Ley húngara sobre los medios de comunicación: Francia no se queda atrás
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Jesús GuerreroEl Parlamento Europeo no da carta blanca a Hungría en lo que se refiere a la controvertida ley de medios de comunicación. En una resolución aprobada el jueves por los diputados socialistas, liberales, ecologistas y de extrema izquierda, se pide al gobierno de Viktor Orban, primer ministro húngaro, que se suspenda dicha ley, ya que debe someterse a revisión. Cafebabel.
com publica la entrevista con el periodista del periódico francés Rue89, Augustin Scalbert, que analiza los peligros de esta ley húngara tomando como base el ejemplo de Francia.
Cafebabel.com: ¿Cómo habéis seguido en Rue89 esta ley húngara de los medios?
Augustin Scalbert: Le hemos dedicado artículos de opinión. Es un poco preocupante, pero por desgracia, si esto hubiese pasado en el Reino Unido o Alemania, digamos en uno de los países más "importantes" del escenario europeo, el tema habría tenido mucha más repercusión en Francia. Aunque Hungría presida temporalmente la Unión Europea, sigue siendo un país un periférico. Es decir, si no tuviera la presidencia, no se habría hablado a penas de este asunto. Muchos medios de comunicación franceses han criticado la falta de reacción por parte de la UE y de los gobiernos de los países considerados como "motores" de la Unión. De hecho, es lamentable presenciar esta falta de reacción. Al final, Francia ha tomado partida, pero solo un poco…
Cafebabel.com: ¿Cree que el ultimátum emitido por la Comisión Europea es aceptable?
Augustin Scalbert: Sí, si fuese a servir de algo, pero lo dudo… Si esta ley llega a aplicarse, los ciudadanos y periodistas húngaros podrán denunciarla, acudir a los Tribunales y juzgar a su país ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). La respuesta de la UE es bastante inútil (Hungría solo ha aceptado modificar su ley de medios de comunicación bajo la presión ejercida por la Comisión Europea, nota de la redacción).
Cafebabel.com: ¿Hay mecanismos suficientes a nivel europeo para proteger la libertad de prensa? Usted ha mencionado el TEDH, ¿es el único medio?
Leer "¿Por qué la ley de medios húngara no sorprende a Europa?" en cafebabel.com
Augustin Scalbert: Sí, el TEDH es muy eficaz. El Tribunal, cuyas decisiones son de carácter obligatorio, juzga a menudo a los Estados, que deben pagar indemnizaciones, pero todo este procedimiento es caro y lleva su tiempo. Muchos periodistas y medios de comunicación no tienen los recursos económicos suficientes, lo que hace que los sistemas de presión sobre los periodistas sean con frecuencia eficaces… En Rue89 nos lo podemos permitir porque tenemos un abogado excelente. En los cuatro años que llevamos, hemos alcanzado un reconocimiento importante de los medios de comunicación franceses, pero no todos pueden decir lo mismo.
Cafebabel.com: Nos quejamos de Hungría, pero en Francia también se ejerce una fuerte presión sobre los medios de comunicación...
Augustin Scalbert: Sí, por supuesto. Francia descendió 33 puestos en el ranking de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras desde su creación en 2002. Vemos como aumentan los registros en las redacciones, las comparecencias e interrogatorios a los periodistas. (N. de la R: En 2010, Hungría ocupaba un puesto mucho mejor que Francia. Antes de su ley de los medios de comunicación, ocupaba el puesto 23 mientras que Francia ocupaba el puesto 44 de la lista).
En cuanto a la ley húngara, es indignante en varios niveles. El hecho de que el gobierno establezca el texto para que los medios de comunicación ejerzan una mayor objetividad es totalmente irónico. Es el mismo gobierno quien designa a los miembros de este órgano de control de los medios, por lo tanto, estas personas son partidarias del gobierno. Los nombra el Primer Ministro. En mi opinión, no va a llegar a ninguna parte ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Lo que es más difícil de aceptar es que esta ley rompa el secreto de confidencialidad de las fuentes a favor de la seguridad, algo que el TEDH condena claramente, ya que la Comisión Europea de Derechos Humanos considera el secreto de las fuentes de los periodistas como uno de los pilares fundamentales de la democracia. Esta ley me recuerda el caso del periodista freelance francés, Guillaume Dasquié, especializado en terrorismo y secretos de defensa.
A principios de 2007, reveló en una encuesta publicada en Le Monde que los servicios franceses, en este caso, la DGSE (Dirección General de la Seguridad Exterior), había advertido a sus homólogos estadounidenses poco antes del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, de los ataques terroristas inminentes, que muy probablemente se llevarían a cabo a través de secuestro de aviones. Obviamente, esta información fue muy embarazosa para los Estados Unidos, sus servicios de inteligencia y las relaciones franco-estadounidenses. En diciembre de 2007, Dasquié estaba en casa cuando suena el timbre, eran miembros de la DST (Dirección de Vigilancia del Territorio) posteriormente llamada DCRI (Dirección Central de Inteligencia Interna). Delante de sus hijos pequeños, llevan a cabo un registro de su domicilio, se lo llevan detenido en virtud de la Ley contra el Terrorismo (que permite prolongar la detención casi indefinidamente). Fue interrogado por un jefe de la DST y un fiscal. Dicho interrogatorio se convirtió en un chantaje que podría resumirse como "o nos da sus fuentes o no pasará la Navidad con sus hijos." El periodista les dio el nombre de una fuente que le constaba que ya estaba fichado por la DST y fue puesto en libertad. ¡Es indignante! Con el pretexto del terrorismo, el gobierno francés puede pasar por alto el secreto de las fuentes periodísticas. Yo mismo he sido interrogado por la difusión de un vídeo de Nicolas Sarkozy, que se publicó en Rue89 en junio de 2008, este caso ilustra otro tipo de presiones a las que los periodistas deben hacer frente en Francia.
Leer "Estafa, crimen y periodismo" en cafebabel.com
Cafebabel.com: Si pudiese dar un consejo a los periodistas húngaros que se enfrentan en este momento a esta ley, ¿cuál sería?
Augustin Scalbert: Les diría que es esencial que sigan haciendo su trabajo lo mejor posible, inevitablemente, en algún momento publicarán una gran información que molestará al Gobierno. Este aplicará su nueva ley y creo que tendrá el efecto contrario, al intentar censurar y controlar, el Gobierno centrará la atención de los ciudadanos en la información que desea ocultar. Es lo que llamamos el efecto Streisand. Si el Gobierno echa mano de una ley tan liberticida para la democracia como esta es sin duda porque sus miembros tienen cosas que ocultar. Yo animaría a los periodistas a socavar información en ese sentido, para que al Gobierno le saliera el tiro por la culata.
Foto : Portada, (cc)angietorres/flickr
Translated from Loi médiatique hongroise : la France n’a pas de leçons à donner