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Leonard Orban, el Don Quijote europeo de los idiomas

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Política

El 11% de las pequeñas y medianas empresas exportadoras de la UE, unas 945.000, pierden oportunidades comerciales por no dominar lenguas extranjeras.

El 21 de septiembre tendrá lugar en Bruselas una gran conferencia de acceso gratuito sobre multilingüismo y diálogo intercultural, con el fin de obtener recomendaciones para la estrategia comercial de las empresas europeas y una mayor comprensión mutua entre los Estados miembro. Se trata de la puesta de largo del rumano Leonard Orban, el joven Comisario europeo destacado para el multilingüismo desde el 1 de enero de 2007. Se ha pasado el verano recorriendo Europa presentando su agenda política y recabando el apoyo de los gobiernos a sus acciones en pro del diálogo entre culturas y la promoción del aprendizaje de lenguas extranjeras.

Mucho inglés y pocos medios

Según el último eurobarómetro “Los europeos y las lenguas” publicado en 2006, el inglés, hablado por el 51% de los europeos, es la lengua más utilizada en la UE. A mucha distancia del alemán (32%) y el francés (26%). Sin embargo, ha tenido que ser un organismo británico, el UK National Centre for Languages, el que ponga el acento en que “el inglés no basta a las empresas europeas para ganar oportunidades de negocio”. Su último estudio, publicado a principios de 2007, subraya que las pequeñas y medianas empresas que invierten en el aprendizaje de idiomas –en especial el ruso, el chino y el árabe- presentan cifras de exportaciones 44,5% mayores que las demás. Sobre este dato, y sobre el hecho simbólico de que el primer reglamento de la Historia de la CEE versaba sobre las lenguas oficiales comunitarias, basa Leonard Orban la relevancia de su cartera, que los medios de comunicación llevan cuestionado todo el año.

El dinero de la UE dedicado a todos los gastos de la comisión de Multilingüismo y Diálogo Intercultural apenas roza los 1.100 millones de euros, es decir, el 1% del presupuesto comunitario. Aun representando un aumento del 20% con respecto al septenio 2000-2006, “no es suficiente”, reconoció Orban en un desayuno informal con periodistas a su paso por París en el mes de julio, “si tenemos en cuenta que hemos pasado de 11 a 23 lenguas oficiales en la Unión y que queremos mantener el servicio de traducciones más desarrollado del mundo, con 3.500 operarios”.

Erasmus de empresa

El mismo estudio británico asegura que “sólo el 50% de los empresarios encuestados afirma conocer iniciativas o estrategias nacionales para aumentar las competencias lingüísticas de las empresas, y ninguno de ellos cree en la eficacia de las mismas”. Entonces, ¿cómo desea intervenir la UE en este páramo? Orban adelanta tres propuestas para favorecer el aprendizaje de idiomas. Se trata de la creación a partir de 2008 de un Erasmus empresarial para el intercambio de trabajadores entre empresas europeas; una mayor presencia del cine en versión original subtitulada, poniendo como ejemplos los casos de Portugal y Rumania, “en donde el cine es siempre en versión original y la gente se defiende muy bien con los idiomas”; y la obligación para los estudiantes de tercer ciclo de un periodo de movilidad en otro país europeo.

Preguntado por la progresión del inglés como lengua vehicular dominante incluso en los pasillos de Bruselas, Orban precisó que “su responsabilidad no es privilegiar el uso de unas lenguas frente al inglés, sino asegurar el multilingüismo de Europa”, no sin comentar con cierta sorna que “los primeros en usar el inglés casi sistemáticamente en las ruedas de prensa son los propios periodistas de todas las nacionalidades”.