeas, sino que queden detrás del PPE y que los Tories (conservadores) británicos se escindan –como han anunciado- del PPE junto al ODS checo. Esto le permitiría convertir a los laboristas británicos en la delegación bisagra que necesitaría el centro derecha europeo para sacar adelante sus reformas europeas y, a la vez, otorgaría a Brown una relevancia política a escala europea como aún no ha logrado. Por eso su actividad de mediación entre los EE UU y Europa en los últimos meses se ha vuelto frenética: quiere que cuenten con él desde la derecha y asumir el protagonismo dentro de los socialistas.
La respuesta de los socialistas europeos
Visto este panorama, los socialistas se ven ahora en la obligación de aprovechar la mínima oportunidad para recobrar la iniciativa a ojos de Barack Obama y del electorado, que puede ir a votar en junio de 2009 buscando al partido que más se asemeje a Obama. Por lo pronto, en todos los actos oficiales del Partido Socialista europeo se corea hasta la saciedad el lema 'Yes we can' de la campaña de Obama.