Hay algo particular de tener el pelo rubio en Paris. Siempre he pensado que la gente con el pelo de oro recibía un status especial en esta ciudad, pero ahora estoy convencida que no somos considerados nada más como excéntricos, sino que también una especie en riesgo. Una vez andaba caminando por la callé cuando un coche lleno de tipos me paso. El comentario que hicieron fue tan elocuente como profundo: ?Mira, hay una rubia caminando en la callé!?
Quien puede atraparse la rubia?
Siendo rubia tiene sus pros y sus contras. En primer lugar, nunca olvidas tu propia existencia. No importa que lleves puesto, hasta si salieras cubierta desde arriba hasta abajo, si te sale una tira de pelo te vas a sentir horriblemente consciente de ti misma. En segundo lugar, tus habilidades logopedicos llegan a un nivel que ni sabías que existía, aprendiendo a interpretar sonidos como ?muuah?, ?tsss?, ?hrrr? o ?uuuuph?, También desarrollas habilidades al estilo del Matrix para evitar cada hombre sospechoso en la calle que quiere tocar tu pelo, supongo que si contiene magia para curar.Cuando has vivido por casi un cuarto de un siglo con un pelo de oro, es seguro que no lo consideras como cosa extraña. De cualquier manera, algunos hombres lo creen elogio declarar algo tan evidente que el color de mi pelo. Una vez un hombre se sentó junto a mi en el metro y empezó lo que obviamente creía ser un intercambio coqueto, diciendo ?A mi me gustan las rubias?. Era claro que el creía haber encontrado la manera perfecta de conquistarme, y esperaba ahora la respuesta con una expresión de satisfacción sobre su cara. Comprensiblemente yo no estaba tan impresionada.
Magneto mágico
A pesar de algunas reacciones del testosterona que a veces molestan mi vida cuotidiana, en realidad es muy bonito ser rubia. Siento que se me perdonan mucha cosas, y hasta creo que me perdonarían un crimen contra el estado gracias al halo dorado alrededor de mi sonrisa ángelica!El pelo rubio también funciona al revés: las cosas tienen un habito de pasarte cuando te ves diferente. Los humanos no son solamente intrigantes pero curiosos también, y me toca conocer a mucha gente porque vienen a hablar conmigo. Además, hay muchas cositas que recibes, como una película de porno japonesa que ?gané? en una competición de un bar.
Dame un poco y voy a querer tomar todo
Sin embargo, te ruina un poco también: tienes tan establecido el habito de ser una excepción que estas horrorizada cuando la gente te trata normalmente. Por que tengo yo que pagar el mismo precio que todos los demás? No hay reducción para las rubias?O, si pasa que veo una otra rubia caminando en la calle, de repente siento una ola de celos: quien se creé ella? Yo soy la rubia de Paris!Soili Semkina