Los "amigos" de Sarkozy
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Si la política es « el arte de actuar » como ya vaticinó Arthur Miller en su famoso ensayo, Sarkozy se ha convertido sin duda en el Tom Cruise del gremio. No nos extrañaría tanto la comparación si recordamos que el actual presidente francés es amigo del actor norteamericano, con el que organizó un encuentro en Paris cuando era Primer Ministro de Jacques Chirac en el 2004.
Y parece que algo le ha quedado de sus conversaciones ya que, como el protagonista de Misión Imposible, Sarkozy ha visto marcado su mandato por sus intervenciones espectaculares dignas del salvador más hollywoodiense. La más destacada y criticada acaba de conocer su desenlace con el anunció por parte del “presidente” del Chad, Idriss Déby, de que concedía la gracia presidencial a los seis miembros de la asociación Arca de Zoé condenados el pasado 26 de diciembre a ocho años de cárcel. El 25 de octubre del 2007, los miembros de esta asociación fueron arrestados en Abéché (Chad) y acusados del intento de secuestro de 103 niños de la región del Darfour que intentaban llevarse hacia Francia. En el momento de los hechos iban a embarcar en un Boeing con tripulación española que también se vió involucrada en el proceso judicial. La intervención tan dudosamente providencial de Sarkozy, que decidió ir a buscar en avión privado a las azafatas y a los comandantes, fue uno de sus gestos más llamativos, pero no fue el primero.
Después de arreglar la cuestión de la tripulación, parece que el presidente francés ha acabado de negociar el asunto de los seis acusados franceses de El Arca de Zoé, que ya cumplían sus condenas en Francia gracias a un acuerdo de cooperación entre Francia y el Chad. Y es que el apoyo militar que el presidente francés ofreció al gobierno de este país africano el pasado 2 y 3 de febrero fue decisivo para que el dictador Idriss Déby se mantuviera en el poder. Las relaciones confusas y ambiguas que Sarkozy mantiene con líderes poco recomendables han despertado reticencias y críticas.
Y es que sus “amistades peligrosas” empezaron ya cuando fue a negociar la liberación de las enfermeras búlgaras con el tirano Coronel Kadhafi, dictador de Libia. Tras la intervención de su mujer de entonces, Cecilia Sarkozy, las enfermeras fueron liberadas el 24 de julio del 2007, después de 8 años de negociaciones, tensiones y embargos entre Libia y la UE. Fue un acto inesperado que se fraguó en pocas horas y que muchos atribuyeron a la personalidad de Cecilia. Pero, fuese como fuese, esta primera bomba mediática destapo el peligro de negociar con dictadores y terroristas ya que pocos días después Saïf Al-Islam Kadhafi, hijo del líder libio, afirmaba en una entrevista al diario Le Monde que la liberación se había hecho a cambio de varios millones de dólares y, sobretodo, de la compra de armas e instalaciones nucleares de uso civil por parte de Libia. El escándalo estaba servido y, más aún, cuando el Coronel se instaló a finales de Diciembre del año pasado en los jardines del Eliseo en visita oficial y que el tema de los derechos humanos nunca fue tratado entre los dos mandatarios, pese a la presión popular.
Otro ejemplo de su gusto por la “diplomacia-exhibición” la encontramos en sus recientes declaraciones dejando abierta la posibilidad de un boicot de Francia en los Juegos Olímpicos de Pekín. Esta postura, de cara a la galería, resulta como poco sorprendente si recordamos que el líder francés viajo recientemente a China (a finales de Noviembre del 2007) y en ningún momento mencionó el problema de los derechos humanos en ese país, pese a las peticiones de la oposición en Francia. Es más se “olvidó” de llevarse con él en el viaje a Rama Yade, secretaria de Estado para...los derechos humanos. Y es que el objetivo del viaje era la firma de contratos empresariales por valor de 20 millones de euros. Como afirmó hace unos días Bernard Kouchner, ministro de Asuntos Exteriores francés, respecto a la posibilidad del boicot y de la represalias económicas del gigante asiático: “es evidente que esto hace las cosas más difíciles”. Una bonita manera de contradecir a su jefe.
No olvidemos el último amigo discutible de Sarkozy, Hugo Chavez, al que recurrió hace unos meses para que hiciese de intermediario entre las FARC y los gobiernos franceses y colombianos para la liberación de Ingrid Betancourt. La relación duró poco ya que, esta vez, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, apartó a Chávez de cualquier protagonismo negándole la capacidad para negociar. Pero la cosa no queda ahí y en los últimos días las noticias dicen que Ingrid Betancourt podría ser liberada debido a su estado de salud. Al parecer Sarkozy ya tiene preparado un avión medicalizado en la Guyana francesa para ir a buscarla.
Idriss Déby, Gaddhafi o Hugo Chavez: unos “amigos” controvertidos del presidente francés pero que le permiten operaciones espectaculares y muy mediáticas. El precio a pagar? Tratar de tú a tú con dictadores y terroristas. No sería de extrañar que pronto estos “amigos” le pasasen factura al Tom Cruise de la política.
Artículo de Aurélien Le Genissel, periodista francoespañol afincado en Barcelona