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Madrid: el arte a pie de calle

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Madrid y su ambiente cosmopolita es el mejor telón de fondo para disfrutar de esta cultura callejera llena de sorpresas e inquietudes.

¿Sabías que Madrid es, en realidad, una villa? Lo cierto es que la capital de España guarda esta y muchas otras sorpresas bajo la manga, cientos de curiosidades históricas debajo de sus alfombras y un sinfín de obras de arte, tanto en las paredes de los museos más prestigiosos como en las fachadas y los rincones más inesperados de su paisaje urbanístico. Los restaurantes de moda más interesantes, los bares más cañís, los pubs más modernos y divertidos, los mejores teatros y representaciones, mercados para todos los gustos y colores, edificios de todas las épocas y estilos arquitectónicos… son solo algunos de los atractivos más aparentes de una gran ciudad que hay que visitar; una ciudad que nunca descansa y de la que no te puedes cansar.

El graffiti es la rebelión en movimiento, es el arte que evoluciona por las calles

Si nos remontamos a la época del imperio romano, encontraremos el origen ancestral de este genuino movimiento urbano. Pero no hace falta retroceder tanto para comprender que el Nueva York de los años 70 es el verdadero caldo de cultivo para los graffiteros de todo el mundo. Las firmas de las bandas y los artistas callejeros fueron el principio de una expresión cultural que, desde ese mismo instante, siempre ha mirado hacia adelante. En Madrid, concretamente, no podemos obviar ni el barrio de Campamento ni el nombre de Juan Carlos Argüello, conocido con el sobrenombre del “Muelle”, que fue el precursor del graffiti en Madrid allá por los años 80. Todo aquello queda hoy en el recuerdo cuando disfrutamos del Street Art actual en los barrios de Lavapiés, Malasaña, Tetuán o La Latina. Murales sobre lienzos de hormigón verticales en las medianerías de los edificios, pequeños graffitis en las esquinas más insospechadas y reivindicaciones urbanas de lo más contestarías son parte del carácter de una ciudad que late al compás de los espráis y que se amolda a los tiempos de forma permanente.

El ganchillo urbano también está de moda

El Urban Knitting (también conocido como Yarn Bombing), ha recorrido medio mundo desde sus orígenes en Houston hace apenas una década. La cepa original de estos elementos tricotados que se mimetizan con el ambiente urbano se llamó Knitta. Sus dos miembros primigenios fueron dos mujeres que pretendían aunar una artesanía doméstica sencilla con el movimiento hip hop y los graffitis más reivindicativos. El color, la alegría visual, la innovación y la diversión frente a los objetos urbanísticos más aburridos tan propios de las grandes ciudades están hoy en el punto de mira de estos nuevos artistas del bordado. Pasear por Madrid, especialmente por los barrios más irreductibles y participativos, es todo una fiesta de originalidad y de pasión con la que cuentan los madrileños cada día. Abrigar una escultura con una bufanda, vestir una bicicleta anclada a una farola, decorar parte de una fachada, tricotar un bolardo, una papelera e incluso una cabina telefónica se convierte en todo un espectáculo para los transeúntes madrileños; un escenario natural perfecto para los que quieren ver la vida desde un prisma completamente diferente. El colectivo Lana Connection es sin duda un buen ejemplo para comprender el Urban Knitting en la ciudad de Madrid.

Un buen reposo es imprescindible para patear las calles al día siguiente

Si algo no le falta a Madrid son lugares donde poder descansar plácidamente por la noche. Existen hoteles de diseño exclusivo en Madrid, como el ibis Styles Madrid Prado ubicado a muy pocos metros del Museo Thyssen Bornemisza, hoteles de lujo, como el The Westin Palace, u hostales accesibles a todos los bolsillos, como el Hostal Alaska, son solo algunas de las propuestas con las que cuenta esta magnífica ciudad para dormir en condiciones ideales. Si la decisión final es el ibis Styles Madrid Prado, aprovecha y visita La Neomudejar de Atocha. Este museo es tanto un centro de artes de vanguardia como una residencia artística internacional donde multitud de virtuosos se unen y comparten su bagaje cultural para con el resto del mundo.

Una ciudad que destila personalidad

El arte es un ser vivo que evoluciona al ritmo de la sociedad en la que vivimos. Las calles son el escaparate perfecto para percibir esos ligeros cambios, esas mutaciones permanentes que a veces pasan desapercibidas. Un escenario como Madrid y su ambiente cosmopolita es el mejor telón de fondo para disfrutar de esta cultura callejera llena de sorpresas e inquietudes.