Ni Zapatero ni Rajoy: Ciber-indignación con vistas a las elecciones
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El próximo 22 de mayo los españoles decidirán en las urnas el futuro político de la mayoría de las comunidades autónomas y ayuntamientos; un examen que se presenta difícil para Gobierno y oposición, y cuyo resultado puede dar las claves de las elecciones generales de 2012.
La gestión de la crisis y la reciente aprobación de la Ley Sinde han movilizado a rebeldes y descontentos, que ya se empiezan a organizar a través de la red.
Resignación y hartazgo son las palabras que más se escuchan últimamente entre la población española que, sin embargo, no inunda las calles para protestar. Según datos del último barómetro del CIS (Centro de Investigaciones sociológicas), casi el 80% nombra al paro (que en febrero batió un nuevo récord al situarse en 4,3 millones, una de las tasas más altas de la Unión Europea) como su principal preocupación. Y es un problema que no discrimina por edad o formación. Con un desempleo juvenil del 40% , muchos veinteañeros han decidido gastar menos dinero en irse de cañas para dedicarlo a clases de alemán, aferrándose a la esperanza de formar parte de ese grupo de españoles que la canciller germana, Angela Merkel, promete llevarse a su país a trabajar. Así que en algunas aulas universitarias ya no se habla de salidas laborales, sino de “lo que ha dicho la Merkel."
Bajo el inmobiliario, los corruptos
Tras el paro y la economía en general, el tercero en el podio de las preocupaciones españolas es la clase política, que para muchos necesita una profunda renovación. Las causas de este desgaste son múltiples, pero por encima de todas ellas destaca el nivel de corrupción nacional, que tiene incluso su propia entrada en Wikipedia. Habitual protagonista de la no solo joven sino también inexperta democracia española, lució con todo su esplendor con la explosión de la burbuja inmobiliaria, cuando salieron a la luz importantes tramas urbanísticas con numerosos políticos supuestamente implicados. Desde entonces, los españoles se han habituado a desayunar con noticias de la policía accediendo a diversos ayuntamientos para revisar sus cuentas.
El tradicional bipartidismo entre PP y PSOE, agitado por escándalos y traumas que cada ciertos años cambian al Gobierno, tampoco parece estar en plena forma. Internet ve nacer movimientos sociales llegados del decontento político; es el caso de 'No les votes', que llama a cambiar la configuración de las cámaras, a sancionar duramente en las urnas a los partidos con más presencia (PP, PSOE, CiU) y otorgar el poder a otras formaciones políticas.
Mientras los últimos sondeos de intención de voto favorecen al actual partido en la oposición, que saca 10 puntos al PSOE, todos los politicos nacionales reciben notas de los ciudadanos por debajo del 4. Desde 'No les votes' se hace una contracampaña para que, como explica uno de sus ideadores, Enrique Dans, “la gente no vote a los partidos que han demostrado que legislan en contra de los intereses de los ciudadanos."
La indignación se moviliza
El principal objetivo de este movimiento es “mostrar el malestar ante una forma de hacer política” y enseñar que “no se puede gobernar en contra de los que te han votado”, como sostiene Dans, profesor en el IE Business School y bloguero de reconocido prestigio.
Enrique Dans: "Es una ley absurda, no blanda; está mal hecha (...) Es la gota que colmó el vaso”
Este grupo, cuyo documento inicial surge de la indignación provocada por la Ley Sinde, que permite cerrar páginas web de descargas ilegales, quiere animar a la población a reflexionar. Esta ley fue calificada por algunos países de la Unión Europea de “blanda”. Sin embargo, para Dans “es una ley absurda, no blanda; está mal hecha (...) La Ley Sinde es la gota que colmó el vaso”, y hace un llamamiento a “regular y adaptar la propiedad intelectual a los tiempos que corren”. Mientras tanto, EEUU señala a España como un paraíso para la piratería. Este texto, que fue aprobado con los votos de PP, PSOE y CiU, constituye la disposición final segunda de la Ley de Economía Sostenible. Polémica desde su primera redacción, ha generado numerosos debates entre internaturas e industria e incluso ha supuesto la dimisión del anterior presidente de la Academia de cine, Álex de la Iglesia, que mostró públicamente su disconformidad hacia el documento.
¿Es esta ley la guinda del pastel de crisis y hartazgo que comen los españoles cada día? El 22 de mayo se comprobará hasta qué punto ha calado un ambiente pesimista del que los partidos políticos más fuertes pueden salir muy mal parados.
Foto: portada: (cc) zorenne/cortesía de Flickr