Los edificios en París
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Parisinos y turistas podrán observar próximamente, desde la colina de Montmartre, la aparición de nuevas torres en el horizonte de la capital francesa, debido a la construcción de nuevos edificios de gran altura. Los rascacielos se levantan actualmente en la mayoría de las metrópolis europeas.
Toda ciudad se enfrenta a un doble desafío : integrar lo mejor posible los edificios contemporáneos en el casco histórico y respetar el medio ambiente construyendo torres con bajo consumo energético.
La ciudad de París ha aprobado a mediados del pasado mes de julio la autorización para construir nuevos grupos de edificios de gran altura. Se han localizado seis emplazamientos a las puertas de París: Bercy-Charenton (en el distrito XII), Masséna (XIII), Porte de Versailles (XV), Batignolles (XVII), Porte de la Chapelle (XVIII) y Porte de Montreuil (XX).
A su vez, el Ayuntamiento de París anunció oficialmente, el pasado 19 de septiembre, la construcción de una nueva torre llamada «Triángulo». Este nuevo edificio se levantará en el distrito XV cerca de la Porte de Versailles. Esta espectacular torre se llamará así por su forma piramidal y ha sido diseñada por los arquitectos Herzog y De Meuron (autores también del estadio olímpico de Pekin). El edificio tendrá 180 metros de alto y 50 pisos y será la sede de numerosas empresas. La inauguración de esta ambiciosa obra arquitectónica está prevista para 2012.
Un doble objetivo : responder a la escasez de vivienda y redinamizar la imagen de París
Los seis sectores seleccionados para acoger los nuevos rascacielos se sitúan en las diferentes salidas de la ciudad, entre las vías de ferrocarril y el periférico (una ronda de circunvalación de autopistas en torno a París), y constituyen los últimos espacios disponibles capaces de albergar proyectos de urbanismo de envergadura, en una ciudad que figura entre las más densamente pobladas del mundo (20.433 habitantes/km2). El proyecto de construcción de nuevas torres es también una respuesta a la escasez de vivienda que sufre París, ya que la verticalidad de estos edificios permitirá crear nuevos alojamientos en un espacio ya de por sí muy restringido. Otro objetivo es además el de renovar la imagen de París en el mundo : París es no sólo una ciudad “museo” sino también un polo económico y de modernidad. Los rascacielos son construidos por las empresas con la intención de reforzar su imagen, reflejando por ello la vitalidad económica de las ciudades, y son además, conjuntamente con las obras arquitectónicas históricas, sus mejores embajadores en el mundo como por ejemplo la Chrysler Tower en New York, o la Tours Petronas en Kuala Lumpur.
El entusiasmo de las metrópolis europeas por los rascacielos
Todas las grandes metrópolis europeas ven hoy en día florecer proyectos arquitectónicos de gran envergadura.. Algunas ciudades europeas tienen menos complejos que otras. Así por ejemplo Londres decidió mucho antes que París, en los años 80, construir un nuevo barrio de rascacielos en su periferia : el Canary Wharf en los Docklands, y actualmente hay proyectos para construir nuevas torres en el centro y en el barrio de Saint-Paul, con una finalización prevista para 2010. El desarrollo económico de las ciudades españolas (Barcelona, Madrid, Sevilla) ha impulsado la construcción de rascacielos y otros edificios de formas ambiciosas. La Torre Agbar en Barcelona, ideada por el arquitecto francés Jean Nouvel e inaugurada en 2005, se ha convertido en uno de los símbolos de la capital catalana. Su estructura se inspira en las obras realizadas por el célebre arquitecto local Gaudí. Las ciudades del Este de Europa viven también actualmente la “fiebre” de construir nuevos edificios de gran tamaño, tras la llegada en fechas recientes de numerosos inversores. Están así surgiendo rascacielos por ejemplo en Varsovia (la torrer Metropolitan del arquitecto Foster), Bucarest (el nuevo barrrio Esplanada City Center) o incluso Praga.
La planificación de las ciudades y el respeto al medio ambiente
Hay datos que prueban que el 70% de las emisiones de CO2 en el mundo provienen de las ciudades, por lo que podemos preguntarnos legítimamente si la construcción de dichos edificios no agravará el deterioro medioambiental. Los verdes electos en París se han pronunciado ferozmente en contra de la construcción de rascacielos. El Ayuntamiento asegura por su parte que los proyectos, como en el caso de la torre Triángulo, deberán, para poder ser construidos, respetar el plan climático aprobado por la ciudad. Este ambicioso plan, aprobado el 1 de octubre de 2007, tiene por objetivo luchar contra el calentamiento global mediante la reducción en 2020, con relación a 2004, del 30% de las emisiones globales de gases con efecto invernadero.
Otras iniciativas se desarrollan actualmente a nivel europeo, sobre todo a través de la red Eurocities, creada en 1986 para favorecer los intercambios de experiencias entre las ciudades de más de 250.000 habitantes. Esta red, que agrupa a 135 ciudades europeas, entre ellas Barcelona, Francfort y Milan, ha firmado recientemente una declaración para luchar contra el cambio climático en la que las ciudades se comprometen a desarrollar y compartir las políticas de la ciudad más respetuosa con el medio ambiente. Y es que los proyectos de rascacielos, si bien son indispensables para responder a la falta de espacio en las metrópolis europeas, deben igualmente aportar garantías ecológicas para poder ser aceptados.
Fuentes y links:
Web del Actu-Environnement : La ciudad de París adopta su Plan Climático (01/10/2007) Web de Euronews : Las iniciativas europeas versus el cambio climático (31/10/2008) Web Europe 1: La construcción de la torre Triángulo (24/09/08)Fotografia : Barrio de la Défense cerca de París (Mat/FlickR)
Thibaud SIMON
Traducción al español : Isabel Aspe Montoya