Maja Lasić: de refugiada a candidata a la alcaldía de Berlín
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Escapar y refugiarse en Alemania. Eso fue lo que tuvo que vivir Maja Lasić en su juventud a causa del conflicto yugoslavo. Ahora, a sus 37 años, esta joven socialdemócrata se involucra durante su primera campaña electoral berlinesa para reforzar el sistema educativo y convertirlo en un modelo de integración. Éste es su retrato.
Dos muchachos salen de la piscina del parque Humboldthain con el pelo mojado y la toalla puesta en los hombros y se dirigen hacia la rueda de lotería blanca y roja que los atrae con su "Prueba suerte". Acudir al puesto improvisado del SPD mereció la pena, ya que los chavales se llevarán un polo. Nada más reunirse con sus compañeros militantes, Maja Lasić coge un paquete de folletos y camina hacia los vecinos del barrio, ansiosos de posarse un rato bajo el sol berlinés. Maja Lasić pisa firme y pone el oído en todo: informa y milita a la vez. "¿Las elecciones? Anda, si yo creía que ya se habían acabado”, le contesta un muchacho sentado en un banco. No parece que el público se entusiasme demasiado con el escrutinio previsto en Berlín para el próximo 18 de septiembre, pero eso no desmotiva a la candidata del SPD en el barrio multicultural de Wedding. Un tesón que esta joven conoce desde pequeña.
Escuela de vida
Para muchos europeos, el nombre de Mostar es sinónimo del conflicto que en los años 90 asoló los Balcanes. Pero hoy día, es una ciudad que se empeña en recuperar el esplendor de los tiempos pasados, y también es dónde nació Maja, que no olvida las consecuencias que acarreó el conflicto en su vida escolar. "El embargo formaba parte de nuestro día a día. A veces hacía fila para comprar un litro de leche y al final regresaba a casa sin nada. También recuerdo el ambiente en que de repente se sumió nuestra clase: cada niño sabía perfectamente a qué parte o a qué clanes de los que habían ido naciendo en las aulas pertenecía", recuerda.
También se acuerda con nitidez de lo que sucedió aquel verano del 93. El padre de Maja era diplomático y ya se hallaba en la que fuera capital de Alemania en aquellos años, Bonn. Maja dejó Belgrado, en donde se había ubicado la familia, para pasar el verano con su padre. "Sólo iba para dos meses, pero al final acabó convirtiéndose en mi exilio. Ni siquiera pude despedirme". Más tarde, Maja Lasić lograría el estatuto de refugiada, e insiste en el papel tan importante que tuvo el colegio en su integración en Alemania. "Mis padres lo tenían claro: tenía que sacar buenas notas. En aquel momento tuve la oportunidad de estudiar en una clase de preparación para el instituto, en la que tuve que aprender el idioma a la par que preparar el bachillerato, pero tuve un gran apoyo de los profesores". La motivación política de la joven socialdemócrata aún lleva la huella de aquella experiencia.
Así fue cómo Maja Lasić inició una carrera universitaria que le permitió recorrer Alemania. Después de Bonn y Bielefeld, prosiguió sus estudios en Münster y en Stuttgart. Una vez aprobada la cátedra de bioquímica, empezó a trabajar para el sector farmacéutico en Rosenheim. "Experimenté lo que era trabajar en este sector, con una carrera impecable a base de ascensos, sin tener problemas económicos”. Pero con 30 años, tu vida parece muy simple y la crisis existencial de los 30 años aparece. ¿Quién soy? ¿Adónde voy? La respuesta es la misma para muchos europeos que se ven en esta situación: Berlín. El programa educativo Teach First, que comenzó en Alemania, le brindó la oportunidad de enseñar durante dos años en una escuela del barrio desfavorecido de Wedding. Una absoluta revelación.
"Sé de lo que hablo"
Hasta ahora, su atención política se centraba principalmente en los Balcanes, pero la voluntad de que cambien las condiciones locales del sistema educativo la llevaron en 2010 a comprometerse con el partido socialdemócrata, antes de obtener la nacionalidad alemana. Así es como después de una campaña interna de varios meses, el nombre de Maja aparece en lo alto del cartel como candidata del SPD para el distrito electoral de Wedding. Cuando en la actualidad, el planteamiento principal se centra en la integración de los refugiados, Maja tiene conciencia de que su propia historia comparte mucho con el tema. "Tenemos que proponer soluciones para integrar a los refugiados en el mercado labora, así como en el sistema educativo. Para los mayores, queda claro que sólo podrán ocupar puestos inferiores a los que tenían en su país de origen. Otros apenas cuentan con estudios y formación", aclara Maja, "pero las oportunidades están en la escuela, para los niños, y es ahí donde centro mis esfuerzos. Cuando los vecinos del barrio me dicen que la mayoría repercutirán negativamente en el país, ya estoy yo para contestar que no es el caso, ya que hay ejemplos de movimientos migratorios que no han arruinado el país. A los que llegan, les digo que no todo va a resultar fácil. Sé de lo que hablo. hablando". Su determinación vuelve a sentirse, una vez más. En el parque Humboldthain, Maja Lasić sigue apurándose para repartir eficazmente el montón de folletos que llevan su foto. Y nada va a demorar su ritmo. Ni el cansancio ocasionado por una larga campaña, ni el poco interés de la gente, ni la subida de la derecha populista, incluso aquí en la capital alemana, conocida por tener una reputación muy alternativa.
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Este artículo se ha publicado por cafébabel Berlin.
Translated from Maja Lasić : une ancienne réfugiée en campagne à Berlin