Khalid y la generación de puentes mediadores
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álvaro navarroChaouki sacude las conciencias. Con un Manifiesto publicado en el Corriere della Sera ataca el fundamentalismo y promueve una sociedad multicultural.
Lucha contra el terrorismo...
Khalid dirige toda su fuerza hacia el diálogo entre culturas y religiones diversas: “un diálogo que no allane las diferencias, no asimila la identidad, pero construye una confrontación en clave positiva, de enriquecimiento para toda la comunidad”. Por esto se ha lanzado “de manera total, absoluta y compacta contra el terrorismo” en un Manifiesto que ha provocado mucho jaleo en Italia y que ha reunido imanes, directores de centros culturales, periodistas, mujeresy jóvenes universitarios. Todos unidos para atacar sin términos medios a quien ha instrumentalizado el Islam con “una interpretación extremista y desviada, desencadenando una guerra agresiva del terror contra el mundo entero y la civilización común del Hombre” ¿El contexto? El del secuestro en Iraq de los periodistas franceses Georges Malbrunot y Christian Chesnot y el de la ejecución del reportero Enzo Baldón. Añádase el contexto de radicalización creciente de las mezquitas italianas (únicamente con la de Roma han sido expulsados dos imanes en el periodo de un año). “Decíamos de modo explícito que las mezquitas de Italia no tienen de ningún modo que transformarse en un caballo de Troya de las ideologías integristas y de las estrategias internacionales para imponer a veces un poder islámico teocrático y autoritario”.
La de Khalid es la expresión joven del Islam moderado, que no renuncia todavía a revindicar su identidad: por esto, en Londres, el 4 de septiembre se adhería también al “International Hijab Solidarity Day” al amparo del derecho de las mujeres musulmanas de utilizar el velo. Del mismo modo en que ya había manifestado su oposición a la ley francesa que prohibe la ostentación de símbolos religiosos en las escuelas.
Khalid es un joven musulmán moderado, pero se siente también un joven europeo. Piensa que Europa tiene que construirse trabajando más sobre la integración de la población inmigrante. ¿Un ejemplo? “Pensemos en la escuela. Nosotros, musulmanes, aspiramos a ser antes que nada ciudadanos. La cuestión religiosa es importante, pero es un asunto privado. Queremos una escuela laica, pública y plural” declara a café babel. En una Europa que no es únicamente cristiana sería útil permitir una enseñanza plural de la religión”. Por ello, está en contra del establecimiento de clases separadas para musulmanes así como de subvencionar las escuelas del Corán: La escuela separada no ayuda a la buena convivencia de la creencia islámica que debe conocer plenamente la cultura del país en el que se halla. Nuestra fe nos permite ver la diversidad como una oportunidad, conocer a los demás, no a separarnos”.
Para Khalid, trabajar sobre la integración en un continente como Europa, significa sobretodo reconocer un papel central de los jóvenes: les llama “puentes-mediadores” entre la cultura islámica y occidente, “entre los padres e hijos de la nueva presencia islámica”, entre los inmigrantes de primera y segunda generación. Los jóvenes musulmanes se sienten hijos de Europa, son “ese Islam de carne y hueso que además de rezar a Alá trabaja y estudia a nuestro lado en el día a día. Están dispuestos- mucho más que sus padres- a rebuscar “un terreno común en el que compartir valores y principios para una convivencia positiva: el respeto de la ley y la libertad, dos fundamentos de nuestra vida civil”.
La mano tendida de Khalid y de tantos jóvenes musulmanes es una oportunidad que la Europa de Bruselas, a las puertas de la espinosa cuestión de la adhesión de Turquía, no puede desperdiciar. Sea como sea, su voz se hará oír del mismo modo. Por otra parte, el lema que han escogido no deja dudas: “Protagonistas nosotros, con la ayuda de Dios”.
Translated from Khalid e la generazione dei ponti-mediatori