La peleíta de gallos entre España e Italia
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Es la eterna pelea de gallos de corral egocéntricos que Italia y España desarrollan desde hace años. A los españoles, les encanta poder compararse con Italia e insistir en cada capítulo en el que supuestamente han adelantado a sus lejanos hermanos godos del este.
Se acabó la reunión del G8 en Italia, y todo el mundo se fue echando pestes de la organización del encuentro internacional por parte de las autoridades italianas. En España, país obsesionado con compararse a Italia, la prensa incluso se hacía eco de quienes sugerían que el país ibérico desplazara al itálico del grupo G8 de los países más poderosos del mundo.
No obstante, los españoles caen en un doble autoengaño. Por un lado, no tiene mérito compararse a un país –Italia- en decadencia económica, social y política desde hace décadas. Lo digno es compararse con países que progresan, no con Italia, un país cuya población envejece a marchas forzadas, que no atrae inmigración alguna, que lleva estancado económicamente años y cuya política es el hazmerreír de Europa -e incluso del mundo, a la vista de lo esquivo que Obama se ha mostrado con Berlusconi durante la cumbre en Puglia-.
Por otro lado, es ridículo compararse con Italia, pues aun atravesando este país grandes dificultades, sigue presentando más medios que España para salir del atolladero de la crisis y encontrar su lugar en el planeta. Valgan unos cuantos datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Mientras en Italia existen 6 físicos por cada mil habitantes, en España sólo hay algo más de la mitad.
Además, España presenta unos datos de eficiencia energética muy por debajo de los italianos: con menor población, los iberos gastan más electricidad y más barriles de petróleo que los italianos. Si el futuro es la sociedad de la información y el conocimiento, los italianos siguen por delante en términos de conexiones a internet que los españoles y además poseen el doble de radios que los iberos. Por rizar el rizo, aunque las cifras sean bajas, en España aún hay un 2,1% de ciudadanos analfabetos, mientras que en Italia la cifra se mantiene en el 1,3%. Menos risas, más esfuerzos y más solidaridad con los italianos es lo que los españoles deberían tener.
(Foto: Javier TC / Flickr)