Música, cine, viajes y turismo en bicicleta a través de Europa
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Elena Urbina SorianoI want to ride my bicycle, I want to ride my bicycle! Hasta finales de abril muchos italianos han cantado a grito pelado, junto al querido desaparecido Freddy (Mercury), el deseo de poder pedalear la propia bici. Los italianos no son los únicos que alimentan esta pasión y Europa ofrece a todos los amantes de las dos ruedas varias y sorprendentes ocasiones para subirse al sillín. Panorama
Impulsados por el deseo de sentir la dulce brisa veraniega y dejar en casa el coche, los italianos han tenido un excelente motivo más para comprarse una bici nueva. La palabra clave es 'descuento inmediato' en la compra de un nuevo medio de dos ruedas. Sin embargo solo los más rápidos han podido obtener, para el verano, la codiciada bici gozando de un notable descuento. Gracias a un fondo de cerca de nueve millones de euros asignado por el Ministerio de Medio Ambiente, exclusivamente quien ha conseguido llegar a tiempo al vendedor autorizado, ha podido obtener un incentivo inmediato del 30% sobre la compra. Lástima que los fondos del gobierno se han agotado en apenas tres semanas. En septiembre habrá una segunda ronda, esta vez se pondrán a disposición entre 10 y 12 millones de euros, qeu permitirán a muchos más ciudadanos recibir más descuentos.
De Cataluña a la República Checa
Para los afortunados que saltarán sobre el sillín de su propia bici flamante este verano, ¿cuáles podrán ser los destinos? El EuroVelo, la red europea de vías ciclistas, proporciona a los aventurados cicloturistas o a los simples apasionados cerca de 66.ooo kilómetros de pistas ciclistas para recorrer a lo largo de todas las naciones comunitarias. El mapa creado gracias al ECF (Federación Europea de ciclistas), permite elegir entre doce itinerarios subdivididos en áreas geográficas desde el Mediterráneo al mar del Norte. Todo en nombre de un turismo ecosostenible, pero no solo eso. El proyecto se propone también mejorar la calidad y seguridad de los paseos e incrementar la economía de las comunidades locales. A través de la página web de la federación se puede elegir fácilmente la meta en base a las exigencias, intereses, y tener toda la información necesaria.
Quien sea un apasionado de los castillos medievales y el mito del Conde Drácula puede recorrer en bici la Transilvania medieval y hacer a la vez ecoturismo uniéndose a las actividades de los campesinos transilvanos. Los eventos por toda Europa se suceden, desde el Atlántico hasta el ya legendario festival de música Sziget de Budapest. Para quien prefiera relajarse, puede dirigirse a Cataluña o la RepúblicaCheca por donde se extienden los asequibles tours enogastronómicos que se pueden disfrutar todo el periodo estival, como la ruta por las calles del vino de Praga a Viena. Si se desea romanticismo y excursiones nocturnas está el Paris night bike tour (ruta ciclista nocturna por París) que promete, además de una vuelta en bici, un crucero nocturno por el Sena e incluso vino gratis. En Londres la página de la London Cycling Campaign pone gratuitamente a nuestra disposición los mapas de las pistas ciclistas y selecciona una serie de eventos para ciclistas. Se debe visitar el Lock 7, un ciclo-bar londinense donde, además de tomar café tranquilamente y degustar muffins, hay una oficina para arreglar el propio medio de transporte.
Festival en bicicleta
Al final del verano en Bélgica empieza el Festival Avanti!, dentro del Gent Festival, un evento solo para los adictos a la bicicleta. El 20 de septiembre se parte de la pequeña ciudad de Lockeren, a 20 kilómetros de Gante, para seguir con conciertos dispuestos a lo largo de las etapas fijadas en los puntos más fascinantes de la zona. Se va de la música clásica a las músicas del mundo, pasando por el jazz y la música electrónica, todo en el condado de Flandes del este.
Para los apasionados del cine está por llegar el Bicycle Film Festival (BFF), un evento entre el arte, la música, la performance y, claro, el cine. Centrado en todos los estilos imaginables de ir sobre dos ruedas y pedalear, el festival dará la vuelta al mundo y, en Europa, pasará por Viena, Milán, Zúrich, Lisboa, París, Londres y Copenhague.
Pero si no se está a la altura de Lance Armstrong y no se tiene la fuerza de pedalear a lo largo y ancho de Europa, ¿cómo se puede llevar consigo la bici fuera del propio país? Dependiendo del medio de transporte, hay diversas tarifas y soluciones. Para quien quiera viajar en avión, puede reservar y embalar la porpia bici para embarcarla en la bodega gastándose de 25 a 80 euros, según la compañía aérea. En tren, las tarifas bajan, pero debemos afrontar más problemas. Aunque los precios de los billetes para las bicis van desde los 4,50 hasta los 15 euros, desgraciadamente no todos los trenes europeos de largo recorrido permiten su transporte. Si bien en algunos trenes es absolutamente gratuito, en otros está categóricamente prohibido.
Dado que el tratado de Schengen nos autoriza a atravesar casi todas las fronteras sin problemas, ¿por qué no saltar sobre la bici y simplemente pedalear?
Translated from In bici attraverso l’Europa