La crisis aguó la fiesta en España
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Ha llegado el momento de reconocer lo que nadie se atrevía a decir: al país ibérico se le terminó la juerga. Pero no es el único. Estados Unidos se juega el fin de su hegemonía, dejando un pastel económico que hay que repartir
Algunos datos recientes ponen de manifiesto que la economía española no va demasiado bien. La subida del precio de las materias primas, la caída de las matriculaciones en un 27% este año, el aumento del paro -situándonos en primer lugar de la UE- hasta el 11,3% de la población activa, el crac inmobiliario y la acumulación de viviendas no vendidas... han puesto fin al milagro español y a la sorprendente superación española a Italia en renta per cápita. Pero todo ello no era suficiente para mencionar la temible palabra...
Crisis con amor y psicólogos
Sin embargo, por fin hay un dato definitivo que confirma lo que nos temíamos: hay crisis. El hecho que ha desatado todas las alarmas es el importante aumento de trabajadores y empresarios en las consultas de los psicólogos. Un reciente artículo publicado en la versión digital de Expansión informa que, solo en la Comunidad de Madrid, las visitas a psicólogos han aumentado un 12% en los últimos tres meses.
Pocos pueden decir cuándo acabará la crisis. Otoño de 2009, finales de 2010, prolongación durante una fase crítica que durará siete años más... Lo que sí comparten los expertos es que a corto plazo no hay salida posible a la crisis, por lo que los psicólogos serán uno de los colectivos más beneficiados por la incertidumbre, estrés, ansiedad y demás efectos colaterales. Eso sí, los matrimonios en España estarán más unidos que nunca, tal y como parece probar la coincidencia del descenso en el número de divorcios con el inicio del pinchazo inmobiliario en 2007 (un 38,6% menos de separaciones en 2007 respecto a 2006). Seamos optimistas y pensemos que la crisis nos hace pensar y valorar lo esencial, evolucionando de consumistas compulsivos a románticos empedernidos.
¿Ahorros en el banco o bajo el colchón?
España cuenta -dicen- con el más sólido fondo de garantías de depósitos en Europa, pero a pesar de todo solo te aseguran 100.000 euros en caso de quiebra de tu entidad bancaria (tras aumentar hace unos días esta cifra de los 20.000 euros). Seamos realistas, no hace falta que nos aseguren más, porque en España nadie tiene 100.000 euros en la cuenta. Como decía el genial humorista Forges hace unos días en una viñeta: “sería lamentable que por esta maldita crisis perdiera los ahorros de toda mi vida, es decir 26,31 euros”. Así que prefiero dejar mis ahorros, parecidos o inferiores a los de Forges, en el banco que debajo del colchón, ya que no tengo ninguna duda de que serán reintegrados íntegramente.
Además, no podemos olvidar que la banca española es el segundo sistema bancario más eficiente de Europa, solo superado por el de Islandia, 'líder absoluto' del continente (Un líder que, no obstante, se ha visto obligado a nacionalizar el segundo mayor banco del país, el Landsbanki, en los últimos días) . Crucemos los dedos, pero aún no hemos tenido que salir al rescate de ninguno de nuestros bancos, a diferencia de lo ocurrido en Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo o Islandia. ¡Por fin España es un ejemplo para Europa! Confiemos sin embargo en que el fondo máximo que el gobierno ha puesto en marcha con 50.000 millones para apoyar a la banca sirva para algo. A pesar de todo, quedan dudas. Esta inyección de liquidez, ¿será suficiente para evitar el desplome de grandes bancos españoles?
Friedman ha muerto, viva Keynes
Esta crisis es un reflejo de que el fundamentalismo ultraliberal estadounidense a lo Milton Friedman ha muerto. (El premio Nobel que prefería la caridad en lugar de justicia social).
Estamos asistiendo a la agonía de la hegemonía económica y financiera de EE UU. La OCDE sitúa el ocaso estadounidense en 2015, otros analistas en 2025. Incluso el ministro alemán de finanzas, Peer Steinbrück, ha afirmado que “parece probable que EE UU perderá su estatus como potencia en el sistema financiero internacional”. Por eso lo verdaderamente interesante en esta crisis es ver cómo los países emergentes van a verse beneficiados de esta crisis. Los pobres, seguirán siendo pobres. El parón de la economía española tendrá un dramático impacto en los algunos países como Bolivia, donde las remesas enviadas por los inmigrantes residentes en nuestro país suponen el 10% de su PIB. Unas remesas que ya se han reducido este año un 7%, y que casi seguro seguirán disminuyendo en los próximos meses.
¿Hay alternativas a la crisis? Hace algunos años socialistas españoles afirmaban: “cómo estarán de mal las cosas que nos hemos tenido que hacer keynesianos”. ¿Volverá Keynes a salvarnos de nosotros mismos?
Hablaría de la Unión Europea pero las medidas y el debate sobre posibles planes de rescate se decidirán con la habitual urgencia: como pronto dentro de 6 meses y luego dos años más para ponerse en marcha, tras su aprobación por los gobiernos y parlamentos correspondientes. Así que hay tiempo. Hasta 2010 por lo menos seguiremos en crisis. Para qué estresarse.