La addición a las redes sociales: ¿imposible de frenar?
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Emanuel Nevárez Pagán- Opinión - Cerca de 17,000 imágenes de la representación del video de la BD de Marc Maron en menos de un año. Este fenómeno continua creciendo.
La Generación de las Redes Sociales, Marc Maron. Las páginas de su historieta se convierten en un pequeño video de dos minutos. Dos minutos en los cuales todo el mundo puede transformarse en uno de los personajes creados por Maron.
Completamente dependientes de su sistema global móbil (gsm), obsesionados con ver los « comentarios » en Facebook, sin embargo nunca con el tiempo suficiente para preocuparse verdaderamente por el prójimo.
Tal es nuestra generación. El problema no se encuentra en la existencia de las redes sociales, sino más bien como utilizamos las mismas.
Tomemos el ejemplo del metro y sus 20 minutos de viaje. Para pasar el tiempo, cada uno enciende su GSM y ojea las informaciones virtuales, prefiriendo esta realidad sobre aquella que se encuentra a nuestro alrededor. Aun durante las noches, cuando uno se encuentra con sus amistades, divirtiendose o no, la necesidad y las ganas de saber lo que ha sucedido en la comunidad virtual es incontenible.
PRIVACIDAD? No, gracias.
La mayoría del tiempo, no se lee mas que el estado sentimental de las personas, quienes probablemente no saben con quien hablar. Las redes sociales son públicas, todo el mundo las mira. Todas las palabras que escribimos en nuestra « página » se convierte en información pública. Cada uno puede intentar balancear su vida privada, no obstante, todo utilizamos el internet hoy día. Desde que uno publica una palabra, ésta se convierte inmediatamente en información pública y se puede encontrar inmediatamente en las redes. ¿Comprende usted el impacto que tiene esto sobre nuestras vidas? Uno puede ser observado constantemente por cualquier persona desconocida.
Atención, por favor
Pero, ¿de dónde puede esto provenir? ¿Por qué tenemos la necesidad de escribir acerca de nosostros mismos? Estos se debe a dos razones principales, el deseo de mantener memorias de lo que nos sucede todos los días y la necesidad de dar riendas sueltas a nuestros sentimientos. Estos es normal, es parte de nuestra naturaleza el tener necesidad de desahogarnos. Lo que ha cambiado a sido el medio por el cual llevamos a cabo esta acción, ya no es suficiente escribir en nuestro pequeño diario, ya uno encuentra esto un poco ridículo, « es cosa de niño ». Así pues nosotros podemos agradecer las « niñedades » de Ana Frank, las cuales nos han permitido descubrir más de cerca los hechos ocurridos durante los años 40. Afortunadamente, nuestras historias no son tan impactantes, no obstante las mismas ameritan mantenerse en un ámbito privado y de ser compartidas por nosotros mismos y no por las redes.
Nuestras amistades así conocerán nuestras historias a través de nosotros mismos y no a través de nuestras páginas virtuales. ¿Podría usted imaginar como sería en 10 años si hoy día uno se abstiene de hablar ya que, de todas formas, todo lo que nos sucede puede ser encontrado en la web?
« Utilizalas responsablemente »
Pretender convencer a todo el mundo de renunciar a esta realidad virtual es imposible. Lo que podemos verdaderamente hacer es explotar estos nuevos medios de comunicación a través de sus aspectos positivos.
En efecto, Facebook, Twitter y Linkdln pueden ser muy útiles para los nuevos empresarios, quienes tienen así la posibilidad de hacer publicidad gratuita. Además, todos los artistas pueden publicar sus obras para darles cierta visibilidad y así darse a conocer! Conciertos, eventos, inaguraciones, presentaciones, encuentros, grupos universitarios con sus noticias... sería como tener un diario que nos mantiene al corriente de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Entonces, ¿por qué no? ¿Por qué no podemos distinguir ambas cosas, es decir, comunicarnos y mantener verdaderas relaciones al mismo tiempo que somos proactivos, aprovechando así las ofertas culturales publicadas?
Estas decisiones no le pertencen mas que a ustedes.
Translated from the social media addiction: impossible à freiner?