Ñam ñam: Tu año Erasmus sin jamón serrano
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La experiencia Erasmus en cualquier país europeo es, sin duda, una de las más importantes en la vida de todo estudiante. Pero además de los amigos, las fiestas, la nueva ciudad y el nuevo idioma, hay algo en lo que muchos no pensamos y descubrimos al poco de marcharnos: Como en casa, no se come en ningún sitio. Estas son las comidas que más echamos de menos cuando estamos fuera.
Hay algo que todo estudiante español que disfruta de su experiencia Erasmus en un país europeo aprende antes o después: Hay comidas como las de tu abuela o ingredientes de los que antes usabas todos los días que no existen en tu país de destino. Y no importa cuántos supermercados recorras ni en cuántos grupos de Facebook para Erasmus preguntes: Hay productos que, sencillamente, no podrás encontrar.
Tanto es así que Internet se ha llenado de páginas y tiendas online dirigidas, precisamente, a los estudiantes españoles que viven en el extranjero. ¡Los hay que hasta envían paellas a domicilio! Y seguro que más de uno lo agradece tras el quinto paquete de noodles.
Desde las croquetas y las lentejas de mamá, hasta el arroz redondo y el tomate frito, pasando, por supuesto, por el venerado jamón serrano (que antes o después todos hemos acabado recibiendo en un envase al vacío). He aquí una que pedía a sus padres que la recogieran en el aeropuerto con un bocadillo de jamón y que puede presumir de haber obligado a todas sus visitas a traer comida en sus maletas.
Aunque hay un claro ganador: Más allá de los que se sitúan en el lado oscuro de los veneradores del Nesquick, el Colacao es el producto más demandado. Pero no es el único. He aquí los productos que todos los estudiantes Erasmus españoles echamos de menos cuando vivimos en un país extranjero:
Júlia - Erasmus en Roma, Italia
"No es que yo sea muy asidua al tomate frito, la verdad. Pero es un buen fondo de armario para cualquier estudiante, especialmente si vives en el país de la pasta, y yo en Roma no lo encontré. Sí había botes de tomate triturado, con verduras, con cebolla... Pero siempre crudo, lo que implicaba tener que cocinarlo al menos durante 15 minutos. Al final, la solución para una comida rápida pasaba siempre por un trozo de pizza en cualquier esquina. Por otro lado, siempre pedimos a todos nuestros visitantes, como requisito indispensable, que nos trajeran galletas 'Príncipe' y Colacao. Era nuestro pequeño impuesto por alojarles y guiarles por la ciudad".
Carolina - Erasmus en Bruselas, Bélgica
"Cuando estuve de Erasmus en Bruselas lo que más echaba de menos, aunque parezca extraordinario, eran la fruta y la verdura. Allí te podías hartar de gofres, cerveza y patatas fritas… Pero cómo añoraba la dieta mediterránea, especialmente las mandarinas, que son mi perdición. De hecho, cuando mis padres vinieron a verme en diciembre, el equipaje de mano de mi madre vino cargado de… sí, ¡mandarinas!".
Irene - Erasmus en Lisboa, Portugal
"La verdad es que no estoy muy apegada a la gastronomía de mi país, así que cuando me fui de Erasmus a Portugal no eché de menos ningún plato en especial. Pero mi familia sí parecía querer que echara de menos la comida española: Cuando mi madre y mis abuelos me visitaron, trajeron con ellos champiñones y vino de su pueblo, conservas de tomate que fabrica mi abuela, quesos… Yo me lo comí todo con gusto, claro, pero también es cierto que el bacalao y los pasteles lisboetas eran más que suficientes para hacerme feliz".
Marc - Erasmus en Aachen, Alemania
"Lo que más eché de menos fueron los arroces: Paella, arroz 'a banda' [arroz de pescado típico de la costa valenciana] y arroz al horno. Así que cuando llevaba tres meses viviendo allí, mi madre me envió una 'paella'. El arroz que encontrábamos allí era bastante malo y era difícil encontrar algunos ingredientes para la paella, así que improvisábamos. El pescado y el marisco era realmente caros y sólo pudimos preparar arroz 'a banda' una vez, pero a una amiga le trajeron sus padres 'botifarra' en una ocasión, así que aprovechamos para preparar arroz al horno tres o cuatro veces. Al final nos apañábamos con lo que teníamos, pero ni de lejos se parecía a comerlo en casa".
Alba - Erasmus en Tampere, Finlandia
"Lo que más echaba de menos eran las croquetas y la ensaladilla rusa de mi madre. También les pedí a mis padres cuando me visitaron que me trajeran jamón serrano y Colacao. De hecho, me llevé de España sobres de Colacao de los que usan en los bares repartidos por toda la maleta, para tener bastantes para tomar allí. Y en cuanto al jamón serrano, mi madre solía mandarme sobres al vacío, pero al final me había mandado tantos que tuve que repartirlos entre mis amigos porque yo ya no podía comer más".
Ariadna - Erasmus en Newcastle, Inglaterra
"Sin duda, lo que más eché de menos fueron las cosas típicas de casa: Pan con tomate, tortilla de patatas, jamón del bueno... Por suerte encontramos un restaurante de comida española de verdad, y aunque tuvimos que ahorrar, al final nos pudimos dar un buen festín. También tengo que reconocer que cuando me vinieron a visitar pedí que me trajeran dos cosas: Panellets [dulce típico catalán] y Cacaolat. Llega a ser difícil alimentarse bien en Inglaterra...".
Mar - Erasmus en Lyon, Francia
"He de decir que, entre lo mala cocinera que soy y lo caro que sale comprar productos frescos en Francia, dos de las cosas que más eché de menos durante mi Erasmus en Lyon fueron las naranjas y las pencas que pone mi madre siempre en el puchero. Aunque también el Colacao, que para mí no tiene nada que ver con el Nesquik, que sí era fácil de encontrar".
Marina - Erasmus en Bergen, Noruega
"Aunque lo que me resultó imposible de encontrar fue el arroz rendondo, lo que mas eché de menos durante el invierno en Noruega fueron, sin duda, las lentejas. Menos mal que las abuelas siempre están ahí para alimentarnos y, cuando la mía vino a visitarme, trajo la maleta llena de todos los ingredientes necesarios para cocinarlas. Me dejó preparados tuppers de lentejas para dos meses".