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La prensa corrupta de Lituania

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Story by

Lena Meier

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Medios de comunicación y negocios van de la mano en Lituania desde la crisis financiera de finales de los años noventa. Las condiciones monopolísticas y los conglomerados mediáticos controlan el mercado local. Tanto la política como la economía pagan por un tratamiento informativo favorable.

(Foto, ©Marta Palacín)

“En esta fotografía me parezco a Putin”. Rytis Juozapavicius está sentado en su despacho, situado en un ático del renovado casco histórico de Vilnius, y señala una imagen suya que aparece en la primera página del periódico nacional . Sonríe, aunque parece al mismo tiempo irritado. El responsable de la sección lituana de Transparencia Internacional, la organización anticorrupción que actúa a nivel global, conoce ya las tácticas de la prensa lituana. Ha avanzado en sus prácticas para descubrir las tácticas y denominarlas.

Respublika

Mientras tanto, en el ámbito de la libertad de prensa, Lituania ocupa los primeros puestos desde el punto de vista internacional, señala un reciente estudio de Reporteros Sin Fronteras, que sitúa este país en el puesto 23, incluso por delante de Gran Bretaña, Francia e Italia, de un total de 169 países. El problema de la prensa lituana es, sin embargo, otro: “La utilización de un lenguaje esponjoso es la clave del periodismo lituano”, asegura Rytis Juozapavicius. “En lugar de vincular hechos, los autores se limitan a imaginárselos. Hay periódicos que se anticipan brutalmente. La gente tiene miedo de ser guillotinada en público por ellos. Rytis Juozapavicius es uno de los blancos de la prensa sensacionalista local. “Me odian”, dice, y compara el periodismo de los medios y sus artículos envenenados, con una actividad mercenaria”.

El inversor como jefe de redacción

A pesar de su profesionalidad, la vida del periodismo en Lituania no está amenazada. Según una encuesta del instituto demoscópico TNS Gallup (verano 2007), los diarios más leídos del país son los sensacionalistas Lietvos Rytas y Vakaro Zinios, el gratuito 15 Minutes y Respublika. En conjunto cubren al 57,9% del lectorado nacional.

La propia estructura organizativa interna de los periódicos habla contra la diversidad de opiniones, pues el redactor jefe tiene el control absoluto. “Los tres periódicos mayoritarios muestran un interesante punto en común: no hay una separación estricta entre la propiedad y la redacción”, cuenta Juozapavicius. Así pues, el propietario de las publicaciones Respublika y Vakaro Zinios, Vitas Tomkas, también ejerce de redactor-jefe. El inversor Gedvydas Vainauskas fija, a su vez, los contenidos de Lietuvos Rytas.

El paisaje mediático está dominado por magnates locales. A diferencia de los holding internacionales que invierten en la prensa lituana, Tomkaus y Vainauskas intervienen en la economía y la política. Sus grandes imperios les dan un poder económico gracias al cual controlan el mercado de la publicidad. “A través de esto, los gigantes mediáticos hunden a las publicaciones pequeñas e independientes. Para los demás, tienen la economía en sus manos, una economía que extorsionan.

Dinero a cambio de buena imagen

Los creadores de opinión evitan titulares negativos. El redactor-jefe de la sección Economía de la agencia de noticias Baltic News Service BNS, Artras Raask, cuenta el caso del arroz intoxicado procedente de la India, que estuvo de oferta en el mayor supermercado de Lituania, Maxima, durante el pasado mes de febrero. “BNS informó varias veces sobre ello, pero los medios de comunicación lituanos no reaccionaron”. Raask parece tranquilo, pero en ningún caso sereno. El silencio mediático no le ha sorprendido: el Grupo VP, al que también pertenece Maxima, tiene a los medios de comunicación en sus manos debido a su volumen de inversión publicitaria.

Una encuesta de Transparencia Internacional entre 500 personas pertenecientes al mundo de los negocios en Lituania, publicada en junio de 2007, tuvo unas contundentes cifras respecto a las empresas informativas: casi el 80% de los empresarios encuestados, procedentes de distintos sectores económicos, consideraban corruptos a los medios de comunicación; el 35% ha recibido la propuesta de pagar publicidad a cambio de obtener buena prensa; el 12% admitió que lo había pagado.

No sólo desde la economía se pretende conseguir una imagen perfecta en la prensa. “El Gobierno compra espacios de publicidad en los medios de comunicación y publica en ellos artículos que se redactan en el mismo ministerio”, comenta el reputado experto en Relaciones Públicas, Artras Jonkus. Jonkus ha trabajado en el consorcio petrolífero ruso Yukos hasta su disolución, donde se ocupaba de las Relaciones Públicas. Hoy, dirige consultoría propia. Según este experto, las relaciones públicas ministeriales no deberían presentarse como publicidad comercial. Señala que el Ministerio de Agricultura ha invertido unos 145.000 euros en este tipo de marketing durante el primer semestre de 2007.

Internet como esperanza de cambio

Muchos periodistas independientes ven el futuro de su profesión en Internet. La redacción de Delfi.lt, uno de los primeros y más importantes portales de noticias en Lituania, se encuentra en un moderno despacho con unas vistas espectaculares sobre la ciudad de Vilnius. La redactora-jefa, Monika Garbaiauskait, defiende las ventajas de Internet, los periódicos electrónicos y los blogs abren nuevos canales de información con la posibilidad de comentar artículos fomentando la participación directa del público. Hasta el momento, además, estos medios se han mantenido independientes de la publicidad, pues apenas un 8% de los 115.000 euros de ingresos anuales del sector han procedido de anuncios. Delfi.lt está financiado por un inversor extranjero, el grupo multimedia estonio Ekspress, que no ejerce una influencia diecta sobre la redacción del portal.

Vídeo del debate sobre la Transparencia de los medios en Lituania

Fotos: ©Marta Palacín; ©Jorden van der Ven; ©Lena Meier)

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