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La crisis griega a bordo de un yate

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Translation by:

Saith Bautista

SociedadPolítica

La difícil situación que atraviesa el país heleno vista desde arriba, desde las oficinas de un rico naviero, por ejemplo, tiene un sabor muy alejado del experimentado por la masa que debe seguir la dieta económica nacional.

Pero en Atenas éstos últimos, más que nunca adeptos de la hoz y el martillo, concentran su cólera contra el Estado más que contra las clases privilegiadas… para la gran alegría de éstas últimas

Sobre la crisis: "Si tus empleados tienen menos dinero, eso afecta el negocio"A juzgar por la decoración de su oficina, situado en el barrio exclusivo de Kifissia en Atenas, el Harry Potter del comercio marítimo griego ama tanto el arte contemporáneo como su autorretrato. Harry Vafias tenía sólo 27 años en 2005 cuando se convirtió en el presidente director general (PDG) más joven de una sociedad marítima que participa en el mercado de valores de Estados Unidos, la gloriosa Nasdaq. Al preguntarle si la compañía Stealthgas, que él fundó, se ve afectada por la crisis griega, su mirada por fin deja de ver las tres pantallas de última generación: “No hay impacto directo", respondió, perentoriamente. El efecto es indirecto, juega en la psicología de los empleados que no pueden consumir tanto como antes. Si tus empleados tienen menos dinero, eso afecta el negocio”.

Los armadores navegan en aguas turbulentas

Para Harry Vafias, el único efecto directo de la crisis se ve en la fragilidad de los bancos, lo que le impide obtener préstamos en Grecia. Pero cuando le pregunto si el desplazamiento de billones de euros de las cuentas bancarias de ciudadanos ricos y de las sociedades más cotizadas de Grecia hacia bancos suizos, chipriotas y británicos tienen un impacto sobre esa debilidad bancaria, responde: “Es el gobierno el que ha engañado a los griegos, no nosotros. Nosotros estamos como ellos, bajo la ley”.

O por encima. Desde el interior opulento de su loft, situado en lo alto de la colina de Exarchia, el barrio alternativo de Atenas, Giorgos Glynos, economista del Centro de Investigación Eliamep, lo afirma: “Los armadores no están afectados por la actual alza de impuestos”, dice ahora que el IVA ha pasado del 21% al 23%. “Ésta es la paradoja de la economía griega: los armadores ricos, los empresarios más ricos del país, escapan sin problemas de su sistema fiscal. Les basta poner su flota bajo una bandera de conveniencia extranjera”. Una forma de evasión fiscal debida a la naturaleza internacional de sus negocios, pero también a la buena voluntad de políticos griegos, según explica el especialista. “Los gobiernos sucesivos intentan siempre incitar a los armadores a que escojan una bandera de proa griega proponiéndoles un nivel ventajoso de impuestos”. El corresponsal de Liberation en Bruselas, Jean Quatremer, no decía algo parecido después de su encuentro con el ministro griego de Finanzas, George Papaconstantinou: "Si los ingresos generados en Grecia por los armadores es tasado, es únicamente en la medida en que ellos lo quieren”.

Es también el presidente de Greenpeace en Grecia¿Entonces, los ricos armadores no sienten la crisis griega? “Claro, el negocio ha sido tocado”, matiza George A. Vernicos, presidente de Vernicos Yacht, líder nacional en la venta y alquiler de yates. “Afortunadamente, la venta de barcos, nuestra principal actividad, experimenta un ciclo de recuperación desde hace diez años y por lo tanto sin riesgo de ser afectada”. Mr Yachting, como lo apoda la prensa con cuyos artículos ha decorado las paredes de su oficina, no culpa menos al gobierno: “Todo es difícil aquí. Grecia no es un país para los negocios”. Las palabras de Harry Vafias le hacen eco: “Grecia está asfixiada por dos problemas: Una cantidad demasiado grande de funcionarios y la incapacidad de los griegos de suscribir los impuestos”, afirma. Para los dos gigantes de la economía griega el culpable es el Estado.

“Los griegos no están contra los ricos”

Extraño. Al bajar a la arena ruidosa del contribuyente promedio ateniense, el discurso no cambia: "Los griegos no están en contra de los ricos, están en contra del gobierno”, me asegura la empleada de una joyería del centro de la ciudad. La propietaria del comercio no es otra que la madre de Alexis Grigoropoulos, el joven estudiante de 15 años abatido por la policía el 6 de diciembre de 2008. Ella se encuentra en el proceso del policía que disparó a su hijo. Entre el error policial de 2008, las manifestaciones estudiantiles que siguieron y las protestas actuales contra el plan de austeridad del gobierno de Papandreu, una ira similar se ha apoderado de los griegos contra los directores de asuntos públicos. Los navieros ricos, los jóvenes anarquistas o los comerciantes, todos tienen un resentimiento contra el Estado.

Duro para los oídos de un francés (para el que "parece normal que las élites económicas y políticas cuiden las unas de las otras”, como lo señaló el Neue Zürcher Zeitung de Zúrich en reacción al caso Woerth-Bettencourt) de no oír a ningún griego ofenderse por la brecha de riqueza entre la élite económica y las otras. Sólo la clase política es objeto de reprimenda, principalmente porque "el Estado está en las manos de tres familias”, como me lo señala la esposa de un cirujano plástico rico que vive en los bellos barrios de Kyfissia: “Los Papandréou, los Caramanlis y los Mitsotakis”.

“El enemigo de clase es el Estado"

Les murs remplis de graffitis anarchistes témoignent plus de l'opposition à l'élite politique qu'à une haine des élites économiques¿Y los armadores, adeptos de la transmisión filial de los negocios? "La inmensa mayoría de los jóvenes aquí ni conocen su existencia", me contaba la hija del cineasta Theo Angelopoulos, encontrada por casualidad en un bar del barrio de Exarchia. Las paredes de esta zona desbordan de grafitis revolucionarios y de frases anarquistas dirigidas contra el Estado, a pesar de su vena marxista y anticapitalista. "Después de la Dictadura de los Coroneles, el espíritu era muy militante en Grecia, pero como en realidad no hubo jamás clase capitalista contra la que oponerse, el Estado se volvió el enemigo”, analiza Giorgos Glynos. El Estado y sus tres familias reinantes. Durante este tiempo, los ricos continúan esquivando los impuestos griegos. “El enemigo de clase”, concluye el economista, “es el Estado. ¡Es el interés público!”

Gracias a Elina Makri y a todo el equipo de cafebabel.com en Atenas.

Fotos: principal ©davesag/Flickr; Harry Vafias ©Harry Vafias; Georges A. Vernicos ©Dana Cojbuc; graffiti©Elina Makri

Translated from La crise grecque à bord d'un yacht