Los lunes al sol
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inés gutiérrezMientras en la UE el paro se estabiliza en un nivel alto, los sueldos de los directivos baten récords. Falta una estrategia europea para la creación de nuevos puestos de trabajo.
En marzo de 2004 el paro se situaba en la UE en un 8%. (Datos de Eurostat). Al mismo tiempo se observan fuertes diferencias según el país: Luxemburgo (4,1%), Irlanda (4,5%) y Austria (4,5%) cuentan con tasas de paro que bien quisieran tener países como Grecia (9,3%), Francia (9,4%) y Espana (11,1%). Según el experto en Mercado Laboral y profesor de la London School of Economics, Stephen Nickell, el problema del paro no es un fenómeno europeo, sino una cuestión francesa, alemana ( con una cuota de paro del 9,3%), italiana (8,5%) o española. Sin esas economías no exisitrían problemas “europeos” de paro. El paro en el Reino Unido se sitúa por debajo del 5%.
El paro de la eurogeneración
El problema del paro adquiere con la ampliación de la UE una nueva dimensión: en la Europa de los 25, nueve de cada 100 trabajadores potenciales están en paro. En Eslovaquia y Polonia las cifras superan incluso el 15%. Si se estudian las cifras de la juventud en paro, es decir, la eurogeneración , el panorama es aún más desolador. En la nueva UE, cinco de cada 25 jóvenes están en paro. En Bélgica, Estonia, Finlandia, Francia, Letonia, Malta, Polonia, Eslovaquia y España el paro sobrepasa el 20% …
Sí, todo esto nos afecta. Hace no mucho no hubiéramos pensado que esto fuera posible. Queríamos creer que se trataba de una epidemia entre gente adulta y sin cualificación. ¡Nosotros, que somos jóvenes y que nos encontramos en plena carrera o formación, no nos vamos a quedar en el paro! Eso pensábamos Michael y yo. Después de pasar la Selectividad alemana, Michael se fue a una academia de estudios y, a pesar de ello, sigue hoy sin encontrar trabajo. Michael tiene 25 años y aún es optimista con respecto a sus perspectivas de trabajo. Cree que encontrará pronto un trabajo, pero el hecho de encontrarse en el par le cogió por sorpresa. Si bien la situación por la que está pasando no es fácil, Michael la compara con la de algunos padres de familia que tienen que pagar la hipoteca de la casa y se han quedado sin trabajo. La dramática tesitura de esta generación se refleja en la película española Los lunes al sol, en la que se muestra el destino de los trabajadores de unos astilleros gallegos. Pero la película se podría desarrollar también en Alemania del Este, en el Sur de Italia, en Grecia o en Eslovaquia.
El paro, que a menudo viene acompañado de empobrecimiento social, contrasta con el crecimiento de los sueldos de los altos directivos empresariales. Los sueldos de los directivos de las cuarenta mayores empresas de Francia subieron en el 2003 un 11,4% a pesar del lento crecimiento en el país. (LeMonde, 11 de mayo de 2004). Este dato no incluye la subida del 146% del sueldo de Edouard Michelin, jefe de la empresa con el mismo nombre, ya que distorsionaría el resultado global. La reina de los sueldos es Lindsay Owen-Jones (L’Oréal) con seis millones de euros al año (dopándolo con dos ceros más por 18° año consecutivo). En otros casos la productividad cojea detrás de los aumentos salariales. En 2002 la dirección de DaimlerChrysler se permitió un aumento de sueldo de un 131%, mientras el valor de las acciones se derrumbaba un 39%. Seguramente, para Hilmar Kopper, director del comité de control de DaimlerChrysler y responsable en gran medida de los sueldos de la empresa, se trataba de una minucia. No obstante, aun cuando el crecimiento de los sueldos estuviera justificado, seguiría dejando al descubierto la cruz de la moneda: el imparable ascenso del desempleo.
Falso patriotismo
Los Gobiernos nacionales reaccionan con reflejos nacionalistas, sobre todo en época de elecciones. Así pues, existen casos como el de Silvio Berlusconi, preocupado por crear un un ambiente antieuropeo. El superministro Nicolas Sarkozy planea crear campeonatos nacionales (Alstom, Sanofi-Aventis) para mantener los puestos de trabajo en Francia.
Mientras que los políticos europeos se centran en su propio país, pierden de vista el problema global. El problema del paro europeo es un problema estructural que no se detiene en ninguna frontera. Tras las metas ambiciosas propuestas en Lisboa faltan las acciones efectivas: focalizar la innovación, aprendizaje durante toda la vida, movilización e inversiones en investigación y educación. Para que en el mercado laboral vuelva a salir el sol.
Translated from Montags in der Sonne