Jumo: el tormento de la vida
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Belén Burgos HernándezDe toda la generación de jóvenes beatmakers franceses que están sonando mucho en este momento, Jumo es quizás uno de los más talentosos. Y también uno de los más inaccesibles. Charlamos con un joven artista emergente que intenta, a toda costa, mantener la cabeza fría bajo un gran gorro.
En una pantalla ahumada se ve a un tío con parka, la cabeza escondida en el cuello y cubierta con un gran gorro. En la imagen, un cuerpo frágil cubierto en algunas partes por ilustraciones de bodegones. Resumiendo, la única imagen que veréis de Jumo hasta nuevo aviso. Con motivo del lanzamiento de su primer EP (siglas de extended play, una grabación con más canciones que un single pero menos que un LP), el beatmaker francés se apunta ya al juego preferido de los djs franceses: mostrarse sin dejarse ver.
Batman y un sándwich triangular
En Internet, la estrategia es la misma. Habrá que conformarse con una descripción de 7 líneas en inglés publicada en la página web de su sello discográficco, Yunizon Records, y con un resumen que contiene 9 palabras: Jumo, a musician behind his computer with his ideas. La música -electrónica hip-hop, si tuviéramos que ponerle un nombre- seductora, melancólica y casi fría, que resalta cada uno de los rasgos del personaje que ha sido tan amable de detallar su biografía virtual. "Un solitario esquizofrénico que atraviesa las oscuras calles de Gotham City en busca del sentido de la vida".
En realidad, y como suele ocurrir, Clément Leveau es un chico como los demás. A la hora en la que hemos quedado en las oficinas de su verdadero trabajo –diseñador gráfico en la agencia Excuse my French– lo vemos salir de un supermercado con un sándwich triangular. Sin los efectos especiales que se utilizan en el vídeo, la persona que se gira para saludarnos tiene la misma silueta alargada que se distingue en el videoclip. Ya en el interior, con la punta de un gancho tipo clic para el pelo, Jumo se rasca la cabeza bajo su gorro. No sabe muy bien qué decir cuando le hablamos sobre ese personaje esquizofrénico que vaga por la ciudad de Batman. Al principio, eludirá rápidamente la pregunta dado que la biografía virtual no está escrita por él. Poco después, al hilo de una conversación sobre su nombre artístico, Jumo soltará que ese personaje es de hecho "forzosamente" un poco él. "Todos tenemos una doble personalidad. La mía me permite tratar mis neurosis", dice con sinceridad pero sin ahondar más. "El proyecto es muy personal pero no tengo ganas de dar a conocer más que eso, mis problemas personales. Son precisamente los problemas sobre los que puedo trabajar". Este primer EP titulado Hylé, tratará del "sueño y de la inconsciencia".
La música de Jumo suena como un reloj biológico. Las notas bajas te producen tristeza, los bucles de melodías inquietantes te sumergen en una apetecible apatía. Envuelta en una especie de rabia electrónica, la música de Jumo cuenta sobre todo una historia de un tipo que imagina entre sueños el giro que podría dar su vida. Los sonidos son fríos, las voces estridentes y todo eso da ya la impresión de que las famosas "neurosis" de Jumo no son más que preguntas existenciales que atormentan la mente de un joven de 23 años.
Jumo - Sleep
"No me consideraba capacitado para ello"
Aunque no sabremos mucho más sobre las preocupaciones del artista, Jumo revela que su gusto por la melodía proviene de una frustración. "Yo era batería en un grupo y lo que me frustraba es que hacía ruido pero no música. De repente, me puse a buscar una solución para hacer música y, poco a poco, descubrí los primeros programas para poder hacerla". En aquel momento, Clément Leveau comienza a experimentar en su habitación de adolescente en Angers. "Mis primeros fragmentos debían de ser un tipo de hardcore, una música electrónica, dura y extraña", suelta con una discreta sonrisa. Pero se aficiona a esto, monta un grupo con un colega –Bazment– y empieza a producir sus propias composiciones. "Pensaba que continuaría haciéndolo como al principio, como entretenimiento. Puedo decirte que no me consideraba capacitado para ello. Cuando empiezas a hacer música y utilizas por primera vez un programa de sonido, bah...¡te picas y sigues!".
Todavía hoy, la totalidad de las estructuras musicales de Jumo salen del ordenador. El artista rebusca mucho en en los bancos de sonidos de la red: a veces muestras, algo de remix. Esto es lo que deja ver su verdadera identidad digital, es decir, su página Soundclound. En la vida real, resulta ser alguien a quien le gusta controlar todo. Capaz de pasar noches en vela para dar el último retoque a la parte visual del conjunto, Jumo recurre a amigos cuando no consigue materializar una idea y se pregunta constantemente si sus nuevas inspiraciones están en consonancia con sus primeras intenciones. Resumiendo, todo pasa como si el conjunto del proyecto Jumo ya estuviera pensado.
El problema es que cada etapa acarrea su lote de preguntas. Como autor observador que es, Jumo lo sabe bien: "Desde que tengo el apoyo del sello discográfico, es extraño. El proyecto comienza a despegar: cuando sueles hacer canciones que nadie escucha y, de repente, tienes 400.000 visitas en un tema, es un caso excepcional. No tengo ganas de verme metido en una situación en la que ya no controlo nada. Si un día el proyecto llama mucho la atención, habrá que prestar atención a la mínima cosa. No sé si me reconocería ahí dentro". Para una de sus primeras actuaciones en París, en la primera parte del beatmaker suizo Cee-Ro, Jumo se conforma con ofrecer al público lo que podría encontrar en su web: una excelente obra de arte y bonitas melodías. Al fondo de la imagen, podemos distinguir únicamente la sombra de un tío en camisa, la cabeza escondida en el cuello y cubierta con un gran gorro.
Escuchar: Hylé de Jumo (Yunizon Records/2014)
Translated from Jumo : le tourment de la vie