Los internautas toman como rehén el Paquete Telecom
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Daniel Cohn-Bendit, el fotogénico líder estudiantil de la revuelta de Mayo del 68 en París, y en realidad presidente del Partido Verde europeo, daba saltos de alegría ayer en los pasillos anexos a la sala de prensa rodeado de periodistas. Excitado como un crío que ha ganado a las canicas en el patio del colegio, contaba los entresijos de la última victoria parlamentaria de los Verdes: una enmienda al Paquete Telecomunicaciones para evitar que sancionen sin pasar por una autorización judicial a los internautas que descarguen ilegalmente contenidos de Internet.
Se trata de la llamada Enmienda Bono, apoyada contra todo pronóstico por 407 eurodiputados, casi todos de la bancada verde, socialista, liberal e izquierdista. Los populares, o se han abstenido o han votado en contra. “Un día histórico para la democracia europea y una bofetada para Sarkozy”, clamaba ayer Guy Bono, el socialista promotor de la enmienda que se ha beneficiado del apoyo y tirón popular del ecologista Daniel Cohn-Bendit. Y es que detrás del Paquete Telecom, una reforma para modernizar el mercado de las telecomunicaciones, también hay grandes intereses del sector de las telecomunicaciones, que desea un nuevo marco legislativo que le permita invertir a sabiendas de que puede sacar futuro rédito económico. “El riesgo es que se vayan a invertir a Asia en vez de en Europa”, se quejan los defensores del Paquete. Además, este paquete prevé acabar con la llamada “neutralidad de la red”, es decir, que no todas las webs tengan la misma prioridad en el tráfico dentro de la red.La derecha, muy estresada con la paralización
La ex ministra española conservadora, Pilar del Castillo, una de las ponentes que han trabajado durante 2 años en este paquete legislativo, se mostraba ayer consternada por su paralización. “Es lamentable que hayan paralizado el paquete y sus beneficios para el empleo en tiempos de crisis”, tronaba frente a los periodistas congregados. Esta paralización de la directiva sobre telecomunicaciones se debe, como bien señalaba la socialista Catherine Trautmann, Ponente del informe final del parlamento sobre esta cuestión, a una pifia del presidente francés, Nicolas Sarkozy. “Si el Paquete Telecom hubiera sido una prioridad de la presidencia francés de la UE, Sarkozy no tendría que haber lanzado un debate paralelo en Francia sobre si se debe o no sancionar sin autorización judicial a los internautas que descargan contenidos P2P de forma ilegal”.
En efecto, se trata de una cuestión que no tiene que ver con el paquete Telecom, pero para evitar que la propuesta de Sarkozy se extendiera como reguero de pólvora en otros países deseosos de acabar con la llamada “piratería en Internet”, la mayoría de la izquierda, los liberales y los socialistas han tomado como rehén el Paquete Telecom. Han introducido esta enmienda sobre la obligación de autorización judicial previa a la sanción al “internauta pirata”, a sabiendas de que el Consejo europeo, que tiene ahora que decidir si acepta o no este cambio, se ve corriendo a contrarreloj. Se podría retrasar otros 3 años la reforma, a menos que la Unión presione a Sarkozy para que retire de su ley nacional la posibilidad de sanción al internauta sin necesidad de autorización judicial. El parlamento ya no se somete al interés nacional de los Gobiernos
Hasta este año, el Consejo europeo había contado con que al final siempre llegaba a una “Conciliación” con el Parlamento. Sin embargo, esta semana, por primera vez en la historia de la Unión, no ha habido conciliación en el caso de la directiva de tiempo de trabajo que pretendía permitir a los Estados alargar la jornada laboral hasta las 65 horas semanales. Se trata de un precedente que deja intranquilo al Consejo con respecto al Paquete Telecom enmendado, y que quizá le empuje a presionar a Sarkozy para llegar a un acuerdo de conciliación con el Parlamento. En Europa, para la mayoría de las leyes, el Consejo europeo debe lograr el apoyo mayoritario del Parlamento. Todo se decidirá en el Consejo europeo que se reúne el 18 de junio, después de las elecciones. (Fotos: )