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Nombre en clave: BIB 2003

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Misión: Desarrollo sostenible. Características: Proyecto “loco” para estudiantes utopistas y tenaces, quienes a falta de ser ciudadanos del mundo, viven e intentan construir una Europa a su imagen y semejanza.

En 1994, un pequeño grupo de estudiantes tuvo la idea de invitarse por turnos, en sus respectivos países, para mantener sus lazos y compartir su interés común por el medio ambiente. Los estudiantes alemanes de Born recibieron al año siguiente a sus amigos europeos y de esta manera nació la red europea Born in Born (BIB). El noveno encuentro tuvo lugar en Francia del 11 al 20 de abril pasado en París y en la región de Norte Paso de Calais.

Así pues, nos reunimos un centenar de personas para hablar del tan mediatizado desarrollo sostenible. En total había quince países representados, con igual número de disciplinas. ¡Una bonita diversidad de puntos de vista para “cruzar nuestras miradas”! Más allá del ambiente entusiasta y de los lazos creados, por encima de las fronteras, aportamos así nuestra modesta piedra a la construcción de una Europa vivida.

Un espíritu “participativo”

Evento participativo e informal en esencia, año tras año el BIB confirma su diferencia. Esta participación, a menudo abstracta, es para los autoproclamados “Bibers” algo muy concreto. Por un lado, los organizadores se responsabilizan de la preparación del BIB que la democracia estudiantil les ha confiado. Por otro lado, los participantes enriquecen el evento con sus contribuciones espontáneas, trabajos o experiencias presentadas a todos durante la realización de los talleres. Algunos de los temas presentados y más tarde debatidos han sido el ecoturismo, el cambio climático, las leyes de calidad medioambiental, cementerios de armas químicas y la educación medioambiental. Sean cuales fueren los temas, esta dinámica de intercambio se mantiene gracias a las inversiones de cada uno. Cada año se invierten los papeles y otro país se encarga de la organización.

Un tema: el desarrollo sostenible

Esta década de intercambios nos ha abierto nuevas perspectivas de reflexión. Los tres días de visita en la región de Norte Paso de Calais nos hicieron descubrir un desarrollo sostenible que sobrepasaba las prácticas comunes hasta el momento, imponiendo la creatividad y cambiando nuestros puntos de referencia. Así pues, allí vimos lo siguiente: un campesino y su familia que vivían muy bien con tan sólo 8 truchas y sin préstamos, un instituto ecológico, luminoso y sin violencia, una mina sin mineros pero con artistas y empresas verdes, etc. En la misma línea, propusimos a los estudiantes que descubriesen París de una manera diferente, yendo un día al encuentro con actores locales, con iniciativas de todo tipo: Zona de Ordenación Concertada “Paris Rive Gauche”, “Frigos de Paris”, Ciudad Universitaria Internacional, Parque André Citröen. Estos fueron momentos desconcertantes en los que cada uno pudimos recordar que París no se acaba en el Louvre, sino que sigue habiendo un espacio donde ocurren historias cotidianas.

Con motivo de la conferencia del 18 de abril titulada “Desarrollo sostenible: introspección y prospectivas”, los ponentes Morin*, Nicolescu* y Tardieu* nos dieron una visión general del malgastado concepto. ¿No es extraño que una misma visión de futuro compartida por lo esencial de la clase política occidental sea por otro lado el soporte de la comunicación de numerosas grandes empresas (Electricité de France, British Petroleum, Banque Crédit Agricole, PSA, etc.), así como el leimotiv de numerosos movimientos ecologistas? ¿Estará vacía de contenido la noción de desarrollo sostenible para suscitar tanto oportunismo? A falta de ser la panacea, al menos su existencia estimula nuestros intercambios y conversaciones.

Un alegato por una Europa… abierta

Si este encuentro ilustra efectivamente una apertura de miras, ¿para cuando la igualdad de los ciudadanos, la desaparición de las fronteras? La red BIB lo reafirma con fuerza, ¡Europa sobrepasa la UE! La solidaridad comunitaria atañe a un número limitado de países. Ahora bien, ¡los serbios, los rusos y los albaneses también son europeos! Así pues, constatamos la guetización del espacio Schengen. Este instrumento de apertura se ha convertido en discriminatorio e impone a los participantes del Este tener dinero al contado, con un salario mínimo en Rumania por día de presencia de 100 euros. Y teniendo en cuenta la política en materia de seguridad francesa, donde la hospitalidad se está convirtiendo en un concepto abstracto, para una veintena de propietarios ha desaparecido esa liquidez. Nosotros trabajamos por una Europa amplia y tolerante. ¡Ya ha habido demasiadas discriminaciones étnicas y económicas en nuestra historia!

Para que el movimiento siga vivo, ¡gritemos fuerte contra un sistema... muy rígido!

El BIB se inscribe en una lógica que no es la del sistema universitario: los encuentros informales, militantes, paneuropeos e interdisciplinares. ¿Debemos darle la razón a Ivan Illich cuando nos habla de los estudiantes como “alumnos-consumidores a los que se les enseña a adaptar sus deseos a los valores comercializables sin que eso, en este circuito de progreso eterno, nunca les lleve a madurar”? Saliendo de este esquema neurótico, el BIB intenta emanciparse de la compartimentación universitaria.

Bien por ser una iniciativa inoportuna o un conflicto entre universidades, no se le concedió al BIB ninguna sala para la organización de sus talleres.

¿A cuántas puertas llamamos ?, ¿cuánta energía gastamos?, ¿cuántas cartas sin respuesta? Cuando la mayor región de Francia se esconde tras la pesadez de su administración para que finalmente no nos sigan que sí o que no a la ayuda solicitada... ¡Afirmar que el sistema europeo anima al estudiante medio para que presente iniciativas es ingenuo e hipócrita! Por el contrario, es maravilloso escuchar cuando se ve el entusiasmo en frases como: “estáis locos, ¡pero es genial!” Tan sólo el empeño nos ha permitido transformar nuestros sueños y nuestros proyectos... ¡en momentos tan enriquecedores!

¿Y qué será del segundo país organizador, nuestros amigos rumanos? ¿Una mayor solidaridad paliará las dificultades económicas haciendo así ineficaz el concepto de desarrollo?

Entonces, ¿para cuando una Europa como un “nivel de realidad”?, retomando las palabras de Basarab Nicolescu. ¿Una Europa abierta por encima de las naciones, las lenguas y las culturas… una Europa respetuosa con su medio ambiente tan rico y diverso, donde las generaciones futuras vivirán felices y en paz a lo largo de los siglos? Sueños.

A través del desarrollo sostenible, concepto minimalista ya que sin salir de la contradicción inicial de desarrollo/sostenible, se plantea la cuestión fundamental del futuro del Hombre y de su Medio Ambiente. El sistema concluye que la Tierra está en crisis: el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales o el crecimiento de las desigualdades. Porque nos acercamos al umbral de la ruptura. Es urgente no seguir cambiando los parches, sino cambiar de bicicleta, pensar en un futuro inteligente, donde la economía esté al servicio del hombre. El hombre en armonía con su entorno. Algunos dirán que esto es una utopía. Otros responderán que se trata de pragmatismo elemental…

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*Edgar Morin es sociólogo y Director emérito de investigación en el Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS).

*Basarad Nicolescu es físico y presidente del Centro Internacional de Investigación y Estudios Transdisciplinarios.

*Jean-Pierre Tardieu es consejero especial del presidente de Véolia-Environnement (antigua Vivendi-Environnement).

Translated from Nom de code : BIB 2003