Newsha Tavakolian, contraportada de Irán
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Inaugurado hoy el 19º Festival Visa pour l’Image de Perpiñán, Newsha Tavakolian, fotoperiodista iraní de 25 años y nueve de experiencia a sus espaldas, enfoca la situación de las mujeres en Oriente Medio.
Newsha Tavakolian ha recorrido Siria, Arabia Saudí, Paquistán, Líbano, la invasión de Irak y su propio país captando el rostro de un Oriente Medio que no aparece en las portadas de los medios occidentales. Su último trabajo, Madres de mártires, es una serie de retratos de madres con fotografías de sus hijos fallecidos en la guerra entre Irán e Irak. “Madres que, desde entonces, han buscado consuelo en el orgullo de la muerte patriótica de sus hijos y que ahora, con la revolución carcomida por problemas, empiezan a cuestionarse si su muerte sirvió de algo”. Un trabajo muy distinto a Iran: jóvenes iraníes con ropas ceñidas, grandes gafas de sol y que muestran parte de sus cabellos bajo un velo que Tavakolian sólo viste en los países musulmanes y dependiendo del contexto.
Participa en el X Encuentro Internacional de Fotoperiodismo “Ciudad de Gijón”, en España, y nos hemos citado en la animada cafetería de uno de los hoteles frecuentados por los participantes a este certamen dirigido por el premio Pulitzer Javier Bauluz y enmarcado en la Semana Negra, un festival multicultural que congrega cada año a más de un millón de personas en esta ciudad del norte ibérico.
De telefonista a fotógrafa por tener voz infantil
Descubrió la fotografía en un curso que hizo cuando tenía dieciséis años. “Hasta entonces, quería ser cantante”. A menudo, la sorprendo tarareando alguna canción y cuando veo sus fotografías presiento que mientras hacía clic también estaba componiendo la banda sonora de sus protagonistas. Un día, alguien le dijo que podía ser fotoperiodista. “Durante un mes, iba todos los días al periódico a pedir trabajo. Me lo dieron. Era la nueva telefonista”. Tavakolian tiene un agudo sentido del humor que abarca desde los gestos a la mirada hasta que, de repente, estalla en una carcajada. “Unos meses después, me dijeron que lo había hecho muy bien pero que mi voz era demasiado infantil”. A partir de aquel momento, pasó a ser fotógrafa del periódico.
La batalla de la libertad se libra cada día
Desde entonces han pasado nueve años. Un período en el que su objetivo ha recogido la convulsión que ha vivido su país y su propia vida. “Durante cuarenta años, no hubo ningún cambio en Irán. Sin embargo, pese a lo mucho que nos queda por hacer, la situación ha mejorado notablemente durante la última década. Es el caso de las mujeres. Un avance que no ha venido del gobierno, sino de nosotras mismas. No nos hemos conformado y hemos luchado por la libertad cada día. Somos mayoría en la universidad, en los periódicos, hay mujeres taxistas… etc.” Tavakolian elige las palabras con cuidado mientras raya en el mantel de papel unos trazos como si de un esquema se tratase. Conoce bien los medios occidentales. Ha publicado en The New York Times, Stern, Newsweek, Le Figaro y Time Magazine, entre otros, y ha sido premiada por National Geographic y por la edición norteamericana de Marie Claire como una de las nueve mujeres del año.
Por ello, carga sus respuestas de la responsabilidad de hacer justicia a la realidad que éstos ignoran en sus páginas. “Cada día, doscientas personas se manifiestan en Irán en contra de los Estados Unidos. Son siempre las mismas personas, pagadas y organizadas por el gobierno. La gente normal no se dedica a quemar banderas estadounidenses. Al convertir esa imagen en portada están sirviendo a la crispación fomentada desde el gobierno.”
Diálogo y unión
Cuando le pregunto por cuestiones políticas, responde con las ideas claras, pero acompaña sus respuestas con un “Yo no soy política aunque...”. Por eso, cuando hablamos de la cuestión nuclear en su país, parece querer dejar claro un aspecto que un occidental no excesivamente comprometido con la política pasaría por alto. “Hay dos grupos de opinión pública: los que la apoyan por considerar que tenemos el mismo derecho que Estados Unidos y los que consideran que sería peligroso teniendo en cuenta la inestabilidad de nuestro gobierno. Nos preocupa el equilibrio entre libertad y seguridad. Pero, independientemente, tenemos una vida normal, vamos al cine, a bailar, a tomar un café…”. Este discurso se confirma en sus fotografías, enfocadas en las personas anónimas porque “la posibilidad de cambio está en la unión de los ciudadanos, sobretodo en la juventud”. Por ello, ha fundado junto a otras cinco fotoperiodistas de Sudáfrica, Georgia, Brasil, Tailandia y España EVE, “una plataforma desde la que podamos alzar la voz y dársela a través de nuestras fotografías a los problemas de las mujeres en el mundo”. Conocer para comprender y poder así propiciar el cambio. Una máxima que parece haber definido toda su trayectoria y que fue la que le llevó a cubrir la invasión de Irak. “Recordé la guerra entre Irán e Irak, el resentimiento que había quedado. Irak era un país al que no podíamos ir. Pensé que debía fotografiar lo que estaba ocurriendo, conocer a su gente. Allí me di cuenta de que me gustaban los iraquíes y de que todo era cosa del pasado”. Tavakolian es una mujer que mira con esperanza al futuro, para el que espera que Europa esté a la altura. “Los iraníes la tienen en gran estima. La perciben como la alternativa al modelo estadounidense, como el interlocutor occidental con el que es posible el diálogo”.