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Los Balcanes: cuando Washington ayuda a Bruselas

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Default profile picture Marion Cassabalian

El papel de la UE en Bosnia y la cooperación con la OTAN

Durante décadas, la defensa de los países de Europa occidental se ha visto garantizada por una potencia exterior, los Estados Unidos. Los medios con los que contaban los países europeos eran limitados comparados con la potencia bélica de la URSS. Sobre todo, estaban divididos: el fracaso de la CED (Comunidad Europea de Defensa) en 1954 había dejado sentir sus efectos. La OTAN se había convertido de facto en la organización de defensa de Europa occidental, y no sorprende que un promotor de Europa como potencia intermediaria entre EEUU y la URSS, el General de Gaulle, decidiera salir de esta estructura militar integrada. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos (tanto políticos como económicos), la única integración en el campo de la defensa tuvo lugar con la Alianza Atlántica.

En un debate que ha tenido lugar hace pocos días en el canal público francés France 2, la ministra de Asuntos Exteriores española Ana de Palacio ha sostenido que “la Unión Europea no debe nacer en contraposición a los Estados Unidos”. Pero, la Europa de la defensa ¿puede desarrollarse en contraposición a los Estados Unidos? Una parte de la respuesta a esta pregunta se encuentra, en mi opinión, en los Balcanes. Y es no.

La OTAN parece dar el relevo a la UE.

Durante su campaña presidencial, Bush junior ha expresado repetidamente su voluntad de retirar las tropas estadounidenses presentes en aquella región y de promover un burden sharing mejor, una división más equilibrada del peso que supone esta tarea con los aliados europeos. Desde el 1 de enero de 2003, la Unión Europea ha sustituido a las Naciones Unidas en la misión de adiestramiento de las fuerzas de la policía bosnia, realizando así su primera acción real de gestión civil de la crisis. Más allá de la necesidad de la misión en sí misma (1), esta tarea constituye la primera prueba de la responsabilidad de la Unión y le abre las puertas a otras responsabilidades, esta vez en el terreno puramente militar.

Los trámites realizados para sustituir a la ONU en la misión de policía es la misma que la prevista para la misión militar en Macedonia: aval del Consejo de Seguridad de la ONU, invitación de las autoridades locales al Consejo de Ministros, decisión de las autoridades hasta ahora competentes de cesar sus operaciones, de forma que se le “ceda el puesto” a la Unión. Mientras tanto, una acción común del Consejo ha preparado a la Unión para sus nuevas responsabilidades. En el momento en que escribimos, el Consejo del Atlántico Norte (NAC), entre otros, aún no se ha pronunciado sobre el fin de la misión de la OTAN en Macedonia.

Además de en Kosovo, la OTAN está presente en Macedonia con la misión “Allied Harmony” y en Bosnia con la SFOR. En las dos, son los países europeos los que abastecen la gran mayoría de los hombres. Además, no sólo los futuros miembros de Europa central y oriental, sino también Canadá, Noruega, Turquía, Islandia y Rusia han sido invitados a participar en las misiones futuras, bajo la dirección de la UE. La composición en el campo, por tanto, no variará mucho. Lo que variará será la dirección de las operaciones, que no realizará la OTAN, sino la UE. Basándose en la acción común adoptada por el Consejo de Ministros el 27 de enero de 2003, el control político y la dirección estratégica de las operaciones serán realizadas por el COPS (el Comité Político y de Seguridad, el organismo político más importante de la PESD), bajo la responsabilidad del Consejo. En el plano político, por lo tanto, la sustitución de la OTAN por la UE es total.

Pero la OTAN sigue siendo el centro de decisiones.

Sin embargo, en cuanto al plano puramente militar, vemos que la UE actuará junto a la OTAN. Según lo dispuesto por la Acción Común del 27 de enero, el responsable de las operaciones militares será el Operational Commander, cuya acción estará constantemente dirigida por el Comité Militar, otro órgano de la PESD. Y como el Operational Commander, la Unión ha elegido el D-SACEUR, es decir, el segundo órgano militar de la jerarquía de la OTAN, actualmente al mando del Almirante alemán Rainer Feist. Aparte de la capacidad personal del Almirante Feist, lo que la Unión ha elegido no ha sido el hombre en sí, sino el cargo que representa y las estructuras de las que dispone, o sea, el SHAPE, el Comando General de las potencias aliadas en Europa. Como ha dicho un consejero de Solana, la Unión “no cuenta con nada parecido a la SHAPE en cuanto a la planificación”.

La misión en Macedonia ya está decidida. La OTAN y la Unión han definido incluso los últimos aspectos del llamado ‘Berlín +’, es decir, la utilización de las estructuras y fuerzas de la OTAN por parte de la Unión Europea, para actuar en los casos en los que la OTAN como tal decida no intervenir. Se trata, por tanto, de una misión de pequeñas dimensiones (unos 450 hombres), en un Estado en el que la UE ha jugado desde hace poco (desde el fin de la crisis en 2001) un papel importante.

Y Estados Unidos no se retira.

Sin embargo el papel de la Unión en Bosnia parece incierto. Durante la reciente cumbre de Le Touquet, Francia y Gran Bretaña han decidido que en este Estado deberán continuar jugando su papel los Estados Unidos, incluso cuando la operación pase a estar bajo la dirección de la UE. Algo que Bruselas estima posible para el 2004.

Tanto en Macedonia como en Bosnia, una Unión Europea que se presenta “willing”, dispuesta a tomar el mando, no parece tener capacidad debido al vacío operacional que sólo el tiempo y una mayor inversión por parte de los Estados miembros del así llamado 3C (comando, control y comunicación) podrá llenar. Por el momento, la naciente Europa de la defensa debe contar con la OTAN, o sea (también) con los Estados Unidos. Lo que no es necesariamente negativo, ya que permite a los Europeos trabajar juntos y probar, mientras tanto, las estructuras de las que dispone. El que esta situación sea sólo transitoria o que se cristalice durante mucho tiempo depende en gran parte de la voluntad política y de la inversión que realicen los países europeos.

(1) Según lo que escribió el International Crisis Group, Policing the police in Bosnia: a further reform agenda, ICG Balkans Report n. 130, 10 de mayo de 2002, p. 1, “the local police cannot be counted upon to enforce the law”; it “is inconsistent and infirm, suffering from jurisdictional divisions that do not hinder organised crime and from national-political manipulations that ensure there is one law for well-connected members of the populations and another for powerless minorities”. Cfr. link.

(2) Como cita L. Hill: EU shapes Macedonian mission, en Jane’s Defence Weekly, 5 de febrero de 2003.

Translated from Balcani: quando Washington aiuta Bruxelles