Inmigración: 'Quien cometa fraude que se pire'
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Adriana CodinaDe nuevo se esparce una ola de inmigración en Europa. Pero no en las fronteras, como se pronosticó, sino en las cabezas de unos cuantos políticos de Londres y Munich. Desde que empezó el año los ciudadanos búlgaros y rumanos disfrutan de la libertad de circulación en la Unión Europea. Muchos auguran un asalto al sistema social. ¿Y qué es lo que ocurre? Nada.
Si alguien ha cogido el autobús o el avión desde Sofía o Bucarest entre año nuevo y el día de hoy, es que quería irse de vacaciones o estudiaba en algún lugar de Europa. Durante los primeros días de 2014, las empresas de autobuses de estas ciudades se quejaban de ver los autobuses medio vacíos. Los aviones desde Rumanía y Bulgaria con dirección a Londres y otras capitales europeas no estaban llenos de inmigrantes en busca de ayuda social, todo lo contrario de lo que se predijo. Hubo apenas un rumano o búlgaro que se decidiese a emigrar, tras terminar el plazo de suspensión de la libertad de circulación en la Unión Europea. Entretanto el debate sobre la inmigración en Munich y Londres ha tocado fondo.
En general se dice que todo aquel que quiera desacreditar la inmigración del este de Europa, no ha fijarse mucho en los detalles, puesto que se enfrentará con otra realidad. La Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) así lo mostraba: “Quien cometa fraude, que se pire”. O lo que es lo mismo: que los inmigrantes que hacen uso del sistema social alemán ilegalmente deberían ser deportados. Además, también se comenta que aquel que se sienta indignado por el fraude social, solo tendría que hacer lo mismo. Entonces esto no tendría que limitarse únicamente a los inmigrantes. Aquellos políticos que por una parte están indignados por el fraude social de los inmigrantes, por la otra hacen la vista gorda cuando se trata de fraudes fiscales de alta categoría salarial. Da la impresión que aquellos inmigrantes que han debido utilizar las escasas ayudas sociales para vivir, están bajo sospecha. “Se duda de los inmigrantes”, eso es lo que se oye. Mientras tanto el viento del lío bávaro ya listo para azotar en otra dirección. Muchas personas se preguntan ahora en internet, adonde se deportaría al presidente del Bayern CF, Uli Hoeneß, en caso de que dentro de poco fuese arrestado por fraude fiscal.
Las huellas dactilares de los inmigrantes
“Quien cometa fraude, que se pire”. Esto insinúa que los inmigrantes quieren aprovecharse del sistema social alemán de un modo especialmente astuto. Elmar Brok, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) se ha unido a la iniciativa, proponiendo que se tomen las huellas dactilares de aquellos inmigrantes que intenten hacer uso de las prestaciones sociales ilegalmente. Tal método resultaría absurdo y colocaría a los inmigrantes bajo sospecha general. Y de este modo no se habla de los datos interesantes que existen sobre la inmigración. Como que en Alemania, el porcentaje de personas de Bulgaria y Rumanía que depende de la ayuda social no es mucho mayor que el de los alemanes. Este tampoco puede ser el alegato de la ya descrita “inmigración debido a la pobreza”. A menudo, los inmigrantes ocupan los puestos que se abren en el mercado laboral alemán. Muchos empleos se conciben gracias a las ideas de emigrantes.
También en Gran Bretaña se hace política a costa de los inmigrantes. El primer ministro británico David Cameron quería prohibir a Polonia hacer uso de la ayuda social para sus hijos en su país. También propuso que las prestaciones sociales para los inmigrantes fueran menores que las de los ciudadanos británicos. De este modo también aquí se intenta desviar de los hechos que no convienen, que realmente la inmigración europea resulta positiva económicamente para los británicos. Por término medio en Gran Bretaña los ciudadanos polacos poseen mejor formación que los británicos y no contribuyen de modo irrelevante al rendimiento económico del país. Sin tener en cuenta que los 2,2 millones de británicos en el extranjero no quieren ser tratados como ciudadanos de segunda (véase gráfico).
Muy a menudo al hablar de la inmigración se confunden los conceptos, se mezclan cosas que por lo visto no tienen nada que ver unas con otras. La palabra “turismo social” se ha convertido en la palabra del año en la lengua alemana. Pero el turismo subvencionado poco tiene que ver con la inmigración. Aquel que se muda a otro país de Europa, por lo general tiene derecho a tres meses de prestaciones sociales. Pero realmente, la predisposición de Munich y Londres le quitan a uno las ganas de irse a vivir a otro país, en el que se estigmatice a los inmigrantes. Y eso, sería una mierda para todos.
Translated from Immigration: Bayrisch-britischer Shitstorm