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Lidl: explotación por toda Europa

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SociedadPolítica

La cadena de supermercados alemana, Lidl, tiene filiales en toda Europa. Sus empleados trabajan con mucha presión y con unos horarios de hasta 45 horas semanales, según apunta el sindicato ver.di.

En un principio, Krystyna W., natural de la ciudad polaca de Wroclaw, tenía que trabajar “sólo” 45 horas semanales, pero a medida que los meses transcurrían, su horario de trabajo se vio ampliado hasta llegar a las 16 horas diarias. En la filial polaca de la cadena alemana de supermercados con descuentos, Lidl, estos horarios prolongados de trabajo están a la orden del día. El sindicato alemán de servicios, ver.di, publicó a finales de junio de 2006 El libro negro de Lidl, de Andreas Hamann y su equipo de investigadores en Europa basándose en información recogida entre los becarios de la empresa en Polonia y en otros países europeos.

Horas extras diarias

El preámbulo del libro comienza: “En todas partes, la palabra globalización se deletrea de la misma forma: Lidl. Prevalece el obtener el máximo beneficio a través de una política agresiva de precios bajos.” Y Lidl exporta también este modelo puesto a prueba en Alemania: “Precios bajos a costa de los trabajadores”. Como ya mostró el primer libro negro de Lidl publicado a finales de 2004, la empresa de descuentos que pertenece al grupo Dieter Schwarz, al igual que la cadena Kaufland, ejerce una gran presión sobre los empleados que trabajan en sus filiales, les obliga a realizar horas extras y evita por todos los medios que se funden sindicatos en la empresa.

Sin embargo, Lidl no actúa por encima de toda la normativa laboral que existe en cada uno de los distintos países. Así, en Escandinavia, la empresa no puede evitar que se formen Comités de empresa y someterse a los convenios colectivos. Aún así, la cadena de descuentos se aprovecha de cualquier vacío legal para empeorar las condiciones laborales. "En Suecia, se controla a los empleados para aumentar la presión y se les somete a estudios cronométricos”, según apunta el libro negro de Lidl en Europa. En otro punto del mismo capítulo se añade: "En opinión de los sindicatos, los conflictos que tienen lugar con regularidad en las filiales de Lidl son consecuencia del organigrama empresarial tan sumamente jerarquizado”.

Frenar la espiral de decadencia

En el caso de Lidl, como en el de la cadena de grandes almacenes con presencia en toda Europa, Kaufland, todos los hilos de la madeja se entretejen en la sede del grupo Schwarz en la ciudad alemana de Ulm, dentro de la región Neckar en el Estado federado de Baden-Wüttemberg.

Años atrás, fue aquí donde se decidió extender la empresa. Hoy por hoy, el grupo Schwarz está presente en 23 países europeos, representado mediante casi 7.400 establecimientos de Lidl y Kaufland. En 2005, la empresa alcanzó un volumen de ventas entorno a los 40.000 millones de euros. El 50% de estas ventas se realizaron a través de sus filiales en el extranjero. No bastándole, el grupo Schwarz tiene prevista la entrada de Lidl en el mercado croata y en Eslovenia, en los tres países bálticos y en Suiza.

Los informes recogidos en el libro mostraron “que es necesario frenar la espiral de decadencia y continuar luchando por la instauración de unos criterios de calidad comunes, sociales y globales”, según se recoge en el preámbulo escrito por el presidente de ver.di, Frank Bsirske y la presidenta de los representantes, Margret Mönig-Raane. Ver.di quiere trabajar duro en colaboración con otros sindicatos de comercio europeos para que los trabajadores de Lidl y Kaufland puedan trabajar en condiciones dignas, véase el caso de Polonia, Francia o Suecia.

Andreas Hamann y Gudrun Giese también han trabajado en el Libro Negro de la Schwarz Retail Company (Diciembre de 2004)

Translated from Lidl: Ausbeutung, europaweit