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Libertad de prensa: tiemblan las plumas europeas

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SociedadPolítica

Durante años, el Viejo Continente se engañó a sí mismo pensando representar el vivo ejemplo de la libertad de prensa. Sin embargo, hoy el despertar ha sido brusco: muchos países europeos están en caída libre en la clasificación mundial de la libertad de prensa que publicó Reporteros Sin Fronteras.

Mientras tanto, se multiplican las manifestaciones en defensa de lo que Kant llamaba “libertad de pluma”

¿Quién es el periodista europeo? ¿Cómo trabaja en el Viejo Continente? Ningún problema si lo hace en la fortaleza de la libertad de prensa, es decir, si forma parte del triángulo Dinamarca – Filandia – Irlanda. Claro, siempre y cuando no publique viñetas sarcásticas sobre temas claramente religiosos. En cambio, si se va a Rusia, el periodista tiene que prestar mucha atención a lo que dice cuando habla de Georgia o de los derechos humanos, después de lo que le pasó a Anna Politkóvskaya hace tres años. Al reportero eslovaco le pasa casi lo mismo, debido a las habituales intromisiones políticas y a la introducción del derecho de réplica para todo aquél que, de una manera más o menos razonable, considere haber sido ofendido, criticado o difamado en un artículo. La réplica tiene que publicarse y el medio de comunicación que se niegue a hacerlo tendrá que pagar una multa. No hay que olvidarse de los países que aspiran a entrar en la Unión Europea, como Croacia, en donde el periodista se lo piensa más de dos veces antes de hablar sobre la relación serbio-croata.

La teoría de la libertad de prensa también se derrumba en algunos de los países fundadores de la Unión Europea. Según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras de 2009, el periodista francés ha tenido que hacer frente a investigaciones judiciales, detenciones e intromisiones políticas, también por parte de Nicolas Sarkozy. La situación tiene peor aspecto para Italia, que se queda en la 49° posición (Francia está en la 43°) de la clasificación mundial de Reporteros Sin Fronteras. En el bel paese se habla de fuertes presiones y de trampas legislativas continuas. De hecho, no ha pasado mucho tiempo desde que se hizo pública la noticia de las investigaciones acerca de la presión que el primer ministro Silvio Berlusconi supuestamente ejerció sobre las emisoras públicas italianas, con el fin de que se suspendieran determinados programas que él calificó de hostiles. Tampoco ha pasado mucho tiempo desde que tuvo lugar la manifestación a favor de la libertad de prensa, el 3 de octubre de 2009, que reunió a cientos de italianos en el centro de la ciudad de Roma. Se trata de escenas a las que no estamos acostumbrados a ver en el interior de la “cuna de la civilización” y que, sin embargo, nos afectan ahora más que nunca.

Manifestación en Roma el 3 de octubre de 2009

“No es sólo un problema italiano", afirma el presidente del ELDR (Partido Europeo Liberal, Demócrata y Reformista) Annemie Neyts-Uyttebroeck. "Italia, con la mayor empresa privada de televisión (Mediaset) en manos de Berlusconi y con sus continuas intromisiones en el servicio público, no es un caso que se debe subestimar; pero también Hungría y el Reino Unido son países en los que la libertad de prensa está en peligro. Tan sólo hay que pensar en los los medios de comunicación que posee Rupert Murdoch en el Reino Unido” (British Sky Broadcasting, The Times, The Sun, por citar algunos).

"Nadie debería impedir a un periodista que se exprese"¿Quiénes son los verdaderos enemigos de la libertad de prensa? Seguramente la unificación de los poderes: “Los poderes son tres: el político, el económico y el mediático. Si los poderes político y económico son inseparables, no cabe la menor duda de que el poder mediático está en manos del económico. Y la combinación más peligrosa de todas es aquella entre la esfera mediática y la política”. Es lo que afirmó Enzo Marzo, uno de los impulsores de la Società Pannunzio, una asociación italiana que trabaja a favor de la libertad de información, durante el seminario sobre la libertad de prensa en Europa, patrocinado por la ELDR el pasado sábado 12 de marzo en Roma.

Internet podría convertirse en la panacea para los periodistas. De hecho, no es fácil controlarlo y de esto son testigos las noticias que, a pesar de la censura, llegan por ejemplo de China. Sin embargo, Internet está en un terreno en el que suele ser difícil comprobar la veracidad de las fuentes. Basta con acordarse de que desde Twitter se difundió la noticia sobre la presunta separación de la pareja presidencial francesa Sarkozy-Bruni, que luego resultó ser un engaño. Por lo tanto, es difícil proteger el derecho del lector en la red. ¿Y qué pasa con los periodistas? El periodista ideal es valiente y tiene un editor abierto y flexible y, sobre todo, tiene un contrato. Esto último es lo más duro de conseguir, por lo que el periodista actual suele trabajar como freelance o precariamente, lo que le vuelve incapaz de abrirse camino en la jerarquía editorial. Además, se sabe de sobra que uno no puede vivir exclusivamente de la pluma. En resumidas cuentas, el cáncer que podría hacer desaparecer lo que queda del derecho a la libertad de prensa es una prerrogativa en algunos países, pero el dolor de barriga está presente en todas partes. Por lo tanto, intervenir es de vital importancia.

Fotos: Adele Sarno/flickr, lo spacciatore di lenti/flickr, rsepulveda/flickr. Video: RomacittaTV/Youtube

Translated from Libertà di stampa: le penne europee tremano