la iglesia ortodoxa declara la guerra a los niÑOS de Georgia
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Cristina Diaz FiguerasEn todas las festividades ortodoxas de Georgia, el Patriaca da un sermón en directo por televisión. Este año solo ha habido una celebración ortodoxa –el 7 de enero, el de Navidad– pero bastó con el discurso anual de la Iglesia para conmocionar a la mayor parte del país.
Ilia II es patriarca de Georgia des de 1977. Además padece de Parkinson, por lo que no es capaz de escribir, y en ocasiones tampoco de hablar en público. Ha viajado al extranjero en varias ocasiones para someterse a tratamiento médico, pero en esta ocasión estaba demasiado enfermo para pronunciar personalmente el discurso. En su lugar, uno de sus sacerdotes se encargó de compartir la opinión del patriarca con el país.
Los niños fueron el tema principal del discurso del sacerdote. Hablando en nombre del patriarca, estipuló quiénes podían tener niños y quiénes no. El discurso empezó hablando de los matrimonios entre personas del mismo sexo, hecho que no sorprendió a nadie ya que la opinión de la Iglesia acerca de la homosexualidad es de dominio público. Pero el sacerdote prosiguió negando a las parejas del mismo sexo el derecho a adoptar niños, afirmando que la adopción convierte a los niños en un objeto que cualquiera puede comprar.
"El avance de la ciencia ha dado lugar a problemas éticos nuevos para la humanidad, tales como la inseminación artificial, los niños concebidos en tubos de ensayo, los vientres de alquiler, la fusión génica, la clonación, etc". «Los humanistas apoyan el aborto, la eutanasia y el suicidio» –declaró el sacerdote durante el discurso–. «¿Puede ser feliz una familia si su hijo procede de un vientre de alquiler? Este niño nació en un hogar sin amor para tener una vida condenada a la soledad. Incluso si creciera en una familia acomodada, ya no se puede borrar la dureza del periodo prenatal y es inevitable que tenga problemas cuando sea adulto. Los niños procedentes de inseminación artificial también serán problemáticos pues sus vidas se consiguieron a costa de la destrucción de embriones».
El cristianismo predica con la tolerancia, la bondad, el optimismo, la concienciación, y el amor por la humanidad, no el mal, la envidia o los prejuicios. Sin embargo, es la Iglesia quien tira la primera piedra para condenar la modernidad.
El discurso anual fue especialmente desconcertante porque era la primera vez que la Iglesia hacía una declaración tan negativa en Navidad. Incluso los funcionarios del gobierno consideraron necesario responder al discurso.
La primera en pronunciarse fue Tamar Chugoshvili –asesora del primer ministro–. «Feliz Navidad» dijo, «en especial para aquellos maravillosos niños que nacieron de vientres de alquiler o gracias a la inseminación artificial. Feliz navidad a sus familias, a las madres de alquiler, a las minorías, y a las mujeres que se conforman con su falsa libertad, y feliz Navidad a todos aquellos cuyos corazones sufren. Estoy segura de que Dios nos ama en especial».
El Presidente Giorgi Margvelashvili y el Ministro de trabajo, salud y asuntos sociales David Sergeenko también respondieron al discurso al día siguiente. El Ministro Sergeenko incluso intentó explicar qué eran las madres de alquiler y la inseminación artificial des de un punto de vista científico. Muchos consideraron su actuación admirable, ya que un gran número de georgianos no disponen de esta información.
El mensaje de Navidad de este año es especialmente preocupante porque muchos georgianos creen ciegamente todo lo que dice la Iglesia. Es difícil entender porque desde esta institución se daría un mensaje tan lleno de odio, especialmente tratándose de menores. Un discurso que hable de los niños se debe escribir con amor y positivismo hacia todo el mundo.
Casi todos queremos tener hijos en algun momento de nuestra vida, sin embargo hay mujeres que no pueden quedarse embarazadas. Estas mujeres hacen todo lo que está a su alcance para tener un hijo, ¿Cómo podemos negarles el derecho a buscar alternativas para concebir? ¿Por qué se debe tratar a un niño de forma distinta si nació gracias a la inseminación artificial? El futuro depende de las nuevas generaciones, y no debemos darles la espalda, aunque así lo dicte la Iglesia.
Se debe tratar a todo el mundo por igual. Sin tener en cuenta si es heterosexual, homosexual, una madre de alquiler, o si nació gracias a la inseminación artificial. Todos somos personas y respiramos el mismo aire.
La Iglesia debe aprender a hacer el amor y no la guerra, en especial la guerra contra los niños.
Translated from The Georgian Orthodox Church Declares a War on Children