Jun, el pueblo de la teledemocracia europea
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La pequeña localidad del sur de España aprovecha al máximo las oportunidades de las nuevas tecnologías en un experimento pionero en Europa: Internet para todos y para todo
Desde hace diez años, la localidad granadina de Jun se ha convertido en un laboratorio cibernético para toda Europa. Bajo la premisa “derecho a Internet para todo el mundo” el ayuntamiento de este pueblo de 3.500 habitantes es un ejemplo de optimización de recursos y administración eficaz: se acabaron las colas kilométricas para rellenar eternos documentos oficiales.
De la vega de Granada a Nueva York
Actuaciones como la celebración de un pleno del Ayuntamiento por Internet en junio de 2001, ejercer el voto electrónico, avisar a la Policía Local por sms y convocar una huelga general virtual, son solo algunos de los casos en que la digitalización de la información en Jun ha aportado transparencia y eficiencia a tareas que antes empeñaban horas y desesperación entre la población. Pero la cobertura que dio el diario New York Times a cuatro columnas en los comienzos de esta iniciativa pionera en España y Europa fue el elemento que despertó el interés a nivel internacional.
El alto grado de participación de las elecciones nacionales españolas de marzo de 2004 puso la guinda a un proyecto que, hasta entonces, había sido criticado por la oposición de “propaganda política”. En aquella ocasión, los habitantes de Jun pudieron votar mediante el móvil o a través de una firma electrónica otorgada por el Ayuntamiento cuya privacidad está completamente garantizada.
José Antonio Rodríguez, alcalde del municipio granadino, asegura que es un ejemplo de “teledemocracia activa”, una manera de fomentar la retroalimentación entre ciudadano y gobierno local con menos trámites y más rapidez. “Tenemos la obligación de resolver una petición que se realice mediante correo electrónico en 24 horas”, subraya el regidor de Jun, cuyo blog es el más visitado en toda España.
Aplicar la informática en lo cotidiano
Ya no hay ‘inforicos’ ni ‘infopobres’ en Jun, existe wi-fi en todos los rincones de la localidad y hay un centro donde, además, se facilita el uso de ordenadores públicos. El pretérito trámite de solicitar recetas en la farmacia pasó a la Historia: actualmente todo está digitalizado y la medicación habitual de cada paciente se renueva de forma automática. La afluencia de habitantes en los centros de salud ha bajado un 40% al ahorrar el trámite de solicitar nuevas recetas para sus medicamentos, dejando espacio y tiempo para pacientes de atención urgente. La implantación de este sistema de receta electrónica ya se está exigiendo en el resto de Europa, el éxito de Jun, se contagia y triunfa.
El voto electrónico y vía móvil también está siendo imitado en el continente. En Suiza, los cantones lo ejercen así y en las pasadas elecciones francesas se aplicó en cinco distritos parisinos por petición de Sarkozy a ejemplo del ciberespacio de Jun.
Una falsa alarma de cataclismo
Uno de los grandes temores de esta informatización feroz era la de que las relaciones interpersonales se deterioraran. Sin embargo, tanto habitantes de Jun como el alcalde coinciden en que “si cabe, han mejorado”. Los juneros ya no se encuentran en las colas del ayuntamiento, y con menos frecuencia en las del médico. Ahora, las reuniones son de otra índole: ocio, trabajo, pero no “pérdida de tiempo en materia burocrática”. “La Moncloa (nombre con que se conoce la entrada del pueblo donde personas mayores se sientan diariamente) sigue criticando o no, a la entrada del pueblo”, explica José Antonio Rodríguez para justificar que la sociedad junera no ha cambiado en absoluto.
Con respecto a los costes, la optimización de recursos es tal que ha supuesto incluso un ahorro para Jun. La aplicación de las tecnologías, el siguiente proyecto M Administración (administración vía móvil) e instalaciones de redes, entre otros objetivos, es subvencionado por marcas como Telefónica o Iberdrola en forma de premio por ser pionera en este sector.