OMC: la eterna disputa
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silvia durán garcíaEl objetivo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) es la liberalización del comercio mundial. Sin embargo, hace algunos años que su labor se ve frenada por el conflicto entre los países en desarrollo y los países industrializados.
La Organización Mundial del Comercio OMC nació el 1 de enero de 1995. Surgía del GATT -el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio-, que entró en vigor el 1 de enero de 1948. Del mismo modo que el GATT, la OMC se ocupa de la liberalización del comercio mundial mediante la supresión de las barreras arancelarias. La OMC es un organismo especializado de las Naciones Unidas y está formada actualmente por 149 Estados, dos tercios de los cuales son países en desarrollo. Su órgano superior es la Conferencia de los Ministros de Economía y Comercio, que se reúne como mínimo cada dos años.
La política agraria siempre ha sido un tema central para esta organización. Con la fundación de la OMC se acordó, entre otras cosas, convertir las medidas existentes para la protección de la agricultura en aranceles, que habría que suprimir poco a poco. Sin embargo, la Unión Europea se opone pertinazmente a este objetivo. Los costes de la Política Agraria Común (PAC) le suponen a la UE casi el 45% de su presupuesto total. Tan sólo las antiguas colonias europeas gozan de acuerdos y ventajas especiales gracias a la política de desarrollo para la importación de productos agrícolas a la UE recogida en los acuerdos de Cotonú con los países ACP (África, Caribe y Pacífico). Sin embargo, hay un grupo que resulta el más perjudicado por la liberalización del mercado con productos agrícolas: los países en desarrollo.
Seattle 1999: los críticos con la globalización se movilizan
En realidad, la Conferencia Ministerial que se celebró en Seattle en 1999 debería haber sido una "Ronda del Milenio” donde debatir sobre política agraria y servicios. La UE fue a las negociaciones con buenas intenciones: presentó una propuesta que, entre otras cosas, preveía una mayor liberalización del mercado mundial y el apoyo a la integración en la OMC de los países en desarrollo. Pero las negociaciones fracasaron debido fundamentalmente a que los países en desarrollo no poseían ni el dinero ni los recursos para conseguir sus exigencias, pero también por la falta de apoyo de los Estados Unidos. La negativa de la UE a suprimir las subvenciones a la agricultura complicó aún más las cosas.
Pero Seattle ha permanecido en la memoria sobre todo por la famosa "batalla". Las organizaciones no gubernamentales y más de 30.000 manifestantes protestaron en masa contra la liberalización del mercado mundial: había nacido el movimiento antiglobalización. Los simpatizantes de este movimiento estaban organizados desde antes de la Conferencia Ministerial, a pesar de sus diversos puntos de vista, y se habían unido para hacer frente a la OMC. Criticaban entre otras cosas el deterioro de las condiciones laborales y medioambientales y el descenso de los salarios a causa de los avances en la liberalización. El funcionamiento de la OMC también molesta a algunos antiglobalizadores, muchos de los cuales piensan que simplemente se trata de un club exclusivo y poco democrático.
Doha 2001: un programa para los países en desarrollo
En 2001 se intentó reanudar las negociaciones en Doha (Quatar). Oficialmente se acordó conceder más prioridad a las demandas de los países en desarrollo haciendo hincapié en los temas relativos al desarrollo y se proclamó una nueva ronda de negociaciones, el "Programa de Doha para el desarrollo". Sin embargo, al mismo tiempo, los países industrializados querían aprobar sus propios temas: inversiones, competencia y facilitación del comercio. Estas cuestiones no relacionadas con cuestiones agrícolas, denominadas "temas de Singapur" se incluyeron en el programa de la OMC en 1996. El "Grupo de los 70" formado por representantes de países en desarrollo se mostró contrario, ya que estos Estados temían perder autonomía en sus políticas económica y comercial.
La supresión de las subvenciones de exportación de productos agrícolas en el futuro también es una cuestión controvertida. Los 17 países del "Grupo de Cairns", que representan más del 20% de la producción agrícola mundial, aboga por una eliminación progresiva de las subvenciones en varias fases. La UE se sitúa en el lado contrario, con el argumento de que el caracter cultural especial que posee la agricultura dentro de la industria hace necesaria una negociación específica. No obstante, muchos países en desarrollo consideran esto puro proteccionismo.
Cancún 2003: el conflicto norte-sur se hace visible
La Conferencia de Cancún de 2003 tenía como objetivo proseguir las negociaciones que se habían quedado encalladas. Los seguidores del movimiento antiglobalización estuvieron presentes de nuevo en las protestas, capitaneadas por agricultores y campesinos y culminadas por el suicidio del campesino surcoreano Lee Kyoung Hae. Los opositores a la OMC pudieron celebrar que la Conferencia finalizó sin éxito. Muchas organizaciones no gubernamentales vieron en ello una victoria para los países más pobres, que se habían organizado mejor formando grupos para defenderse de la influencia de los países ricos.
El fracaso de Cancún pone de manifiesto la dimensión del conflicto norte-sur. Ambas partes se culpan del bloqueo: los EEUU y la UE insisten en los temas de Singapur, mientras que los países en desarrollo se decantan principalmente por el programa de Doha para el desarrollo.
Habrá que ver si la Conferencia Ministerial que se celebrará entre el 13 y el 18 de diciembre en Hong Kong podrá solucionar el conflicto.
Translated from Zankapfel WTO