Gilles Duval y la película que vivió dos veces
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Olivia Gerber Morón"Tell me lies", la película inédita del director Peter Brook sobre la guerra de Vietnam, se restauró el pasado otoño y volvió a cobrar vida tras un trabajo intenso de investigación, que comenzó en los archivos estadounidenses y acabó en las páginas del diario del director.
A continuación, os ofrezco la entrevista que tuve con Gilles Duval, jefe de la Fondation Groupama, el cual dirigió los trabajos de restauración de las películas perdidas de Brook, Méliès, Tati y muchos más, entre fotogramas perdidos, teatros de finales del siglo XIX, viajes a la Luna y bailarinas de Rodin.
Me cito con Gilles Duval una tarde fría de finales de otoño en un restaurante de la Garde du Nord de París. Llego con antelación. “Le reconocerás enseguida”, me comentan en el mostrador, “es delgado, tiene los ojos claros y lleva una cazadora naranja inconfundible”. Y cuando me lo encuentro delante mía no dudo ni un segundo en que lo habría reconocido incluso sin el color llamativo de su chaqueta. “Cuando te apetezca hablar me encontrarás aquí, enseñando un poco de cine”, bromea con los camareros.
Gilles está al mando de la Fondation Groupama Gan, una de las fundaciones privadas más importantes del panorama cinematográfico francés, y si ahora está sentado enfrente de mí es sobre todo porque ha dirigido los trabajos de restauración de películas como "Viaje a la Luna" de Georges Méliès, que fue el primer cortometraje de ciencia ficción en 1902; las de la directora francesa y también amiga suya Agnès Varda, para la que también hizo la voz en off; y "Tell me lies", la obra inédita de Peter Brook, que restauró en colaboración con la Fondation Technicolor.
En busca del fotograma perdido
“Una día el teléfono suena y es Peter Brook”, me cuenta Gilles. “Hablar con Peter Brook es fascinante, pero también hay que decir que es un personaje que inspira un temor casi reverencial”. Brook da con el teléfono de Gilles tras una larga búsqueda, que incluyó a personas como el actor Jérôme Deschamps y el director Pierre Etaix. “Peter quería encontrar una película que se rodó en 1967 y se estrenó en 1968”, comenta Gilles, “estaba basada en la obra de teatro "Us", una película perdida de la que se conserva sólo una copia en 35mm bastante dañada”. Dicha película, que se propuso en el Festival de Cannes en 1968, fue una obra bastante controvertida sobre la guerra de Vietnam y por ello nunca llegó a proyectarse en La Croisette. A pesar de que hubiera obtenido una mención especial en el festival de Venecia ese mismo año, cayó en el olvido casi inmediatamente debido a la delicada situación política. “Creo que ahora ha llegado el momento adecuado para esta película”, afirma Brook, “resulta más fácil para el espectador entender que no se trata de seguir una dirección ya marcada, sino de poner en tela de juicio y replantearse todo con valor, y al mismo tiempo enfrentar las contradicciones”.
Gilles me relata la historia de una auténtica y verdadera caza al tesoro a través de las pistas de las escenas que faltan de la película, desde los archivos en Gran Bretaña hasta los estudios cinematográficos en Estados Unidos. “Nunca hacemos algo basándonos en hipótesis”, dice Gilles, al explicar cómo la restauración de una película consiste no sólo en volver a dar con los fotogramas, sino sobre todo en volver a dar vida a la película de acuerdo con las intenciones del autor. Se trata de un proceso que los llevó a hojear los diarios de Peter Brook y a mantener conversaciones infinitas con el director. Gilles explica con lujo de detalles el proceso de restauración al desvelarme que representa una auténtica reconstrucción, al emplear términos técnicos que luego acompaña con un amable “pardon”, en cuanto se percata de tener delante de él a una profana, y al trazar con las manos una parábola que se parece casi más a una intervención filológica de una película.
Viaje a la Luna, el retorno
“Tendréis que aprender a ser como los obreros y a ser imprecisos”, éstas fueron las instrucciones que dio a los técnicos de los estudios de Los Ángeles, que se ocuparon de restaurar la película de Georges Méliès "Viaje a la Luna" en 2011. Se encargó la coloración de aproximadamente 14.000 fotogramas a las 200 empleadas de Madame Elizabeth Thuillier, iluminadora y propietaria de dos fábricas situadas en el número 87 de rue du Bac, en el viejo París de principios del siglo XX. Cada empleada se encargaba exclusivamente de un color, que elegía previamente después de pasar varias noches mezclando los matices. El proceso final de restauración por parte de la Fondation Groupama consistía precisamente en crear la misma serie de personajes de contornos imprecisos, con las mismas manchas de color e imperfecciones, por las que tuvieron que trabajar tan afanosamente las empleadas de Madame Thuillier.
Gilles acaba de perder el ferrocarril y se queda hablando de su trabajo para la Fondation. “Nuestro objetivo consiste en preservar el patrimonio cinematográfico”, explica, “pero también darlo a conocer a los más jóvenes y contribuir en la promoción del cine contemporáneo”. De este modo, nacieron, por ejemplo, los Tati Concerts, veladas organizadas en ocasión de la restauración de "Las vacaciones del Sr. Hulot" de Jacques Tati, con música en directo, acceso gratuito y proyección de la película. “Han tenido un éxito inesperado, no sólo en Francia, sino también en Hong-Kong y Adís Abeba”. Es por este mismo motivo por el que el dúo francés Air ha sido seleccionado para crear la banda sonora de la película de Méliès. “Las primeras proyecciones cinematográticas eran sin sonido y en ellas había un pianista que improvisaba siguiendo las escenas”, explica Gilles, “hemos pedido a Air que haga lo mismo y que recree la banda sonora de la que fue una obra polvorienta que estuvo en los teatros de Grands Boulevards hasta finales del siglo XIX”.
Resulta difícil que la entrevista con Gilles se mantenga dentro de los límites de lo técnico y acaba a menudo en charlas con telón de fondo cinematográfico, en las que se incluyen anécdotas, bromas y chismes. “¿Alain Resnais? ¡Está loco por los cómics!” De hecho, parece ser que, además de la historia de amor que escribió Marguerite Duras, una las fuentes de inspiración de la célebre película "Hiroshima Mon Amour" de Resnais fue el manga "Hadashi no Gen".
Gilles me comenta que tiene previsto viajar a Camboya, donde organizará un festival cinematográfico. Me despido de él en la mesa, una primera vez. Sin embargo, mientras esperamos en el mostrador del bar, Gilles me sigue contando acerca de cines itinerantes, de los cortometrajes de Chris Marker, de sus formas que se inspiran en la sinuosidad de las bailarinas del escultor Auguste Rodin, mientras tiene un ojo fijo en la cerveza y el otro en el reloj del restaurante para no perder el último ferrocarril que lo llevará de regreso a casa. “Ha sido un placer, mademoiselle”, dice despidiéndose por última vez mientras sale corriendo hacia la estación. Hasta la siguiente película.
Foto: portada y Gilles Duval © Fondation Groupama Gan; vídeo: "Tell me lies" © Fondation Groupama Gan/YouTube, Georges Méliès © dollarilippis/YouTube; Chris Marker © IntrepideProd/YouTube.
Translated from Gilles Duval e il film che visse due volte