Jóvenes populistas en Alemania: ¿Una opción seductora?
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Omar Cañones RomeroNo a Merkel, no al euro, sí al libre mercado. Estas son las motivaciones de los jóvenes alemanes euroescépticos. El partido Alternative für Deutschland (AfD), creado hace un año, ha cosechado el 7% de los votos en las elecciones europeas. Sin embargo, algunos lo acusan de populismo y de hacer la vista gorda con sus miembros nacionalistas. ¿Qué piensan los jóvenes militantes?
Mientras que la AfD (Alternativ für Deutschland) ha celebrado su primer aniversario el pasado mes de marzo, el partido euroescéptico creado por el economista Bernd Lucke aún es poco conocido fuera de las fronteras alemanas. Junto al partido, que hoy cuenta con casi 19.000 miembros, se ha constituido el Junge Alternative (JA), un grupo de 400 jóvenes militantes más radical y polémico.
POLÍTIcamENTe INCORRECTo
Antes de ir a Berlín, la autora se pone en contacto por Skype con Philipp Ritz, de 32 años, miembro de la AfD y portavoz de los JA, la rama joven e independiente del partido euroescéptico con sede en Bonn. Desde el comienzo de la entrevista, el militante desecha lo políticamente correcto y utiliza frases "impactantes": "odio a los políticos", afirma gesticulando, "tienden a ser corruptos y no dicen la verdad al pueblo". El militante no esconde su rechazo a las instituciones europeas, que considera antidemocráticas, recordando "la aprobación forzosa del Tratado de Lisboa" y desea que los países endeudados salgan del euro. Cuando se le pregunta si el grupo es populista, afirma, contra todo pronóstico, que el populismo es positivo: "ello significa que estamos cerca del pueblo".
Pero este discurso del portavoz de los jóvenes euroescépticos es más radical que el del partido principal. Los JA debaten sobre temas muy diversos, que van desde el libertarismo hasta la criminalidad o el antifeminismo. Mientras que la AfD basa su programa en la economía y rechaza cualquier etiqueta política, los expertos colocan al partido a la derecha de la CDU (Christlich Demokratische Union) de Angela Merkel. Para Nils Diederich, profesor de la Universidad libre de Berlín, la AfD no es nacionalista "a nivel político", como lo son otros partidos euroescépticos europeos, sino más "a nivel económico".
UnA EconomÍA fUErte
Mi cita con Norbert Kleinwächter, miembro de la AfD en el parlamento regional de Dahme-Spreewald, se ha desarrollado cerca del aeropuerto en construcción de Templehof. El militante ha elegido al azar un restaurante asiático. Estilo kitsch, música pop, pedimos dos Coca-colas. El joven profesor de 28 años explica, en un perfecto francés, su temor a ver al Frente Nacional ganar las presidenciales en Francia y hacer salir al país de la Unión Europea. El militante afirma que el euroescepticismo de la AfD es bien distinto de aquel del FN o del UK Independence Party. La AfD se considera "antieuro", no "anti-Unión Europea". Pero los alemanes son escépticos. "Una amiga me ha eliminado de Facebook cuando vio que era de la AfD, sin haberse molestado en discutirlo conmigo", se lamenta Norbert.
Por ahora no desea unirse a los JA, mientras su línea de actuación no esté bien definida. Si se compromete con el partido euroescéptico, "es para salvar el europeísmo amenazado por la crisis". ¿Por qué? Por el euro. "Queremos que los países miembros puedan salir del euro", afirma. Sin por ello pretender que vuelva el marco alemán, la AfD quiere de Alemania una economía fuerte sin que se deprecie su moneda al alejarse de los países endeudados. Y Grecia es la primera de la lista.
Pero no siempre es de buen gusto hablar de economía. Por ello, para acercarse a los electores, la AfD simplifica en ocasiones su discurso y despliega el populismo. "Es cierto que en la campaña electoral hemos tenido que limitar nuestros conceptos a eslóganes más simples, sobre todo para que cupieran en folletos", admite Norbert. Entre estos eslóganes, "Los griegos sufren, ¡los bancos se aprovechan!" o "Más para los ciudadanos y menos para Bruselas".
CONTRA eL naCionalismO
Aunque el partido se considera completamente democrático, pequeños grupos nacionalistas son atraídos por el discurso alternativo y novedoso de la AfD. Sin embargo, Norbert Kleinwächter afirma que el partido no acepta miembros extremistas. "Pedimos a todos los nuevos integrantes que indiquen los partidos políticos de los que han sido miembros. Si descubrimos NPD (el partido neonazi), por ejemplo, los rechazamos", se defiende. En su entidad regional, Norbert tiene que mediar con el comité ejecutivo acerca de un afiliado.
Unos días después me encuentro a Sebastian Kowalke, miembro de la AfD y de los JA en el céntrico barrio de Charlottenburg. Tras atravesar el orgullo gay, cruzamos las puertas del Ambrosius, un bar en el que los miembros de la AfD acostumbran a reunirse. El estudiante de 21 años explica el carácter más radical de los JA. "Tienen menos que perder que los mayores, que tienen un empleo, una familia, afirma, se sienten más libres y expresan lo que sienten". En cuanto a los miembros nacionalistas, este miembro prefiere no discutir con ellos para convencerlos de que el extremismo no es la solución.
Para tener credibilidad, la AfD tendrá que encontrar una solución para alejar a sus miembros nacionalistas. El partido tiene que velar también para que la agrupación de jóvenes del partido tome la buena dirección. Esta última, por ejemplo, no dudó en invitar a Nigel Farage, presidente del UKIP, a dar una conferencia en Colonia el pasado marzo, lo que provocó la cólera de los miembros del AfD. El profesor Diederich ha puesto ha dudado además sobre la longevidad de este partido, que podría deshacerse rápidamente. Si la AfD ha conseguido 7 escaños en el Parlamento europeo, también se debe a que solo 1 de cada 2 alemanes con derecho a voto ha ido a ejercer su derecho. Para el profesor, los partidos protestones siempre consiguen más votos cuando hay una gran abstención. Estos son, tal vez por desgracia, los electores más movilizados.
ESTE REPORTAJE HA SIDO REALIZADO EN EL MARCO DEL PROYECTO «eUTOPiA – TIME TO VOTE» en berlín. nuestros SOCIOS EN ESTE PROYECTO SON LA FUNDACIÓN hipocrene, la comisión europea, el ministerio francés de asuntos exteriores y la fundación evens. pronto encontraréis todos los artículos de berlín en nuestra revista.
Translated from Jeunes populistes en Allemagne : l'alternative séduisante ?