Los jóvenes españoles se invierten en Europa para huir de la crisis
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Un tercio de los españoles menores de 25 años no trabajan. Es el grupo más afectado por la crisis y cuenta con la tasa de paro más alta de la Unión Europea (35,4%). Los jóvenes europeos y, en concreto, los españoles, no lo tienen fácil pero plantan cara. Muchos dejan su país y salen en busca de un futuro mejor en Europa: aventura e inversión a largo plazo
Sara y Kiko acaban de aterrizar en Glasgow. Ella tiene 27 años, él 29 y acaba de perder su empleo. “Mi novio estaba en paro y yo no tenía el trabajo de mi vida, queríamos aprender inglés y como no tenemos hipotecas ni ninguna otra atadura nos fuimos a Glasgow (Escocia)”. Ahí les esperaban Leire y Mario, otros dos españoles que se instalaron en esta ciudad hace un año para trabajar, aprender inglés y seguir con sus estudios.
Las generaciones europeas más jóvenes han aprovechado las becas Leonardo o similares para disfrutar en el extranjero de un primer empleo. Luzía confiesa que llegó a Milán por amor, pero con una beca Faro, dependiente del programa Leonardo, para trabajar en el proyecto de una guía turística en línea de esta ciudad: “Al acabar la carrera, no me apetecía instalarme definitivamente en mi ciudad natal, aunque en un futuro sí que me gustaría. Tampoco quería ponerme a buscar un trabajo fijo ni tenía la esperanza de encontrar uno que me ilusionase. Además, creo que cuando se es joven y no se está atado seriamente, hay que viajar, conocer otras gentes y modos de hacer las cosas, enriquecerse con ello: lo considero una parte importante de la formación personal”.
Ir para quedarse
A María le tocó París. Esta cordobesa era becaria en Madrid y cobraba 300 euros al mes. Como no encontraba un trabajo con mejores condiciones salariales, pidió una beca Argo, promovido por el ministerio de Ciencia e Innovación español dentro del marco del programa Leonardo. Trabajó durante seis meses en la capital francesa y decidió quedarse. Desde enero no deja de enviar su currículo a empresas para instalarse definitivamente en Francia. “Aquí la situación está un poco mejor que en España, la crisis no es tan acusada. Sin embargo, también es difícil encontrar trabajo”. María utiliza como punto fuerte su lengua materna, el español, y trata de contactar con empresas que buscan gente con su perfil y que hablen correctamente este idioma.
Es la generación que saca provecho de la ciudadanía europea y prueba suerte en otros países bajo una protección, la de la Unión Europea. Ahora es muy fácil traspasar las fronteras: viajar, comprar, estudiar y cómo no, trabajar.
Como Sara, Kiko, Luzía, Leire o Mario, hay miles de jóvenes que han probado suerte en Europa para seguir aprendiendo y creciendo personalmente, pero no olvidan su país, al que les gustaría volver en un tiempo. “Si todo va bien y encontramos pronto trabajo, nuestra intención es aguantar aquí una temporada, no nos ponemos fecha de regreso, pero esperamos que sea dentro de mucho tiempo, eso significará que estamos bien y contentos”, dicen Sara y Kiko.
"El trabajo en España está fatal"
Respecto a la situación laboral en España, Sara comenta: “El trabajo ahí está fatal. No hay ofertas. Conozco mucha gente en paro y los que trabajan, no lo hacen en iguales condiciones que hace unos años, el paro está a la orden del día. Pienso que la crisis en España ha venido muy de golpe y la solución a ella llegará lentamente, pasando casi inadvertida”. Luzía no es mucho más optimista: “La situación laboral en España ahora está mal, sobre todo para los jóvenes que no consiguen encontrar contratos decentes ni ninguna garantía temporal. Aunque todavía están peor las personas más mayores que se ven de patitas en la calle sin la capacidad de reciclarse que se tiene a nuestra edad. De todas maneras, en Italia no veo que el tema esté mucho mejor”.
Ante la difícil situación económica que se vive en España, ellos ven en Italia, Francia y Reino Unido una oportunidad para seguir creciendo personalmente, mejorar profesionalmente y aprender nuevos idiomas. Tienen la suerte de poder vivir una experiencia así en una coyuntura económica mundial difícil. Sin embargo, prefieren no quedarse de brazos cruzados y apostar por ellos mismos, aunque sea lejos de casa. Siempre quedará tiempo para volver...