Hacer autostop por Europa: del Reino Unido a Polonia vía Francia
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Sara Szeremeta
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Alejandro García-Córcoles CarrascalPuedes estar en un hotel de Egipto durante una semana. O puedes gastar ese dinero durante un mes y medio en un viaje alternativo: haciendo autostop por Europa. Aquí va una forma de hacerlo, que incluye a 30 conductores, voluntarios y nuevos amigos
Comienzo mi viaje en el Reino Unido, donde resido normalmente. Los trabajadores aquí son más afortunados que en el centro y este de Europa, de donde vengo, porque tienen muchos destinos baratos disponibles. De todos modos, yo recomendaría el autostop para una parte o incluso todo el recorrido, dependiendo de si es una zona más inhóspita o si hay más gente para llevarte.
Como en el tramo final de mi ruta a Espalion, un pequeño pueblo francés en Aveyron, en la región de Mediodía-Pirineos. Aquí, tuve la suerte de encontrarme con un conductor encantador, un mochilero, que multiplicó por dos la distancia que debía recorrer solo por ayudarme. Como contraparte, algunos conductores no te llevarán exactamente donde querías ir, pero es mejor que nada cuando pueden pasar años hasta logar escapar de la gasolinera incorrecta. Otros van ‘lentos’ (¿has hecho autostop en Alemania?). A medida que avanzas en tu viaje, obtienes más propuestas para comer o encontrar un alojamiento. ¡A veces incluso consigues huevos revueltos para desayunar! Si no corres esa suerte, lleva contigo una tienda y duerme en gasolineras o a una distancia algo más alejada de ellas. Es lo que yo hice durante tres días de viaje de vuelta a París desde Polonia.
Campamento de voluntarios, Francia
Hice autostop para ser voluntario en Francia. Rempart es una asociación de patrimonio de la que conseguí sus datos en el Instituto Francés de Londres. El objetivo es lograr ir hasta allá por uno mismo con las indicaciones dadas. Eliges un (¡soleado!) lugar a donde quieres ir a pasar dos semanas para ayudar en la restauración de un monumento: en el Valle del Loira, en Normandía, cerca de Perpiñán… Las opciones son variadas y hay muchos lugares tranquilos y pequeños, cerca de la naturaleza. El trabajo voluntario es normalmente físico, si eres activo, y la atmósfera en general impresiona por la gran motivación que tiene la gente para hacer las actividades asignadas. Yo estuve en dos campamentos, en el pueblo de Coustouge, en el sur de Francia, y el castillo de Calmont d’Olt, en el centro. El precio era de ocho euros al día y con 38 euros se pagaba la cuota de registro y el seguro. Es más de lo que podrías pedir: amigos interesantes de diferentes lugares, locales con un estilo de vida diferente, diversión en el trabajo, cocinar juntos, juegos, deportes y turismo. Por no hablar de lo que supone dormir en las ruinas de un castillo con las estrellas sobre ti o hacer senderismo acuático con trajes de neopreno y chaleco salvavidas en la garganta Verdon, en el sureste de Francia, donde la corriente corre por tu espalda para enfrentarte a los bellos acantilados. Fuimos testigos de la construcción del viaducto de Millau, el más largo del mundo, a lo largo del valle de Tarn en el suroeste de Francia, como oriundos, todo gracias a los amigos de nuestros animadores.
Autostop hacia la hospitalidad
Volver a casa es aburrido, así que lo mejor es hacer de ello una aventura con los amigos que hayas hecho en el campamento. Nosotros formamos tres equipos de dos personas e inventamos una competición de autostop: ¿Quién podría alcanzar la costa mediterránea antes? Acampamos juntos en la playa salvaje de Valras, Languedoc; divertirse en la playa es gratis, al igual que la ducha. Cocinábamos con una estufa de viaje y comprábamos en los supermercados, usando almohadillas de espuma como protección contra el viento para así terminar más rápido. Los envases del jamón hacían de platos. Nos encontramos en la ciudad de Nimes, al sur de Francia, para cenar en un restaurante chino barato y dormir en un parque. ¡Cuidado con los aspersores de noche y haceros amigos de los vigilantes del parque! Por la mañana, ducharse y secarse el pelo en los aseos del jardín es muy divertido.
Curiosamente, nuestro viaje nos desvió de Francia hasta Polonia, donde pasamos algunos días de senderismo en las montañas Tatra. 'Couchsurfing', o el Club de la Hospitalidad, pueden encontrarte anfitriones maravillosos, como hicieron con nosotros en Cracovia; nuestro guía personal a tiempo completo en la ciudad nos mostró lugares a los que nunca hubiéramos ido (incluyendo la peculiar residencia de estudiantes) y nos descubrió la vida nocturna estudiantil. Podéis compartir vuestras historias o ayudar a preparar la cena a cambio. Después de una noche cultural en mi ciudad en el Singer’s Warsaw - un festival callejero en el antiguo distrito judío que une conciertos de jazz, pequeños cafés y una pantomima – ayudé a mi amiga a coger un coche que la llevara a casa.
Consejos para organizar el presupuesto de viaje:
- No temas a lo disparatado o lo imposible. ¡Si quieres, puedes! Comienza siendo muy positivo con tu viaje.
- Investiga acerca del sitio de destino.
- Una vez allí, escucha a la gente y aprovecha las ocasiones de compartir tu viaje con ellos.
- Haz tu mochila compacta pero manejable: botes pequeños de champú y una linterna. Una tienda pequeña es muy útil, busca una barata pero de calidad.
– Compra un buen mapa si vas a hacer autostop.
- Lo bueno es que hacerlo es gratis. Si alguien te pide que le pagues dile que eso va en contra de la filosofía del autostop.
-Usa las duchas de la playa, los aseos de las gasolineras (aunque no siempre existen en todos los países), beber en fuentes.
- Puedes intentar buscar destinos gratuitos como voluntarios. No hay ningún plazo estricto para inscribirse en ellos, aunque muchos se llenan en primavera, sobre todolos lugares más populares.
- Echa un ojo en el mercado local (sobre todo al final del día, ya que los vendedores están dispuestos a deshacerse de su mercancía) o a los descuentos de los supermercados.
Fotos ©Claytanic / Flickr; ©brian_kuzma /Flickr; ©chudo.sveta /Flickr
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Translated from UK to Poland via France: hitch-hiking Europe