Los liberales en posible caída libre
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Los liberales no se pueden quejar del quinquenio europeo 2004-2009. Ahora acaban de auparse también al nuevo gobierno de Eslovenia, de la mano de los socialistas. Es probable que no les vaya igual de bien en el futuro.
Se acercan las elecciones a lo grande, es decir a gran escala europea, y es tiempo de hacer balance en casa de los grandes partidos políticos europeos. Aunque en el quinquenio 2004-2005 son los conservadores del PPE quienes han dominado la escena europea, hay que señalar a la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) como la “success story” de los últimos años. Primero, obtuvieron su récord de escaños en la eurocámara, con 102 diputados. Luego, se han mantenido y han aumentado su presencia en los gobiernos escandinavos, como Dinamarca, Suecia, Finlandia o Estonia, una región que llevaba 40 años sin hacerles apenas caso. Por último, han logrado colar en la Comisión europea a 9 comisarios provenientes de partidos pertenecientes al ALDE, lo que equivale a un 33% de la Comisión europea: todo un hito si se compara con el 13% que representan en el Parlamento europeo.Las cosas se tuercen con la crisis
Ahora, los liberales acaban de llegar en coalición con los socialdemócratas al gobierno de Eslovenia tras desbancar al Primer ministro conservador Janez Jansa. Pero es probable que la cosa no dé para más. Sus discursos en Europa se han vuelto a la defensiva a raíz de la crisis y ya casi se les oye hablar más de ecología y de regulación que de libre mercado y responsabilidad individual. Como eso ya lo saben hacer otros desde siempre, y en política la gente prefiere el original a la fotocopia, en las próximas elecciones nacionales quizá pierdan peso. Hablo de los comicios en Rumanía, Alemania, Bulgaria y Reino Unido.
Ahora bien, es en las elecciones europeas en donde es probable que sufran un batacazo gordo que empuja a decir a sus responsables políticos que si lograran reeditar los 102 escaños de ahora sería un enorme éxito. Los partidos que componen el ALDE en el Parlamento europeo están perdiendo peso en sus respectivos países, y en especial en Francia e Italia, de donde sacaban no pocos escaños: el antiguo UDF de Valéry Giscard d’Estaing no legará al actual MODEM de Bayrou muchos votos tras la desafección del propio Giscard. Por otro lado, los Radicales italianos de Panella y Bonino y los de la Margarita de Prodi están diluidos dentro del nuevo Partido Democrático italiano sin referencias y obsesionado con su propia desorganización interna. También en Holanda los liberales pierden peso frente a un nuevo repunte de los socialdemócratas. Por último, en Alemania, el liberal Guido Westerwelle puede darse con un canto en los dientes por tocar poder en el Estado de Baviera tras 40 años sin hacerlo, pues los sondeos indican una concentración de votos en torno a los partidos de la Grosse Koalition y el nuevo partido de izquierdas de Oskar Lafontaine: Die Linke. La única esperanza de remontar el vuelo la representan los liberales alemanes del FDP, que con su sorprendente ascenso podrían incluso acceder al gobierno federal en 2009.