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Islandia: Los bandidos del Atlántico

Published on

Story by

Katha Kloss

Translation by:

Juanma López

"De alguna manera tienes que aprender a como reir de nuevo" – la galardonada escritora islandesa Guðrún Eva Mínervudóttir habla sobre la reacción que los Papeles de Panamá han tenido en su país de origen, Islandia. Enormes protestas espontáneas surgieron en Reykjavik esta semana tras las revelaciones sobre empresas offshore de varias figuras públicas.El martes, el Primer Ministro dimitió.

Cuando Sigmundur Davíð Gunnlaugsson entró en el centro de atención como líder del Partido Progresista mucha gente, incluida yo misma, me reuní con él con una incrédula risa. No se puede hablar sobre un sinsentido nacionalista y otras tonterías obvias y ser elegido, pensamos, que todo el mundo puede ver a través de esto. La gente valora la democracia. Nosotros queremos a alguien que realice una buena acción.

El líder del Partido Independentista, Bjarni Benediktsson, fue visto como una amenaza mayor. Aunque torpe, con negocios turbios y poca carisma, al menos era guapo, obviamente menos desquiciado que  Sigmundur y de una familia considerada por muchos como los gobernantes naturales de la isla.

A todos se nos pasó la risa cuando consiguieron tomar impulso. Se hizo evidente que la gente estaba comprando las extravagantes promesas de Sigmundur en forma de pequeñas reducciones en sus hipotecas. Nunca importaron quienes no poseían ninguna propiedad y tenían que valerse por sí mismos en un mercado de alquiler imposible. No esperaba ver tantos incompetentes necios fanfarrones y que se encuentren de camino al poder y luego servirse tan abiertamente del pueblo – exclusivamente al servicio de los muy ricos.

¿Cómo puede ocurrir esto? Islandia fue golpeada por la crisis financiera. La gente estaba confusa y enfadada, pero sobre todo asustada. Quizás, cuando estamos asustados, tenemos un impulso natural por un "líder fuerte" ¿para protegernos a través de cualquier medio posible? Quizás esto es solo humano y el único remedio es dejar de tener tanto miedo. 

Después de las elecciones en Mayo de 2013, todas las apuestas estaban fuera.Los dos partidos gobernantes no perdieron el tiempo a la hora de chupar dinero de la asistencia social, la educación, las artes y todo ese tipo de servicios que la gente espera a cambio de sus impuestos .

El dinero llegó a los bolsillos de los ricos, esto era mucho más obvio para todos excepto para aquellos que no podían admitir que la última elección había sido un error.

Nosotros, como nación, nos encontramos rehenes de bandidos. Lo que la gente no se dio cuenta fue de la profundidad de esos bolsillos, que llegaron hacia el Caribe. (Lo irónico es que las personas estaban confiando en el Partido Pirata para salvar la situación).

Cuando los Papeles de Panamá fueron sacados a la luz (gracias a Dios) muchos de los que todavía se aferraba a la idea de un líder paternal–uno que "les dio el dinero " y se enfrentó contra los extranjeros codiciosos - finalmente tuvo que abrir los ojos y hacer llegar el mensaje .

La verdad está al descubierto para que cualquiera la pueda ver: cientos de billones de coronas islandesas fueron sustraídas del estado del bienestar y otras instituciones vitales. 

Hasta aquí, los Papeles de Panamá revelaron que al menos 600 islandeses amontonaron dinero en paraísos fiscales, alrededor del 0,2 % de la nación en su conjunto(comparado con, por ejemplo, los 450 canadienses  – alrededor del 0.00014% de su población).

Eso no es propio de un par de sanguijuelas que tratan de chupar la sangre de un elefante,sino más bien como un gato que recortaron con machetes. De alguna manera tienes que aprender a como reir de nuevo, por lo ridículo de todo esto. El gobierno es más que corrupto;esta gente está fuera de su entendimiento. Toda su conducta es traición, si alguna vez hubo tal cosa .

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Guðrún Eva Mínervudóttir ha escrito cinco novelas y ganó el Premio de Literatura Islandesa de 2012 por Everything Is Woken with a Kiss (Allt með kossi vekur).

Story by

Translated from Iceland: The Bandits of the Atlantic